Martes 4 de setiembre de 2001 | ||
MAS INFORMACION |
Estudiantes de Patagones tendieron su mano abierta a los necesitados |
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Primero hicieron un diagnóstico en escuelas, comedores y hogares. Después se dedicaron a reparar, pintar, alentar y concientizar. |
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CARMEN DE PATAGONES (AV)- Lejos de dejarse atrapar por la precarización del escenario educativo y social, los estudiantes del colegio secundario Islas Malvinas demostraron que otro mundo es posible, al menos para los más pequeños. Se arremangaron y comenzaron un operativo de ayuda en algunas pequeñeces que requerían escuelas humildes de esta ciudad y que el Estado fue abandonando al transcurrir los años. La iniciativa de hacerse cargo de responsabilidades ajenas partió de los alumnos del tercero polimodal, al vincular un proyecto teórico que elaboraron en el aula con la desazón de la calle, aprovechando que la orientación de esa escuela maragata es la promoción social. Para hacer gala a los postulados de formarse como gestores socio-culturales, es decir capacitarse en atención de problemas relacionados con la pobreza, exclusión y marginalidad, organizaron visitas a escuelas, comedores escolares, hogares del niño y ancianos. Se cansaron de llenar fichas de trabajo observando edificios deteriorados, condiciones de vida, necesidades y problemas con la intención de planificar una solución propia. Con esto, se decidieron por tomar como ámbito de trabajo las escuelas primarias NÂș 11 y 21 que poseen la escalofriante cifra del 94% y el 76%, cada una, de su matrícula en situación de riesgo social, ya que atiende niños provenientes de familias desocupadas. De paso, le echaron el ojo a la escuela especial 501, donde vieron en carne propia que no existe divorcio entre pobreza y discapacidad. A las necesidades básicas insatisfechas le sumaron otras situaciones por las que los niños atraviesan como violencia, abuso y todo tipo de maltratos o lo que es mucho peor, "deambular por las calles sin rumbo alguno y siendo presa de cualquier mente delincuente", según establecieron en el diagnóstico que coordinó la profesora Adriana Roumec. La prioridad uno se la dieron entonces a la reparación de bancos, pizarrones y mobiliario. También consiguieron que el municipio aporte equipo vial para realizar la limpieza del patio, que deja expuestos a los chicos a cualquier foco infeccioso, ante tanta suciedad acumulada. Incluyeron en la agenda una jornada de concientización destinada a personal no docente para que no dejen al alcance de los niños elementos de higiene con los que se puedan lastimar, y revolver cielo y tierra para que en la escuela 11 se pueda construir un aula de recreación, tras ponerle la oreja a una directora quejosa que no logra que se le abran las puertas. Allí descubrieron que los chicos prefieren seguir en el edificio luego de la jornada escolar para evitar las consecuencias del hambre y el frío que sufren al volver a casa. Crecer de golpe Concejales valoraron la tarea Los concejales maragatos acogieron favorablemente la iniciativa denominada "En contacto con un mundo real" de estos jóvenes y la declararon de interés municipal. Foto: Los alumnos pusieron su corazón y manos en acción. Aquí reparando los bancos. También pintaron pizarrones. |
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