Domingo 23 de setiembre de 2001

 

Roca abrió su feria artesanal con color y público

 

Centenares de vecinos recorrieron los 70 stands de productos locales.

  ROCA (AR).- Muchos por primera vez comercializan lo que antes era sólo el producto de un pasatiempo y que no salía de las paredes de sus casas. Otros encontraron el lugar perfecto para exponer lo que antes intentaban vender en las veredas de una calle céntrica. En realidad, la inauguración de la primera feria de Roca de productos locales y elaboración artesanal plantea para todos una auténtica salida a la crisis de empleo que por estos días parece afectarlos y mucho.
"Para mucha gente que no tiene un local es una excelente oportunidad para comercializar los productos hechos en la ciudad", señaló ayer el intendente Ricardo Sarandría durante la recorrida que hizo entre centenares de vecinos por las plazas San Martín y Belgrano, que albergarán cada sábado desde las 9 a las 15 a los 70 stands de comida, ropa, objetos de madera, libros, artesanías y hasta abono orgánico.
"Para mí esta es otra forma de ayudarme económicamente", contó Norma Manquelef mientras intentaba vender uno de los objetos de cestería china elaborados por ella misma y expuestos en uno de los locales cuya construcción fue financiada por el municipio para mantener cierta homogeneidad en todo el paseo. "Aprendí esto en la escuela primaria que estoy terminando y esta idea de la municipalidad me vino muy bien porque estoy desempleada, sé lo difícil que es encontrar trabajo hoy en día y poder ganar unos pesitos de esta forma me vendría muy bien", agregó.
La mayor parte de los stands están destinados a vender diferentes tipos de comida, por lo que la comuna decidió priorizar antes que nada el control bromatológico. Ayer pudo observarse la constante presencia de un vehículo del organismo en la calle.
"Están visitando todos los locales, de manera que cualquier comercio que no haya hecho el examen bromatológico pueda hacerlo directamente acá", detalló el jefe comunal.
"Esto es como un microemprendimiento más chico que los normales", se animó a comparar Blanca, rodeada de los dulces caseros con los que intenta "hacer unos pesitos extra. A pesar de que de igual forma igual los voy a fabricar, porque lo hice toda la vida, ésta es la primera vez que me van a dar una ganancia económica".
La "alternativa de trabajo" de Blanca incluye la venta de dulces caseros de frutas finas, higos, frambuesa, frutilla, manzana y "otras variedades que se vamos a ir sumando más adelante. Por ahora queremos arrancar con poco, porque la mano está muy dura", contó la mujer que coincidió en el análisis con una de sus vecinas de local.
"Por ahora la gente sólo pasa y mira, no hay muchos que compren y menos si se trata de artesanías. La gente si compra algo, compra comida o cosas necesarias", según Norma. "Otra de nuestras ambiciones es que cada sábado por la mañana esto sea un paseo para toda la familia con músicos en vivo y todo tipo de actividades", agregó Sarandría.
Al cierre de la jornada, los expositores evaluaron positivamente la experiencia por la gran cantidad de vecinos que recorrieron los puestos, con la esperanza de aumentar las ventas a medida que pase el tiempo.
   
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