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El ex rey afgano, eje de la estrategia política
Escenario
La bella villa en el barrio residencial romano del Olgiata, donde el ex rey -de 86 años de edad- vive en el exilio desde hace 28 años, es el escenario de las negociaciones. En las últimas horas llegó a la capital italiana una delegación de líderes de las principales tribus afganas, otra de la Alianza del Norte (el ejército del ex comandante Massud que controla el 10 por ciento de ese país) y también una comitiva de alto nivel enviada por la Casa Blanca.
Las partes procuran que la figura y el carisma del rey obre como garante del proceso de pacificación de la Afganistán Post-Talibán y la creación de un Consejo Supremo para un futuro gobierno de transición.
Más allá de estos dos aspectos, la situación es extremadamente confusa y son evidentes las diferencias que existen entre los jefes tribales y los combatientes de la Alianza del Norte.
El jefe de la delegación de la Alianza del Norte, Yosnou Kanuni, dijo que "la paz puede llegar sólo si la comunidad internacional se compromete con los movimiento afganos, dejando fuera a Pakistán".
Así, una participación excesiva de Islamabad en la política interna afgana "sólo puede traer sólo problemas y se podrían esperar atentados todavía más graves de los que sufrió el 11 de setiembre Estados Unidos", dijo Kanuni.
Sin embargo, Kanuni se mostró abierto sobre el papel que debería jugar el ex rey: "puede tener un rol en la integridad nacional, en la unidad y en la posibilidad de que se forme un gobierno provisorio".
El monarca rehuyó el contacto con la prensa, pero su vocero precisó que no tiene "ambiciones personales", ni se considera "un candidato" para un eventual retorno de la monarquía en Afganistán.
La delegación de las principales tribus afganas, al término de la reunión con el ex rey, explicó que el objetivo de las conversaciones en Roma es el de acordar los modos y las formas de llevar "seguridad" al país asiático, movilizando a la población para conformar un "gobierno de transición".
"El rey es el único personaje reconocido y muy respetado", sostuvieron. (ANSA)
Talibanes niegan incursión
Peshawar/Islamabad (dpa) - El gobierno talibán en Afganistán rechazó ayer reportes que señalaban la presencia de soldados extranjeros en las áreas controladas por el régimen islámico, al decir que son falsas y una táctica de propaganda.
"Ni americanos, ni paquistaníes ni otros soldados extranjeros han entrado en Afganistán", dijo el embajador talibán en Pakistán, mullah Abdul Salam Zaeef, a la agencia noticiosa Afghan Islamic Press (AIP).
"Es propaganda errónea dirigida a difamar al talibán", añadió.
Los reportes, según el mullah, están destinados a crear la falsa impresión de que el régimen talibán de línea dura está dispuesto a negociar un acuerdo respecto a Osama ben Laden -buscado por Estados Unidos por ser el supuesto instigador de los atentados terroristas del 11 de septiembre- y al que los talibán se niegan a entregar. "El Emirato Islámico (del Talibán) está totalmente alerta para defender el suelo patrio", añadió el mullah.
Los talibán negaron los reportes sobre la presunta captura tres soldados estadounidenses y a dos afganos con nacionalidad estadounidense.
"Necesitamos ayuda"
El derrocado rey Zahir de Afganistán, en el exilio en Roma, afirma que el pueblo afgano "no es responsable de los atentados" terroristas en Estados Unidos y "debe ser ayudado para poder liberarse" del régimen talibán. "La liberación del pueblo afgano garantizará la paz y la estabilidad en Afganistán", dijo Mohamed Zahir Shah al vespertino francés "Le Monde". Zahir, quien reinó desde 1933 hasta el golpe de Estado que le depuso en 1973, indica que quiere volver a Afganistán y convocar la "Loya Jirga" (Consejo de Ancianos), asamblea de todos los grupos étnicos afganos que sería la encargada de elegir un gobierno de transición.
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