Zapala aceptó la oferta un día después de haberla rechazado

La algarabía de la multitud colmó la plaza de la ciudad.La propuesta se convertirá en ley esta semana.

Horacio Quiroga teme un "efecto cascada"

NEUQUEN (AN).- Los acuerdos logrados entre el gobierno y Zapala producirán un "efecto cascada" en las localidades con problemas, al tiempo que creará la "falsa expectativa de que los recursos de la provincia son ilimitados", dijo el intendente de esta capital, Horacio Quiroga.
Quiroga, que, como su colega Raúl Podestá, llegó al poder a través de la Alianza -aunque milita en el radicalismo-, rechazó como mecanismo válido la constitución de "fondos de reparación histórica" en función de las experiencias previas, en la provincia y en el país. En ámbito neuquino, indicó que la cesión del yacimiento El Mangrullo y otros beneficios comparativos para Cutral Co y Plaza Huincul no mejoraron la situación de esas localidades.
Además, el gobierno provincial "firmó un compromiso de muy difícil cumplimiento" que aumentan los problemas y la deuda de la provincia. Dijo que "más allá de la alegría momentánea" por el acuerdo, no se resolverán las situaciones de fondo de Zapala, porque es "exactamente igual a lo que ocurrió con Cutral Co".
Volvió a criticar la metodología del piquete como idónea para obtener resultados porque "no puede solucionarse algo con un corte de ruta". En cambio, exhortó a mantener la racionalidad en las negociaciones e indicó que los gobernantes "más que buenos, deben ser justos, y esto no es justo porque desborda las posibilidades reales" de la provincia.
Se trata de "mirar al futuro, porque no hacerlo pone en riesgo" la economía neuquina y, en lo relativo a los fondos de reparación histórica, recordó que si los destinatarios de esos beneficios tienen que ser los habitantes, tendrían que aplicarse a Neuquén capital -que "aumentó su población cuando el ex gobernador Pedro Salvatori vendía a la provincia como la Japón de Argentina"- y Rincón de los Sauces.

El festejo fue con cumbia

ZAPALA (AZ).-Las banderas argentinas que se agitaban mientras de fondo retumbaba la melodía de la "cumbia del piquetero" era la postal que dominaba la otoñal tarde en el centro de esta ciudad. Minutos antes se había acordado el cese del bloqueo y los manifestantes lo festejaban bailando y abrazándose en plena avenida San Martín mientras, a metros, sus líderes sellaban la paz con el gobierno de la provincia.
La alegría y el cansancio se notaban en cada uno de los rostros todavía ennegrecidos por el hollín de los neumáticos que quemaban para calefaccionarse. El relajamiento que sobrevino a la resolución del conflicto tuvo picos de catarsis para muchos de los manifestantes. Una mujer, envuelta en una bandera nacional, reconoció entre lágrimas de emoción que "costó pero valió la pena por nuestros chicos".