Salvaron sus vidas por milagro

Una pareja estaba en un Fiat Duna que fue "aplastado" por un camión que no tendría frenos

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Un aparatoso accidente de tránsito ocurrido en una esquina de gran circulación pudo terminar en una tragedia, pero el saldo sólo fue de dos personas con lesiones leves e importantes daños materiales.
El siniestro se produjo minutos antes de las 17 de ayer en la esquina de Elordi y Tiscornia, cuando el camión Scania con acoplado y carga que conducía Carlos Freeman, vecino de esta ciudad, volcó luego de una extraña maniobra y aplastó a un Fiat Duna que estaba ocupado por una pareja que hasta última hora aún no había sido identificada por la policía.
Conforme a la explicación brindada por testigos del accidente, el camión circulaba por la calle Elordi en dirección al norte y pretendió girar a la izquierda en Tiscornia mientras rodaba a excesiva velocidad.
El conductor, que está demorado en la comisaría Segunda y no había sufrido lesiones de importancia, habría explicado a las autoridades que su vehículo se había quedado repentinamente sin frenos y con la caja de velocidades en el punto neutro. Justificó la maniobra de viraje brusco en el intento de frenar la marcha del enorme rodado antes de que llegara a la zona céntrica, para no embestir con él a otros autos o a peatones, pero la caja del acoplado hizo que el camión volcara sobre su lateral derecho aplastando al Duna que esperaba sobre Tiscornia para cruzar la calle Elordi o ingresar a ella.
Elordi es una calle más de la ciudad, sin ningún tipo de prerrogativa o jerarquía superior, pero en la práctica es de tránsito rápido porque constituye una prolongación urbana de la ruta 258, que confluye en la ruta 237, y ambas son las únicas de ingreso a la ciudad desde el sur y el norte. La transitan los autos que circulan diariamente por Bariloche, pero también tiene un tránsito importante de camiones de gran porte, sobre todo argentinos y chilenos, que proceden desde el sur de ambos países.
En sus veinte cuadras de extensión, siempre con pendiente descendente, el tránsito por Elordi sólo reconoce dos prioridades: el cruce de la avenida Angel Gallardo, ubicada a 100 metros de donde volcó el camión, y las cinco esquinas que se forman al llegar a Moreno y Diagonal Capraro, dos cuadras más abajo. Llegar sin frenos a cualquiera de estos dos cruces, sobre todo a la hora en que ocurrió el accidente, garantiza una gran desgracia porque ambos tienen un gran movimiento comercial y registran una intensa circulación de vehículos y peatones.
Si el camión hubiese continuado su marcha por Elordi podría desbarrancarse 100 metros después de cruzar Moreno, por un terraplén de unos 50 metros de altura que separa a ésta calle de la céntrica Mitre, y encaminarse hacia la Costanera y el Lago. En caso de poder girar por Diagonal Capraro hacia el Este, el vehículo habría adquirido una velocidad de vértigo, porque existe una pendiente de varias cuadras, hasta el puente sobre el arroyo Ñireco, previo al cruce de un semáforo que regula la confluencia con la avenida Doce de Octubre.

Foto: El accidente dejó atónito a todo aquel que pasaba por el lugar. Nadie se explica cómo la pareja que estaba en el Fiat Duna sólo recibió lesiones leves.