Sábado1 setiembre de 2001

 

Neuquén y Río Negro acorralan al mal de Chagas

 

Un informe nacional indica que en estas dos provincias, además de Jujuy y La Pampa, "no hay signos de transmisión"

  Buenos Aires (Télam/ DyN) .- En las provincias de Jujuy, Río Negro, La Pampa y Neuquén no se descubrieron indicadores de transmisión de Chagas, según reveló ayer un informe de una Comisión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) acerca de la endemia, que afecta a 2.500.000 de argentinos.
La Comisión dio a conocer los resultados de estudios para rastrear la enfermedad realizados en todas las provincias argentinas y que se focalizó en especial en ocho de ellas, las que presentaban indicadores favorables con respecto a la interrupción en la transmisión del vector de la endemia.
Roberto Salvatella, secretario de la Iniciativa del Cono Sur de la Organización Panamericana de la Salud, indicó que "el diagnóstico de situación de la enfermedad en el país se realizó a través de un rastreo de la información por agrupamiento, de acuerdo a las condiciones ecológicas y epidemiológicas de 19 provincias endémicas del país".
De las conclusiones enunciadas por la Comisión, que recorrió las regiones durante una semana, se remarcó la importancia de "encontrar indicadores favorables de interrupción de la transmisión de Chagas" en Río Negro, Neuquén Jujuy y La Pampa.
La coordinadora del Plan, Sonia Blanco, manifestó que "en estas cuatro provincias hay una interrupción del contagio vectorial de la enfermedad ya que no hay nuevos casos de trasmisión por picadura de la vinchuca".
El ministro de Salud de la Nación, Héctor Lombardo, manifestó su satisfacción por los resultados expuestos y aseguró que "comenzamos a avanzar en la lucha contra una de las endemias que más preocupaciones nos traen".
Salvatella indicó que los niveles de control sobre la vinchuca domiciliaria, responsable de la endemia, "redujeron la infestación, el número de domicilios infestados y el de insectos presentes en las zonas de contagio".
El informe además demostró que existen otras cuatro provincias -Entre Ríos, Salta, Tucumán y Catamarca- en donde "se deben completar tareas de control y vigilancia", a fin de obtener los mismos resultados favorables.
La enfermedad de Chagas o tripanosomiasis cruzi humana, es una parasitosis producida por el protozoo flagelado trypanosoma cruzi, que se alimenta de sangre y puede transmitirse entre mamíferos a través de insectos como el conocido popularmente como "vinchuca" que se alimentan de esa sangre como

Un mal del campo pobre

La vinchuca habita generalmente en las casas de campo y su transmisión vectorial provoca graves consecuencias futuras en los enfermos, principalmente por afecciones cardíacas.
Las acciones de control de la transmisión del tripanozoma cruzi por la vinchuca comenzaron en la década del 50 y en 1961 los indicadores daban cuenta de que una de cada tres viviendas estaban infectadas, no se controlaba la sangre a transfundir y uno de cada diez varones de 18 años padecía el mal.
El programa nacional actual provee a las 19 provincias con focos puntuales de transmisión vectorial de la enfermedad, la totalidad de los insumos necesarios para las acciones de control.
Entre otros, insecticidas piretroides para el rociado químico de las viviendas, máquinas rociadoras, ropa, calzado y elementos de protección para el personal técnico. También reactivos de diagnóstico para el control serológico en bancos de sangre, embarazadas, recién nacidos y en niños del área endémica, y drogas para el tratamiento específico de la enfermedad.
El fumigado de viviendas con insecticidas y las medidas de vigilancia entomológicas contra el mal de Chagas adoptadas en el Plan lograron que en provincias como Santiago del Estero se redujera de 100 a 8 los casos agudos de esa enfermedad.
Otras de las tareas preventivas consisten en la utilización de reactivos de diagnóstico de la endemia a través de controles serológico en bancos de sangre, en mujeres embarazadas, en los recién nacidos y de todos los niños del área endémicas.

Los números del informe

El Programa Nacional de Chagas consiguió una reducción de la prevalencia de la enfermedad de hasta el 80% en sectores de riesgo en los últimos años.
El informe -elaborado tras recorrer las provincias y registrar las acciones preventivas que se llevan a cabo- subraya que el impacto del programa logró un 80% de reducción de la prevalencia en varones de 18 años y una disminución del 97% en la infestación domiciliaria en el área endémica.
Demuestra, asimismo, una "caída franca en todos los indicadores".
El documento del organismo de contralor internacional especifica que en los niños menores de 14 años la seroprevalencia bajó de 6,3% en 1994 a 1,94 en el 2000.
Tras puntualizar que, en ese mismo período, este indicador descendió de 11,8 a 6,78% entre las embarazadas, destaca que en dadores de sangre el porcentual es del 4,4, lo que demuestra un control eficaz en la sangre a transfundir.

   
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