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Sábado 1 setiembre de 2001 | |
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Cauta reacción de escuelas privadas por la caída del subsidio |
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En Bariloche los colegios estudiarán el nuevo cuadro para ajustar costos y tratar de que los aranceles no varíen tanto. |
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| SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La desaparición a partir del año próximo de los subsidios que reciben las escuelas privadas generó fuerte preocupación entre los directivos de los establecimientos, pero ninguno quiso adelantar qué ocurrirá con los aranceles y la matrícula de alumnos. En los cuatro colegios consultados por este diario aseguraron que estudiarán detenidamente el nuevo cuadro de situación para ajustar al máximo sus costos y modificar los aranceles lo menos posible. Cuando comenzaron a recibir a comienzos de 2000 el aporte provincial para pagar los sueldos docentes de la planta funcional, las escuelas bajaron sus cuotas un 40 por ciento. Pero la cantidad de familias que mandaron a sus hijos a las escuelas privadas no aumentó de la manera esperada. Según un estudio de la Unter, de cotejar la inversión del Estado con la cantidad de alumnos incorporados con los nuevos aranceles se desprende que cada chico en este grupo de escuelas le costó a la provincia el triple de lo que desembolsa para brindarles educación en el sistema público. El administrador del instituto Dante Alighieri, Guillermo Piantoni, reconoció que deberán subir las cuotas, "pero no necesariamente en la misma proporción" que la baja registrada dos años antes. Actualmente en ese colegio el arancel varía entre los 87 y los 180 pesos, según los niveles. Dijo que "la situación económica es mala de por sí y seguramente habrá una retracción en la matrícula. Aunque tal vez no sea inmediata, porque las familias que tengan un chico a punto de terminar harán el esfuerzo de mantenerlo en la escuela". Tanto para Piantoni como para Esteban Cohen, director del colegio Woodville (donde el arancel promedio es de 200 pesos), la desaparición de los subsidios "es un tema que está bajo análisis y es prematuro predecir lo que va a suceder". Según Cohen, los proyectos edilicios que tenga cada escuela no se resentirán por esta decisión "porque el dinero sólo es para cubrir sueldos docentes y no tiene nada que ver con esas inversiones". También en los colegios Castex (cuotas entre 65 y 100 pesos) y en el Primo Capraro (160 pesos en promedio), fueron cautelosos e incluso sospechan que la quita del aporte podría revertirse. A pesar de esas especulaciones, todavía es una incógnita cómo cubrirá el gobierno provincial el déficit de infraestructura escolar que arrastra en Bariloche, y que se agravará con la migración desde el sector privado. Hasta ahora sólo hubo promesas pero ningún anuncio firme de nuevas obras. El subsidio fue cuestionado desde el inicio por el gremio docente y por algunos legisladores, que lo consideraron inconstitucional. |
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