Jueves 27 de setiembre de 2001 | ||
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Buscan recaudar más con suba de tasas en Cipolletti |
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CIPOLLETTI (AC).- Para aumentar los recursos y evitar un ajuste mayor de gastos, el gobierno de Julio Arriaga aspira a recaudar entre 30.000 y 50.000 pesos mensuales más mediante un drástico aumento de las tasas de comercio para bancos, empresas de servicios públicos privatizadas y supermercados. El proyecto está en estudio en la Contaduría municipal y, una vez que el área legal de la comuna dé su conformidad, será enviado al Concejo Deliberante. En realidad, no se trata de un aumento sino de la modificación de la base imponible de la tasa de comercio. Hasta ahora, cualquier comercio -sea cual fuere su facturación- paga el tributo de acuerdo a los metros cuadrados de su local. La idea del gobierno de Arriaga es que el valor de la tasa municipal sea proporcional a lo que paga el comercio por el impuesto provincial a los ingresos brutos. De esta manera, en el área financiera de la municipalidad creen que lograrán mayor justicia fiscal al fijarle a las empresas de gran rentabilidad un aporte mayor al fisco comunal. No está todavía definido el nuevo esquema, pero el contador municipal, Néstor Rinaldi, informó que la idea es modificar el sistema de liquidación de la tasa de comercio para aquellos contribuyentes que tienen convenios multilaterales con la dirección provincial de Rentas de Río Negro. Se trata de aquellas empresas que operan en la ciudad pero tienen su sede fuera de ella. El convenio multilateral les permite pagar impuestos en un solo sitio. Apuntan a Telefónica, Camuzzi y Edersa, y a los bancos que tienen sucursales en Cipolletti: Patagonia, Bansud, BBVA, Credicoop, La Pampa, Río, Provincia de Neuquén y Nación. También alcanzaría a los supermercados También están pensando en modificarles la base imponible a las cadenas de supermercados y a alguna que otra entidad de crédito. "Son empresas cuyas utilidades no son reinvertidas en la región y que, en reglas generales, son multinacionales", describió Rinaldi. La crisis económica provocó no sólo una baja en los envíos de dinero desde Viedma, sino también una retracción en la capacidad de recaudación de la municipalidad. En julio, los ingresos por la tasa de comercio se colocó por debajo del 60%. Ello alarmó a las autoridades municipales, pero bastó un intento de la Alianza por sancionar una ordenanza que establecía clausuras de locales a morosos para que el índice creciera en agosto a 63,5. |
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