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Lunes 24 de setiembre de 2001 | |
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La crisis económica alcanzó los juegos de azar |
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En el primer trimestre del año las apuestas en los principales juegos -quiniela, Loto, bingos y Quini 6- bajaron un 17 % con respecto al año pasado. En la región, la situación es peor. |
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| La crisis económica llegó también a los juegos de azar y puso en jaque al viejo mito de que era precisamente la escasez de dinero lo que movilizaba a la gente a las agencias de quiniela y lotería. Según cifras oficiales de Lotería Nacional, en el primer trimestre del año las apuestas en los principales juegos -quiniela, loto, bingos y quini 6- bajaron un 17 por ciento con respecto al mismo período del año pasado. La región, no escapa a esta situación. Así, en Río Negro la caída en la cantidad de apuestas alcanza el 25 por ciento, principalmente en quiniela. Los agencieros de la provincia están preocupados por la continuidad de la crisis. "El hecho de que Lotería Nacional también haya bajado el precio de la apuesta mínima a 50 centavos es un fiel reflejo de la crisis que se vive", asegura Norberto Navarro, de la Asociación Rionegrina de Lotería (ver aparte). En el país, la excepción a la regla la constituyó el joven casino flotante, que en ese mismo período registró ventas por 164,6 millones de pesos, un 39 por ciento más que en los primeros meses del 2000. El resto de los juegos se llevó 223,2 millones de pesos, 4,3 millones menos que en igual período del 2000, cuando las ventas se situaron en 269,1 millones de pesos. Esto demuestra que ya no corre la creencia de que la gente juega más cuando no tiene plata, pero sí es de destacar que hay una mayor cantidad de apostadores los días en que los pozos son varias veces millonarios. De esto se deduce que lo que el común de los mortales argentinos pretende es simplemente "salvarse". La baja de este primer trimestre es proporcionalmente mayor a la registrada en el 2000 con respecto a 1999, otra vez sin contar el casino que empezó a operar en octubre de 1999 y que registró ventas por 1.100 millones para luego bajar en el 2000 a 1.000 millones de pesos, es decir un 13 por ciento menos. En el resto de los juegos, la caída se hizo sentir más, con el quini 6 a la cabeza de las mermas con una baja del 43 por ciento respecto al primer trimestre del 2000 (8,9 millones de pesos en ventas en el 2001 contra los 15,8 millones de pesos del año anterior). Siguió en la lista el loto, cuya facturación cayó de 200 millones de pesos que había alcanzado en el primer trimestre del 2000 a los 84 millones actuales. La quiniela poceada aparece en tercer lugar con una caída del 29 por ciento, los bingos en cuarto lugar con un 11 por ciento y la quiniela en un quinto lugar con una merma del 9 por ciento. Cabe destacar que la quiniela representa el 70 por ciento de la facturación de las agencias de lotería. Los juegos más chicos también corrieron la misma suerte: la Solidaria vendió un 16 por ciento menos (de 1,4 millones a 1,2 millones). No obstante, al contrario de lo que se cree, esta baja generalizada se vio compensada con la performance ya mencionada del casino flotante, y las arcas del Estado pudieron mantener su recaudación. Lamentablemente, en este escenario el juego clandestino se lleva el mayor bocado, al mover, según los expertos, unos 1.000 millones por año sin dejar que ingrese al fisco ni un sólo centavo. Se estima que el Estado deja de recaudar 300 millones de dólares anuales en concepto de impuestos por este motivo. Existe un proyecto del justicialista Daniel Scioli, que está bajo análisis en Diputados, que preve penas de uno a seis años de prisión para quienes lucran con el juego ilegal. (Télam y AR) En Río Negro, las apuestas cayeron un 25% ROCA (AR).- "En estos meses se puede hablar en Río Negro de una baja de casi el 25 % en todas las apuestas, sobre todo en la quiniela y no hay perspectivas de que la situación vaya a cambiar". El desalentador pronóstico pertenece a Norberto Navarro, presidente de ARALYQ (Asociación Rionegrina de Agencias de Lotería y Quiniela) que atribuye el bajón "por un lado a que siempre en esta parte del año la gente apuesta menos porque ya nadie tiene plata, luego del fin de la temporada en los galpones de empaque. A eso se suma la profunda crisis económica que estamos viviendo, que disminuyó mucho el consumo en todos los sectores". |
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