Sábado 22 de setiembre de 2001

 

Negocian con TermoRoca para no subir la energía

 

Los directivos de Edersa no hablan de aumento, sino de adecuación.

  CIPOLLETTI (AC) - La renegociación del contrato de compra de energía que une a Edersa con la generadora TermoRoca -con precios superiores a los de mercado- podría ser una de las maneras de no trasladar al cliente el incremento en la tarifa que analiza el ente regulador EPRE.
Los rionegrinos que son atendidos por Edersa (toda la provincia menos Bariloche y Río Colorado) pagan una tarifa proporcional al costo de compra de energía que tiene la empresa.
El contrato de concesión del servicio de distribución de la electricidad incluía, al momento de la adjudicación, un contrato de compra de energía a un precio fijo a TermoRoca, la central ubicada a 11 kilómetros de Roca que pertenece a Turbine Power Company SA.
La compra de energía tiene una participación del 35% en el monto total de la facturación de la distribuidora.
El contrato de concesión de 1996 establece que cada cinco años el Ente Provincial Regulador (EPRE) debe revisar la tarifa. En ese proceso se encuentra ahora.
La distribuidora, a través de su presidente Marcelo Filgueira y su gerente general Germán Henríquez, prefirió no mencionar la palabra "aumento" y optaron por "adecuación". Sostienen que un servicio de calidad debe ser reconocido en la tarifa.
El titular del ente, Enrique Oherens, es igual de reticente a hablar del tema y, cuando lo hizo, se limitó a decir que el reconocimiento de los costos de la empresa no debe ser financiado ni por el Estado ni por los clientes.
El 72% de la energía que compra Edersa proviene de TermoRoca y por ella paga 32 milésimas de dólar el kw/hora, incluida la potencia. Una fuente de la distribuidora calculó que si se saliera a comprar en el mercado mayorista, podría obtenerse un precio 15% menor.
Según un vocero de Edersa, la pretensión de la empresa de que "la tarifa refleje los verdaderos costos" podría ser compensada en parte por un descenso en el costo de la compra de energía.
"Si el aumento debiera ser del 2% -por ejemplo-, la mitad podría cubrirse con una renegociación del contrato con TermoRoca" y el resto trasladarse a la tarifa, razonó el vocero.
De todos modos, Edersa -que pertenece a la estadounidense PSEG y la argentina Camuzzi- aspira a obtener del EPRE un reconocimiento tarifario sobre el 34% de la facturación que corresponde al costo de la distribución y no sobre la compra de energía. El acuerdo Edersa-TermoRoca es similar al que firmó, a principios de la década del 90, la cooperativa neuquina CALF con la central térmica Alto Valle, cuando la generadora fue privatizada y concesionada a la estadounidense Dominion Energy.
Ese acuerdo llegó a ser modificado bajo la anterior gestión de la cooperativa aunque su esencia sigue en vigencia: CALF compra a Alto Valle la mayor parte de su energía aunque no se genere en su usina de la zona del puente.
El precio medio de la energía que compra Edersa está muy por encima del que pagan otras distribuidoras del país e incluso de la media nacional.
Esa es la información que suele proporcionar la empresa, que también sostiene que su tarifa es una de las más bajas del mercado nacional; sólo se colocan debajo de la rionegrina la porteña Edesur, la entrerriana Edeerse (que pertenece a PSEG) y el estatal neuquino EPEN
   
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