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Lunes 17 de setiembre de 2001 | |
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Empieza un nuevo año para los judíos |
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El Rosh Hashaná se inicia al caer la noche. |
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| Un millar de judíos celebrarán hoy por la noche el comienzo de Rosh Hashaná -el año nuevo judío de 5762 del almanaque hebreo- con un servicio religioso gratuito que no se realizará en una sinagoga sino en un salón del barrio porteño de Belgrano. El rabino Mario Rojzman, miembro del Centro Interreligioso de Responsabilidad Social (CIRS), informó que van a hacer esta fiesta bajo el principio de "Año Nuevo Judío con Esperanza". Las cien familias que tomaron la iniciativa consiguieron que el Seminario Rabínico Latinoamericano les ceda los rollos de la Torá para que la ceremonia sea ritual porque "los judíos no tenemos lugares sagrados sino momentos sagrados", según dijo Rojzman. Rojzman explicó que todos los años, "gracias a Dios, las sinagogas rebalsan de gente y los primeros lugares son para los socios de cada comunidad, por lo que este año vamos a instalarnos en el Auditorio Belgrano, de Virrey Loreto 2348". Así, desde la aparición de las tres primeras estrellas el próximo lunes, los asistentes a ese lugar podrán participar de siete oficios religiosos durante el Año Nuevo -del 17 al 19 de septiembre- y el Día del Perdón -el 26 y 27 de septiembre-, las máximas celebraciones de la colectividad. El religioso destacó que la fiesta también será posible "gracias a que unas 500 personas, en forma generosa, colaborarán con sus sitiales para que otras 1.000 puedan sentarse en forma confortable esa noche en ese lugar". Rojzman explicó que esta modalidad "no la inventamos los argentinos sino que viene de los Estados Unidos, donde viven cerca de 6.000.000 de judíos, quienes por los problemas que tienen en las sinagogas, por la gran cantidad de asistentes, alquilan salones para estas fiestas". "Es que para un judío es una tragedia emocional estar solo o estar aislado durante esta celebración -detalló- por lo que optamos por esta modalidad donde van a estar entremezclados el judío poderoso con el que necesita una bolsa de comida". El religioso explicó que "si falta alguno de los dos -el pobre o el poderoso- ya no es una comunidad y nosotros tenemos como principio que cada uno se tiene que ocupar de su hermano". "El Judaísmo -sostuvo- es acomodar a los incómodos e incomodar a los cómodos ya que la función de uno no es adorar a Dios sino transformar al mundo. No sólo alabanza, sino la obra, qué le puedo decir que no sepa a Dios". "Se trata de transformar con mi existencia aunque sea con una gota de agua en un océano, pero como decía Teresa de Calcuta, esa es la gota mía", manifestó. En este sentido, durante los 30 días de Elul -el último mes del año- cada judío realiza un balance espiritual, en el cual se revisan las acciones realizadas a lo largo del año que concluye. Y es en Rosh Hashaná -el 1 de Tishrei, primer mes del año- cuando comienzan los diez días del juicio durante los cuales Dios juzga al hombre por todo lo que hizo durante el año anterior. (Télam) |
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