Lunes 24 de setiembre de 2001

 

Muchos chicos en Jacobacci imponen: "Si no tomás, no te divertís"

 

El consumo de alcohol en jóvenes es hoy un problema en la ciudad. Una encuesta refleja que comienzan con la ingesta entre los 10 y 15 años.

  INGENIERO JACOBACCI (AJ).- El alto consumo de alcohol en los jóvenes jacobacinos se convirtió en un flagelo que muchos no quieren asumir como un grave problema. La mayoría, chicos de entre 12 y 18 años, sostiene que "si no tomás, no te divertís". Ese parece ser el motivo escencial. Sin embargo, detrás de la cantidad de alcohol que se consume -generalmente cada fin de semana-, se esconden otras historias que a veces terminan en violencia.
Si bien la ingesta alcohólica como adicción obedece a causas complejas y profundas, individuales y socio-familiares, en el caso de los jóvenes muestra claramente que expresan de este modo, los problemas de su entorno.
En este sentido, la Unesco define que "no existen problemas de la juventud sino las repercusiones que tienen en los jóvenes los problemas globales de la sociedad".
Una encuesta realizada por los mismos adolescentes arrojó resultados alarmantes para una comunidad donde viven solamente 8.000 habitantes. Refleja que el 53,8% de los jóvenes comienza a tomar bebidas alcohólicas entre los 10 y 15 años y que un 38,4% entre los 15 y los 20. (ver recuadro).
Pero a pesar de esta realidad, una gran parte de la sociedad jacobacina no hace nada para evitar que los índices de ésta adicción, al menos puedan bajar.
Por una lado hay una ordenanza -la 210/98- que prohíbe la venta de alcohol a los menores de 18 años en comercios, en cualquiera de sus formas de envasado, copero o graduación.
La norma no se cumple ni se hace cumplir. Las autoridades municipales admiten esta falla pero nada se hace para revertirla. (ver recuadro).
En las escuelas muchos docentes realizan talleres de alcoholismo y educación sexual, entre otros. Sin embargo, estas conductas de ayuda de los adultos se pierde en otros ámbitos. Por ejemplo, cada fin de semana cuando las promociones de estudiantes realizan bailes para recaudar fondos para pagar el viaje de fin de curso. "Los promotores de la fiesta son docentes y ellos son los responsables de que se vendan botellas de cerveza en los bailes que organizan sus propios alumnos para recaudar fondos. Además, se organizan distintos tipos de concursos y dan como premio una botella de sidra o cerveza. Entonces son los mismos profesores quienes incitamos a que beban alcohol. Después para contradecirnos les enseñamos educación sexual y como prevenir el alcoholismo", señaló Daniel Frizzera, profesor del Centro de Educación Media 6 de esta ciudad.
Por su lado, la policía señala que no tiene armas para combatir este flagelo, basando sus dichos en las "livianas penas" que dicta la Justicia local y la falta de cooperación de los padres para combatir la adicción de sus hijos.
"Normalmente cuando los jóvenes están en estado de ebriedad lo más común es que se genera algún desorden. Esto sucede a menudo durante los fines de semana. Lo que hacemos es demorarlos y entregárselos a sus padres. A veces los mismos padres ven que sus hijos están borrachos y se enojan con nosotros en vez de ayudar a ese menor para que no vuelva a incurrir en lo mismo. Pero el fin de semana siguiente, la historia se repite y con los mismos actores" señaló el comisario Carlos Martínez de la Unidad 14.
Muchos padres niegan toda responsabilidad y se resisten a asumir que sus hijos se emborrachan o comenten destrozos cuando están ebrios. Ellos, hasta los encubren. "No, mi hijo borracho... Cómo se te ocurre decir eso. Mi hijo es sano, no toma alcohol" sostienen enojados cuando la policía lleva a menores a sus domicilios luego de encontrarlos en la vía pública en estado de ebriedad. En muchos casos a este falso encubrimiento se le agrega la complicidad de "son cosas de chicos. Quien no se emborrachó alguna vez".
A este panorama, se suma que muchos padres le prestan el auto a sus hijos para los noches. En este sentido, varios han sido los choques protagonizados por menores al volante alcoholizados y sin carnet habilitante. Afortunadamente, aún no se tuvo que lamentar víctimas de tránsito.
El consumo de alcohol es un tema que preocupa a una gran parte de la sociedad jacobacina. Los problemas y la violencia se incrementan cada fin de semana y la mayoría de los hechos vandálicos y violentos que se registran están íntimamente relacionados con menores alcoholizados.

Las ordenanzas no se cumplen

La ordenanza 210/0910/98 sancionada por el Concejo Deliberante el 9 de octubre de 1998 y promulgada por el Ejecutivo municipal cuatro días después establece la "prohibición" de bebidas alcohólicas a menores de 18 años.
La norma permite vender este tipo de bebidas en comercios que pagan un canon diferencial solamente de 8 a 23 hs sólo a mayores de edad. Pero prohíbe la venta de todo tipo de bebidas alcohólicas en los quioscos en cualquiera de sus formas de envasado, copeo y graduación. Ninguna de estas cláusulas se cumplen.
"Hay fallas estructurales y de control. Somos concientes de que no hacemos cumplir las leyes. Es una gran falla en la que estamos empezando a trabajar para revertir la situación. Ya hemos comenzado con una campaña de concientización desde el Consejo Local de Seguridad" sostuvo el presidente del Deliberante, Fabián Ñancucheo.
Los locales nocturnos no sólo le venden alcohol a los menores, sino que lo hacen en grandes cantidades. La cerveza, por ejemplo, se venden en botellas de vidrio de 970 centímetros cúbicos.
De la encuesta realizada por alumnos del CEM 6 se desprende que el 38% de los jóvenes consumen alcohol en las confiterías, el 25,6% en sus casas, el 15,3% en la calle y plazas y el 10% en todos lados.
En cualquiera de las confiterías locales, un la botella de cerveza tiene un precio que oscila entre $2,5 y $3, según la marca del producto. Este importe se establece en $0,90 o $1,4 en quioscos.
"La cerveza tiene un precio inferior al de cualquier gaseosa, por eso es una de las bebidas que más consume la juventud. Y para nosotros, como está hoy la situación, representa un muy buen ingreso" señalaron la mayoría de los comerciantes consultados por Río Negro. (AJ)

De la mano de la violencia

Cada fin de semana, el alto consumo de alcohol genera en los jóvenes reacciones muy violentas que tiene, en su gran mayoría, como destino el hospital "Rogelio Cortizo" de esta cuidad. Sin dar precisiones, fuentes vinculadas a la guardia del nosocomio, aseguraron que de acuerdo al número de habitantes que tiene Jacobacci, "el promedio de jóvenes que ingresa cada fin de semana con problemas de intoxicación alcohólica, cortes de armas blancas, vidrios, etc. es muy importante".
Entre los hechos más salientes de los últimos tiempos relacionados con el alcohol figura un joven que salvó su vida de milagro luego de ser apuñalado por la espalda por otros dos luego de protagonizar una fuerte discusión en horas de la madrugada en pleno centro de esta ciudad. Por otro lado, un menor de 16 sufrió una "conmoción cerebral" luego de que fuera salvajemente golpeado y pateado cuando estaba tirado en el suelo, por otros dos menores de entre 14 y 16 años, a la salida de un boliche bailable. Varios accidentes de tránsito fueron protagonizados por jóvenes alcoholizados de entre 14 y 18 años. (AJ)

El rol de los padres es fundamental

"Mientras los padres no puedan ver al alcoholismo de sus hijos como un problema va a ser muy difícil poder prevenirlo". Así describe al flagelo que afecta a una gran parte de la sociedad jacobacina, Alejandro Orellano, psicólogo del Departamento de Salud Mental del hospital. El profesional define al tema como un problema bio-psico-social en el que el rol de los padres es fundamental para la prevención.
El alcoholismo está muy ligado a la vorágine de la sociedad y el momento actual en el que les toca vivir. Los jóvenes creen que no tienen futuro y viven el hoy a full.
La prohibición genera un efecto opuesto al esperado dado que una de las características propias del ser adolescentes es la transgresión. Sin embargo aconsejarlo y trabajar en acciones tendientes a lograr que deje de beber son fundamentales para que el adolescente sea conciente del mal que se hace a sí mismo. (AJ)

foto: Sobre 104 encuestados, el 25,6% toma alcohol "por diversión", el 19,23% "porque otros lo hacen", el 6,4% "por necesidad" y el 9% "para olvidar

   
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