Domingo 9 de setiembre de 2001

 

Emocionante homenaje de vecinos a un médico de barrio

 

Mi Bandera y Lavalle sorprendieron a Gustavo Andreani.

  VIEDMA (AV)- El reconocimiento de la gente es el mayor de los premios. En toda actividad es así pero lo es, sobre todo, cuando el homenaje viene de quienes tienen poco material para dar pero mucha fuerza que aportar.
Esta experiencia emocionó en la noche del viernes a Gustavo Andreani, uno de los médicos con mayor antigüedad en el periférico de los barrios Lavalle y Mi Bandera, la barriada más densamente poblada y marginal de Viedma. Estos barrios son el primer paso que da la gente que deja el campo y la Línea Sur en busca de mejores horizontes. Aquí se concentra el mayor porcentaje de desocupación, de familias numerosas y de necesidades. Está alejado de la ciudad y la mayoría no tiene, muchas veces, ni para el colectivo que lo lleve hasta el hospital. Y es el periférico el que contiene todo tipo de consulta. Es el único que atiende desde las ocho hasta las 19 y aún es insuficiente. El plantel lo integran dos médicos generalistas, una ginecóloga, una partera, una odontóloga, una fisiatra, enfermeras y agentes sanitarias.
Gustavo Andreani es uno de los referentes de la salud en el barrio. Es para los vecinos "palabra autorizada". Siempre en un mismo tono atiende a cada paciente de quienes conoce desde el nombre hasta la historia familiar. Esto es lo que la gente agradeció y reconoció en el afectivo homenaje que le rindió el viernes en la sede de la Junta Vecinal del barrio Mi Bandera al cumplir 10 años en el periférico. Fue un "complot" armado entre los vecinos con la complicidad del personal de salud que terminó en una gran emoción.
Con el título de médico generalista bajo el brazo, en el `91 Andreani llegó a Bariloche para terminar su residencia con su mujer Georgina y su primer hijo. Luego vinieron siete años en el hospital de Ñorquinco y tres hijos más y en el `91 el periférico en Viedma. Hoy se siente un viedmense más pero como tantos argentinos carga con el peso de una historia difícil marcada por su autoexilio en Venezuela luego de la desaparición de un hermano y un cuñado durante la dictadura militar.
"Siempre tuve un trabajo vinculado a lo social porque esa es la función del generalista que apunta más que a las enfermedades a la prevención y esto es un 100% contacto con la gente", dijo.
La atención en el periférico está relacionada a las épocas del año. Enfermedades respiratorias en el invierno y gastrointestinales en el verano aunque la cercanía del basural -con gente que trabaja o come allí- genera infecciosas de la piel. También hay desnutrición a pesar de la red bastante armada de comedores y los planes de rehabilitación de desnutridos de Salud porque "las causas no sólo tienen que ver con la falta de alimentos sino del afecto y del vínculo familiar. La misma situación hace que las madres y los padres tengan que salir a trabajar o a buscarlo y los chicos dejen de comer por estas razones. Pero se agrava más cuando cuando falta el alimento aunque en general hay una red bastante importante que lo fabrica la misma gente que busca soluciones a través de las bolsas de alimentos y comedores".
Coincidió en que la crisis aumentó las enfermedades vinculadas a la salud mental pero "la gente del barrio lo soporta más que cualquier otro por la misma situación de marginalidad en la que siempre ha vivido aunque ahora esa postergación está más potenciada".

Conciencia para la prevención
รง
VIEDMA (AV).- De estos 10 años de labor, Andreani rescató como positivo la conciencia de la gente sobre la prevención.
Hoy las madres saben que es importante controlar los embarazos, al hijo sano y su propia salud. La prevención de la salud reproductiva "fue también importante cuando tuvimos los anticonceptivos a mano y podíamos colocar el Diu porque había. En ese momento hubo un altísimo contol de la natalidad". La crisis terminó con todo esto y hoy preocupa el aumento de los embarazos en adolescentes que "en esto dos últimos años tuvo una gran explosión", a pesar de las permanentes charlas en las escuelas.
Destacó que "hubo ministros que se interesaron más que otros en poner recursos para la salud y las cosas fueron mejor". En su importante experiencia en la salud pública de Río Negro opinó que "ésta es la peor época porque los presupuestos hospitalarios son paupérrimos y tienden a disminuirlos cada vez más y no hay quien responda". A pesar de todo, Andreani sigue al pie del cañón en los reclamos por la defensa del hospital público porque sostiene que la única expectativa es que la gente tome conciencia que debe defender su sistema de salud porque "por parte de los gobiernos no hay muchas esperanzas de solución. Los funcionarios de turno trabajan para otro proyecto que no es el de la salud pública y es difícil determinar si solucionará algo de los problemas de la gente".

Contexto: La lección que dan los líderes sociales

Existe un dicho que dice: "De los manantiales puros nacen los ríos limpios". Los líderes sociales deben ser limpios para que la sociedad sea limpia. Sin temor a equivocación se puede juzgar a un grupo social por el ejemplo de sus líderes o dirigentes. El caso del doctor Andreani de Viedma, en este sentido, es paradigmático.
Porque este médico reconoce que tiene una visión y una misión clara como líder social, así como un total convencimiento en su sueño, un gran sentido del deber y una disposición al sacrificio por lo que piensa. Tiene además la habilidad de comunicarlo y compartirlo con los demás, de mejorarlo con los aportes de otros.
En medio de las situaciones de recesión espantosa, violencia sin límites y crímenes en el mundo actual, surgen estos "líderes sociales" que estudian arduamente y se entregan a realizar su trabajo, realizando investigaciones que se traducirán en un presente más aliviado para una mayoría. Estos dirigentes son los que guían a la sociedad, en buena medida.
"Esta minoría creativa está obligada a hacer que la mayoría cambie y que la historia avance. De no hacerlo así se apresuraría el fin de las sociedades y de la civilización", argumentan los teóricos del Tercer Sector, estamento de la sociedad civil que recoge el guante ante un Estado ausente.
"Nuestra sociedad requiere de espíritus creativos y emprendedores, idénticos al del doctor Andreani", comentan los vecinos de los barrios Mi Bandera y Lavalle. Porque de ellos se aprende, dicen, a que hay que :

  • atreverse a realizar los potenciales de cada uno, como profesional y ciudadano;
  • a ser capaz de soñar;
  • a pensar de manera creativa ;
  • a cuestionar; a ser altruísta.

En definitiva, a no ser indiferentes. (AR)

Foto: Anteanoche, cuando vecinos de los barrios Lavalle y Mi Bandera homenajearon al "médico de la gente", como ellos mismos lo bautizaron. Emoción y alegría primó en todos los presentes.

   
    ® Copyright Río Negro Online - All rights reserved    
     
Tapa || Economía | Políticas | Regionales | Sociedad | Deportes | Cultura || Todos los títulos | Breves ||
Ediciones anteriores | Editorial | Artículos | Cartas de lectores || El tiempo | Clasificados | Turismo | Mapa del sitio
Escríbanos || Patagonia Jurásica | Cocina | Guía del ocio | Informática | El Económico | Educación