A limpiarse con lejía para entrar a la escuela

En la Isla 10 de Fernández Oro aún sufren trastornos por la crecida. Aseguran que los pozos ciegos contaminaron el suelo.En una batea con lavandina los chicos desinfectarán su calzado.

CIPOLLETTI (AC).- Las crecidas siguen mostrando sus secuelas. En los últimos cuatro días los chicos de la Isla 10 de Fernández Oro estuvieron sin clases porque las maestras temían que el establecimiento se convirtiera en en foco de contagio. "El barrio está contaminado", aseguraron. Hoy, con autorización de Salud Ambiental, retomarán la actividad con muchas precauciones.
Cada persona que ingrese al edificio deberá pasar por una batea que contendrá agua con lavandina y por trapos grandes para desinfectar las suelas de los calzados. Una vez que tanto alumnos como docentes estén en el interior de la escuela, una persona se encargará de lavar todos los pisos del interior, el sector exterior y los baños con lavandina. Así será todos los días.
La Isla 10 de Fernández Oro fue uno de los sectores más afectados por la crecida del río Negro. Directamente todo el barrio quedó bajo agua. Los vecinos debían movilizarse en lanchas o canoas para llegar a sus casas porque las calles eran canales.
No solo las paredes de las viviendas se afectaron sino también la mayoría de los pozos ciegos, que se desbordaron. "Las tierras se contaminaron", dijeron las docentes. A la escuela primaria el agua no la afectó directamente, pero igual todos los alumnos tuvieron que ser derivados porque no podían acceder al establecimiento. El 30 de julio fueron trasladados a la escuela rural 54 de Allen, donde permanecieron hasta el pasado viernes.
Las docentes de la escuela se quejaron porque no les avisaron con tiempo que volvían a la Isla. Como no se habían adoptado los mecanismos de prevención para desinfectar el establecimiento, el lunes no iniciaron las clases.
Las docentes del colegio no solo tomaron en cuenta los riesgos para los 95 chicos que concurren sino para el mismo personal. De las diez personas que trabajan en el establecimiento, hay cuatro maestras embarazadas. "Salud Ambiental reconoce que puede existir un brote de enfermedades y que hay que tomar todas las medidas para que la escuela no sea un foco de contagio", indicaron. El viernes se reunieron con el secretario técnico de la delegación de Cinco Saltos, un representante de Salud Ambiental y la supervisora. Y se dejó constancia que el Consejo tenía que proveer lavandina, trapos rejillas y trapos de piso. Hoy volverán a clases, pero la directora Andrea Arcuri advirtió que si las condiciones no están dadas volverán a suspender la actividad. "Por lo menos por unos días tenemos garantizada la provisión de lavandina y de trapos. Nuestra preocupación es que eso se siga sosteniendo", afirmó. Explicó además que siempre estuvo la predisposición para trabajar, pero no quieren correr riesgos.
Las medidas de prevención que se adoptarán desde hoy afectarán al normal funcionamiento. Más allá de los pasos que deberán seguir para desinfectar, los chicos no podrán utilizar el playón exterior para educación física ni realizar actividades extraescolares. "Ante cada salida habría que desinfectar los pisos y no se puede", dijeron.

Foto: Aseguran que el terreno que rodea la escuela está contaminado. De ahí las rigurosas medidas de higiene dispuestas.