Miles de pájaros son la pesadilla en el aeropuerto de Neuquén

Se instalaron en las horas últimas y dificultan el tráfico aéreo. Son miles de avutardas, gaviotas, gaviotines y garzas. No hay antecedentes de un fenómeno similar. Se cree que son migratorias y que no pudieron bajar junto al río por la crecida. Provocan demoras en los vuelos. Ayer un avión tuvo que abortar su despegue al toparse con la bandada. Otro estaba a punto de aterrizar y tuvo que tomar altura otra vez para evitar una colisión. Lo cierto es que no pueden quedarse allí.

NEUQUEN (AN)- No tienen un cabecilla pero parecen muy organizados; no se sabe cuáles son sus demandas si es que tienen alguna; se juntan por miles a la mañana y desaparecen de noche; hasta ahora lo único que los mantiene a raya son las bombas de estruendo pero apenas se les pasa el susto, vuelven. No impiden el paso de automóviles, pero dificultan el de los aviones. Son miles de aves que eligieron posarse en la pista del aeropuerto de Neuquén, y allí instalaron un virtual "piquete" que obliga a demorar vuelos y aumenta el riesgo en decolajes y aterrizajes.
"Esto nos tomó por sorpresa, jamás se había visto algo así", dice con asombro el jefe del aeropuerto, mayor Santiago Ramero, observando desde los ventanales de su oficina la nube de pájaros que sobrevuela o camina por la pista. "Cada despegue o aterrizaje parece Navidad, porque tiramos un montón de fuegos artificiales. Pero levantan vuelo un rato y se vuelven a posar enseguida, en otro lugar. No se quieren ir, pero se tienen que ir", agregó.
Y no exagera. Tiene a mano un arsenal de petardos y bombas de estruendo que se activa cuando hay un despegue o aterrizaje, y además recibe el auxilio de los bomberos que recorren la pista en autobomba, con la sirena a todo volumen, para despejarla. El gobierno provincial le prometió un cañón similar a los utilizados en la guerra contra el granizo pero que estalla a menor altura para contribuir a esta singular guerra contra las aves.
Toparse con un pájaro no es uno de los riesgos más graves para una aeronave, pero tampoco se lo puede despreciar. En Estados Unidos se le atribuyen a esta causa 300 accidentes.
En el aeropuerto internacional de Neuquén, el tercero del país por su movimiento, los pájaros causan trastornos. Ayer a la mañana, un vuelo de Dinar abortó cuando ya estaba carreteando y se encontró con la bandada. Poco antes, una nave de Aerolíneas estaba a punto de aterrizar pero hizo un "escape", es decir que levantó la nariz cuando estaba a punto de tocar tierra y bajó recién en el segundo intento. Otras empresas han tenido demoras significativas hasta que la pista estuvo despejada.
El mayor Ramero calculó que cada mañana se juntan alrededor de 5.000 pájaros en la pista. Hay dos teorías respecto de su origen: "una posible explicación es que la crecida de los ríos les haya destruido sus nidos, o haya afectado de tal manera su hábitat natural que tuvieron que buscarse otro. La otra es que estén de paso, sean migratorias. La cuestión es que se han instalado en el lugar más inconveniente.
Para buscarle una solución, en las últimas horas tuvo que intercambiar consultas y opiniones con el gobierno provincial, la Organización de Aviación Civil Internacional y Prevención de Accidentes de la Fuerza Aérea. También con veterinarios. Por momentos, Ramero parece un ornitólogo hablando.
"Hay varias clases de aves: avutardas, gaviotas, gaviotines, garzas. Los teros ya estaban, pero se los ve más alborotados", explicó a "Río Negro". Agregó que "están en el pasto buscando alimento, y después suben a la pista que está más calentita para entibiarse las patas y que no les haga mal la digestión".
Los responsables de la estación aérea están recurriendo a todos los métodos posibles para hacerles saber a los plumíferos visitantes que no son bienvenidos y que no pueden sentirse como en casa. "No vamos a matar a ninguno, pero también les tenemos que hacer saber que acá no pueden estar. Por ahora los estamos ahuyentando haciendo todo el ruido que podemos".
El resultado no ha sido, hasta ahora, el esperado. Aunque en menor cantidad, los pájaros siguen apostados en las largas pistas. Cuando una persona se les acerca, o ante el ruido de las bombas de estruendo, inician un vuelo corto y bullicioso pero se posan enseguida otra vez, apenas unos metros más allá. De noche no hay problemas porque duermen; en la oscuridad el único riesgo son las lechuzas pero se las ve en menor cantidad y vuelan mucho más bajo.
"Nunca nos había pasado esto. En el aeropuerto de Mar del Plata o el de Viedma es más común, pero es porque están cerca del mar y se llena de gaviotas. Acá no hay explicación para este fenómeno", señaló Ramero.

Las razones del fenómeno

NEUQUEN (AN)- ¿Están de paso o las empujó la crecida que destruyó su hábitat? No hay una explicación certera sobre los motivos por los cuales miles de aves eligieron posarse sobre el aeropuerto de Neuquén. Quizá una combinación entre las dos teorías sea la que más se aproxima a la verdad.
"En este momento las aves están en proceso de migración. Se encontraron con el río crecido, sin playas, y por eso se detuvieron en la única zona descampada de la ciudad", opinó Esteban Zupanovich, dueño de la reserva ecológica Luan.
Explicó que vienen de zonas más cálidas donde pasaron el invierno, en especial el sur de la provincia de Buenos Aires y La Pampa. Ahora regresan a la Patagonia, pero se encontraron con adversidades climáticas que las obligaron a interrumpir su camino.
"Se van a quedar acá hasta que el tiempo mejore en la cordillera, hasta que terminen las nevadas y lluvias", arriesgó Zupanovich.
Agregó que "para apearse y descansar en su viaje migratorio, las aves buscan lugares abiertos. Aquí en la ciudad no tienen mucho para elegir y por eso se asentaron en el aeropuerto donde es lógico que provoquen esos trastornos".
No pudieron descender en la costa del río porque la inundación barrió con las playas. "No son aves que se vean comúnmente por acá. Apenas puedan, van a seguir su viaje", concluyó Zupanovich.