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Lunes 17 de setiembre de 2001 | |
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"Ojalá Neuquén no crezca más y mejore lo que tiene" |
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La nueva reina de la ciudad vivió su primer día como soberana. Carla Yesica Riva comió asado y esperó el partido Ríver-Boca. Dijo que su coronación es un "gran orgullo y una responsabilidad". |
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 NEUQUEN (AN).- La flamante reina de Neuquén almorzó asadito al horno, se pellizcó un par de veces y esperó tranquila el partido de Ríver y Boca. Carla Yesica Riva tuvo un festejo en familia y recién después de gastadas las primeras horas de la tarde "como que empecé a caer, fue todo muy rápido y muy lindo", afirmó la joven que estudia Contabilidad en la Universidad Nacional del Comahue.Carla, de 21 años, nació el 5 de agosto de 1980 en esta ciudad y tiene tres hermanos, dos de ellos varones. Papá es Carlos Riva, quien trabaja en una empresa petrolera, y su mamá, Alicia Kloster, es empleada del poder judicial de Neuquén. "Están todos recontentos, espero poder representar bien a la ciudad. Es un gran orgullo y una gran responsabilidad", dijo la chica en diálogo con este diario. Carla admite que se tenía fe pero no para llegar a reino sino para ser primera o segunda princesa. Hace cinco años, la chica se presentó a una selección de modelos que realizó Pancho Dotto en esta ciudad: "Quedé entre las treinta elegidas, pero no me dio la altura tenés que ser gigante", comentó la joven que mide 1,69. Cuando egresó del secundario -el colegio San Martín- fue elegida reina del colegio y la competencia con las representantes de todas las escuelas neuquinas quedó como primera princesa. "Esta vez se me dio y en algo tan importante como es la representación de mi ciudad", agregó Carla quien asegura que a pesar de todo imagina su futuro en Argentina y en Neuquén. "No me gustaría irme de acá. Creo que dentro de todo y a pesar de ser una ciudad joven Neuquén no para de crecer y de mejorar. Me gustaría que siga así, que no sea mucho más grande, y que siga mejorando las cosas que tiene", afirmó Carla quien agradeció el apoyo que le brindaron todos los integrantes de su familia y sus amigas Luciana y Sandra. La muchacha espera que "mejore la situación del país, que todo se estabilice un poco" y que se haga "un esfuerzo para salvar a la universidad pública, porque si desaparece vamos a tener a muchos chicos que directamente no van a tener oportunidades", señaló. Al respecto consideró que la universidad "debe tener apoyo pero quizá haya que reestructurarla un poco para que se aprovechen mejor los fondos que le llegan". Carla dice que no tiene problemas para mantener su figura (82-59-93) y que tres veces por semana hace gimnasia "más para relajarme y sentirme bien que para otra cosa, por suerte no soy de engordar". La chica que nació bajo el signo de Leo dice que "sospechó" que sería la elegida cuando uno de los integrantes le dijo que no se ponga nerviosa. "A mi fue a la única que me lo dijo así que me dí cuenta que iba a ser yo". "Quiero agradecer a todos los que me eligieron y también a las chicas con las que la pasamos muy bien. Por ahí me sentí un poco grande porque casi todas eran menores que yo pero fue solo al principio. La verdad que todo fue bárbaro", cerró Carla, la nueva soberana de Neuquén. La Iglesia prohibió oficios religiosos en los barrios privados BUENOS AIRES (DyN) - Los obispos de la provincia de Buenos Aires prohibieron la realización de bautismos, casamientos y misas especiales en los barrios privados, por considerar que dicha práctica contradice el carácter "comunitario y público" de estos sacramentos. Así lo hicieron saber en un documento conjunto titulado "La parroquia, lugar propio para celebrar los sacramentos", en el que los prelados de Buenos Aires y de las diócesis bonaerenses aseguran que las celebraciones cerradas "no permiten manifestar el sentido profundo de la unidad, y no benefician a toda la comunidad cristiana". Esta no es la primera vez que la Iglesia católica o alguno de sus miembros pone coto a las expresiones religiosas dentro de barrios cerrados y countries. El obispo de San Isidro y presidente de Cáritas, monseñor Jorge Casaretto, ya había limitado hace dos años la instalación de capillas en estos nuevos centros urbanos, bajo el argumento de que "no se debe alentar la privatización de lo religioso". Los representantes eclesiásticos aspiran de este modo a evitar las situaciones de "exclusión" que de por sí provoca este fenómeno urbano en expansión, muchas veces como respuesta a la creciente inseguridad. "La asamblea litúrgica debe ser un factor de unidad que acoge sin excepciones a todos los hombres, a pesar de las diferencias existentes entre ellos. En ella no hay distinción de sexo, de origen, de cultura. Mucho menos pueden hacerse preferencias entre las personas, aunque la situación de cada participante sea distinta en lo que se refiere a la fe y a la vida cristiana", recuerdan los obispos en su declaración. En otro de los párrafos subrayan que las prácticas ordinarias deberán hacerse en los templos parroquiales o en las capillas "públicas y abiertas" ya existentes en los alrededores de los barrios privados. Tras insistir en que "no se han de fomentar las celebraciones eucarísticas con grupos pequeños", aclaran que "no se trata únicamente de evitar que a las asambleas parroquiales les falte el necesario ministerio de sacerdotes, sino que se ha de procurar, salvaguardar y promover plenamente la unidad de la comunión eclesial".Según explican en otro punto, el documento surge ante la solicitud "cada vez más frecuente" para que un sacerdote celebre un bautismo, un matrimonio o bien la eucaristía "dentro de los límites del mismo barrio, en una casa o en un lugar más amplio destinado a reunir más cantidad de gente". |
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