Lunes 10 de setiembre de 2001
 

Las principales empresas de Juan de Dios

 

Son más de una docena y algunas tienen fuertes deudas.La mayoría fue demandada o registra concursos preventivos.Cristalería La Esperanza bate récords de pedidos de quiebra.

  Juan de Dios Rodríguez maneja algo más de una docena de empresas en el país, de las cuales poco se sabe. Mantiene sobre ellas el mismo bajo perfil que tiene para su persona.
La nómina de firmas que están directa e indirectamente bajo su dirección es extensa: Envases del Plata, Vitra Argentina, Rodal, Deadoro, Filtrona Argentina, Fadeal, Cristalerías de Cuyo, Cristalería La Esperanza, Lital, Ameyca, Caele, La Superiora, Viñedos y Bodegas Banespa, Hojalatería Mecánica Gran Oeste Argentina, Pheridon y Emery.
Su grupo está integrado además por la firma Juan de Dios Rodríguez SACIFAMI. Según algunas fuentes, esta empresa dejó de operar en 1994, pero desde entonces registró al menos seis pedidos de quiebra. Según consta en la Justicia de San Luis, su presidente -Juan de Dios Rodríguez- se presentó el 3 de agosto de 2000 a solicitar la apertura del concurso preventivo, y la junta de acreedores fue convocada para marzo pasado.
Si algo relaciona a todas las firmas vinculadas con el empresario es que han sido demandadas en varias ocasiones, varias de ellas registran concursos y pedidos de quiebra, y alguna hasta es considerada incobrable por el sistema financiero. Sin duda la que bate los récords es Cristalería La Esperanza, que registra 45 pedidos de quiebra.
Cristalerías de Cuyo, Vitra, Envases del Plata, Cristalería La Esperanza, Caele y otras, comparten incluso el domicilio de Guillermo Marconi 1.035 en El Palomar, provincia de Buenos Aires.
Aunque en un porcentaje minoritario, Rodríguez tiene también intereses en Alpat, que tantos desvelos ha provocado y provoca a los rionegrinos.

Las deudas

La base estadística del Banco Central muestra que las empresas de Juan de Dios Rodríguez tienen fuertes deudas con el sistema financiero: más de 17 millones de pesos.
Vitra Argentina (fábrica de envases de vidrio) y Envases del Plata (fábrica de films de polietileno y envases de aluminio), las dos principales empresas del grupo, se llevan cerca de 70% del total de la deuda, que se encuentra registrada en el sistema en "situación normal".
Por otra parte estas dos firmas facturan alrededor de 52 millones de dólares al año, conforme a los informes parciales que se observan en los balances de las empresas en cuestión.
Se podría arriesgar que, pese a la poca información que presenta el grupo, está facturando con todas sus empresas más de 60 millones de dólares al año.
Deadoro S.A. es una firma que elabora envases metálicos y es otra de las fuertemente endeudadas del grupo: el sistema financiero es acreedor en 2.200.000 dólares.
Información bien chequeada a la que accedió "Río Negro" indica que a partir de julio del "95 le fueron cerradas todas las cuentas bancarias por la emisión de cheques carentes de fondos. El análisis del BCRA sobre las deudas bancarias de Deadoro señala que las mismas son irrecuperables, ya que se encuentran en categoría 5 y 6 (deudores que a su vez son morosos de entidades financieras liquidadas y registran con las actuales moras por más de 180 días).
Fadeal S.A., empresa que también se dedica a la fabricación de envases de aluminio, presenta una deuda del orden de los 1.400.000 pesos. Figura como incobrable en el sistema financiero (categoría 5).
Lo llamativo es que, si bien todas las empresas de Rodríguez se encuentran ligadas a la industria del envase, la cámara que agrupa a este sector está desinformada sobre la participación de las firmas en el mercado nacional.
Cristalerías de Cuyo S.A. se dedicaba a la fabricación de envases de vidrio. Después de varias demandas en su contra, en 1986 solicitó su concurso preventivo y en 1995 le fueron cerradas las cuentas bancarias por emisión de cheques sin fondos. Su caída fue de las más resonantes y escandalosas de Mendoza. Una de la razones de tamaña calificación fue que el juez de la quiebra autorizó inexplicablemente que, mientras ésta se sustanciaba, la fallida alquilara su planta industrial a Vitra, otra de las empresas del grupo Juan de Dios Rodríguez, por nada menos que veinte años. Así, cuando a pedido de los acreedores se intentó vender el bien inmueble para saldar las deudas de la firma, el precio sólo podía ser vil, ya que ningún comprador genuino adquiriría el edificio con un inquilino por dos décadas. Sin que nunca se investigara la motivación que tuvo el juez para autorizar la medida que tan grave perjuicio causó a los acreedores de Cristalerías de Cuyo, el magistrado dejó la función judicial hace más de un año, retirándose a disfrutar de un holgado pasar.
También terminó con similar destino Cristalería La Esperanza, a la cual le fueron cerradas las cuentas y entre 1986 y 1987 pidió y tramitó su concurso preventivo, abonando luego las cuotas pactadas con sus acreedores.
Lital registró numerosas demandas entre 1982 y 1993. En 1971 pidió su concurso preventivo. Cristalerías La Esperanza sumó, a los 45 pedidos de quiebra registrados en su contra, una solicitud de concurso en 1986 de la que salió cumpliendo con los acreedores. En octubre de 1999, no obstante, se le decretó la quiebra, que aún sigue en trámite. A sus responsables les han sido cerradas las cuentas bancarias en varias oportunidades por librar cheques carentes de fondos.

En el "97 se borró casi todo vestigio de Rodríguez en Rocafé

Es indiscutible que durante unos años, Juan de Dios Rodríguez fue el -ciertamente bastante indiferente- propietario de la mayoría accionaria de Rocafé.
En la Dirección de Personas Jurídicas de la provincia figuraban como accionistas él y su hijo Daniel Hugo. Pero no integró el directorio.
Desde hacía unos años, éste estaba presidido por Rubén Lago, el ex gerente que desde su desvinculación de la firma ejerce como competidor ofreciendo maquinitas expendedoras de café y bebidas. Como vicepresidente figuraba Vicente Tronelli, un antiguo empleado de la firma que sigue desempeñándose allí como encargado de despacho.
Como director suplente constaba Ernesto David Rodríguez, un roquense que trabajó en la empresa hasta hace un tiempo. Completaba el directorio Daniel Hugo Rodríguez, uno de los dos hijos varones de Juan de Dios Rodríguez y el más afecto a los números. Su hermano se ocupa de la parte operativa de otras empresas del grupo ubicadas en el Gran Buenos Aires.
Fue en agosto de 1997 cuando prácticamente se borra todo vestigio del dominio de Rodríguez al frente de Rocafé y aparece en escena la enigmática firma Valle Montuoso S.A y un grupo de desconocidos personajes.

Inhibición de bienes vigente

En el Registro Público de Comercio de la Segunda Circunscripción Judicial de Río Negro consta sólo información de muchos años atrás sobre Rocafé. Lo único nuevo es una inhibición de bienes que fue inscripta por resolución judicial a pedido del Banco Central de la República Argentina, hace algo más de un año. El abogado roquense que la registró a pedido del Central es Santiago Hernández, quien afirmó que el oficio no permitía conocer la razón de la medida dispuesta.

foto: La planta de Envases del Plata, la principal empresa de Juan de Dios. Comparte domicilio con otras del grupo, en la localidad de El Palomar, Buenos Aires.

   
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