Sábado 22 de setiembre de 2001

 

Explosión deja 18 muertos y centenares de heridos

 

Una fábrica petroquímica estalló en Toulouse, sudoeste de Francia.

  TOULOUSE, Francia (Télam -SNI) - Una explosión ocurrida ayer en una usina petroquímica de Toulouse, en el sudoeste de Francia, causó 18 muertos, entre 15 y 20 desaparecidos y 658 heridos, según el último reporte oficial, que considera que se trató de un accidente.
Al caer la noche, más de 3.000 bomberos, policías y socorristas intentaban hallar eventuales sobrevivientes en los escombros de lo que fuera la fábrica AZF, informó la prefectura local, en tanto la policía señaló que unas 600 personas con heridas leves fueron atendidas en el lugar y se retiraron.
Debido a que la explosión se produjo diez días después de los atentados en Estados Unidos, inicialmente muchos pensaron que se trataría de un acto terrorista, aunque hasta el momento parecería que se trató de un accidente.
El primer ministro francés, Lionel Jospin, declaró después de visitar el lugar que "se desconoce actualmente la causa de este acontecimiento de importancia mayor y una investigación judicial se ha lanzado para saber si se trata de un accidente, o de otra cosa".
Varias explosiones siguieron a la primera en diversos lugares de Toulouse, acompañadas de vidrios rotos y puertas arrancadas en varios barrios, pero según la policía sólo se trataba de efectos de la onda de choque del estallido de la usina. El impacto de la explosión fue tan violento que numerosas personas en diversos lugares de la ciudad creyeron que se había producido en sus propias viviendas u oficinas.
"Sentí temblar el suelo y vi enseguida una enorme bola de fuego y humo", declaró un testigo que se encontraba a un kilómetro del lugar de la explosión. El estallido, que fue escuchado en todo Toulouse, destruyó por completo dos edificios industriales cercanos, de cien metros de largo cada uno, a lo cual se añadió el derrumbe del también vecino almacén de electrodomésticos.
La usina petroquímica AZF está clasificada como de alto riesgo por la Protección Civil, y en ella trabajaban 500 personas, quienes producían amoníaco transformado en nitrato de amonio, utilizado para fertilizantes y también combustible para el cohete Ariane.
"El proceso de producción era absolutamente normal y no había ninguna operación especial de mantenimiento prevista", declaró uno de ellos. La periferia de la usina fue evacuada, los bomberos se movilizaron, dos hospitales móviles fueron desplegados, especialistas en catástrofes tecnológicas llegaron al lugar y los accesos por carretera a Toulouse fueron cortados por razones de seguridad.
La desolación reinaba en el lugar, situado en el suburbio sudoeste de Toulouse, que fabricaba, entre otros productos, el combustible para el cohete Ariane. Estructuras metálicas y escombros ocupaban el espacio donde estaba emplazada la gran usina, cientos de techos y miles de vidrios de las viviendas y edificios vecinos fueron pulverizados, los restos y los escombros cubrían las rutas de los alrededores y las carreteras estaban cubiertas de polvo.
"Uno creería que se trata de un bombardeo", comentó un bombero.
Varias horas después de la explosión todavía flotaba el olor de la impresionante nube de amoníaco que se liberó con la explosión y que llevó a las autoridades a ordenar a los habitantes, en un primer momento, a encerrarse en sus viviendas hasta que se confirmó que no había peligro.

Inexplicable calentamiento

La causa de la explosión en una petroquímica de las afueras de Toulouse, en el suroeste de Francia, fue un recalentamiento, considerado "inexplicable", en un depósito de nitratos de una usina de la planta, afirmó ayer un grupo de expertos que investiga el hecho.
El fiscal a cargo de la investigación, Michel Bréard, afirmó que se apunta a saber "por qué la explosión se produjo a partir de un punto caliente en un área de almacenamiento de nitratos, ya que no se comprende cómo eso pudo ocurrir".
Los nitratos que estallaron estaban situados en un taller de la petroquímica y, según indican las primeras pericias, fueron calentados en forma inexplicable, lo que derivó en la explosión.
"Estoy haciendo lo posible para que se haga una investigación extremadamente seria y va a ayudarnos el estudio de los datos informáticos de vigilancia" de la usina, remarcó Bréard.
Por su parte, el presidente francés, Jacques Chirac, declaró que "los datos actuales permiten pensar" que la explosión de la usina "es un accidente", aunque consideró que "es muy pronto para afirmarlo con certeza". La usina AZF formaba parte de los 1.250 sitios industriales franceses llamados "de Seveso", en recuerdo de la comuna italiana de ese nombre asolada por un terrible escape de dioxina en 1976, ya que son fábricas que presentan amenazas graves para el medio ambiente en caso de accidente, como el ocurrido ayer. (Télam-SNI)
   
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