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Sábado 8 de setiembre de 2001 | |
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Nueva regulación para los artesanos |
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Permanecerán en la actual ubicación en Bariloche. |
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| SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Luego de un prolongado análisis, el Concejo Municipal de Bariloche aprobó una nueva reglamentación para la feria local de artesanos, quienes ahora tendrán una nueva serie de garantías y derechos pero también deberán pagar un canon mensual para montar sus puestos. Aunque figuraba en el texto inicial, presentado por el edil Claudio Lueiro (PPR), no prosperó la intención de trasladar la feria al bulevar Independencia, que une la plaza del Centro Cívico con la intendencia del parque Nahuel Huapi. El sitio reservado a los artesanos seguirá siendo la esquina de Moreno y Villegas, donde ya existen comodidades para unos 50 puestos y el municipio deberá adecuar el predio para albergar a un número mayor. La regulación prevé la caducidad instantánea de todas las habilitaciones vigentes hasta ahora. Desde entonces se practicará un reempadronamiento en el que los artesanos serán inscriptos nuevamente por la dirección de Cultura, que les extenderá permisos renovables anualmente. Habrá dos categorías posibles: los artesanos residentes y los visitantes. Los primeros pagarán un canon mensual de 25 pesos, más 1 peso por día de ocupación destinado a la "limpieza y mantenimiento" del lugar asignado. Los residentes en cambio pagarán cinco pesos diarios. Según la ordenanza serán considerados productos artesanales "las piezas, artículos o productos elaborados en cuaquier material, que no hayan sido obtenidos mediante un proceso industrial desde su inicio al fin, y que presenten un alto grado de transformación y valor agregado". También puntualiza que la utilización de máquinas y herramientas "podrá ser aceptada como complemento y no deberá influir sustancialmente en el resultado final" del producto. El acceso y distribución de espacios en la feria estará a cargo de la dirección de Cultura, que podrá disponer también un sistema de rotación. El articulado incluye un régimen de sanciones para los infractores, los requisitos para conformar una comisión de artesanos y la posibilidad de que los inspectores municipales visiten periódicamente sus talleres de producción. En los considerandos, la nueva norma admite que la confección y venta de artesanías es un paliativo contra la desocupación. También observa que la comercialización de productos elaborados en forma manual "posibilita la reducción de costos por la eliminación de intermediarios", favoreciendo al productor y a sus clientes. Otro argumento a favor es que servirá como atracción turística en pleno centro de la ciudad, como ocurre por ejemplo con la feria de El Bolsón. La abundancia de artesanos generó en los últimos años numerosos conflictos y denuncias por los presuntos "derechos adquiridos" por los más antiguos impulsores de la feria y los "recién llegados", que reclamaban su lugar. Algunos llegaron a presentar un recurso de amparo -con resultado favorable- para que les permitan colocar su puesto. La degradación del espacio previsto en Moreno y Villegas y los desacuerdos por el lugar también provocó la aparición de muchos artesanos y artistas que ofrecen sus productos en la calle Mitre o en cualquier rincón del Centro Cívico. |
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