Jueves 27 de setiembre de 2001

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EE. UU. prefiere las "manos libres" para la represalia

 

La ofensiva comenzaría en dos semanas

 

En ese lapso, Estados Unidos tendría preparados ya sus barcos, aviones y tropas en el golfo Pérsico y los países fronterizos con Afganistán. Sin embargo, no descartan que en esta "nueva guerra" ya hayan comenzado a operar comandos y servicios de inteligencia, en especial en el norte de ese país. Las fuerzas especiales tendrán un rol clave, dicen.

  WASHINGTON.- Las voces oficiales permanecen en silencio, pero los analistas dicen que las señales -movilización militar, formación de una coalición y los pronósticos del clima- apuntan a un ataque estadounidense en Afganistán en las próximas dos semanas.
La guerra será un conflicto "distinto" pues no tendrá un comienzo propiamente dicho (si es que ya no ha se ha iniciado) y podría no tener final.
Desde los ataques del 11 de septiembre en Nueva York y Washington, Estados Unidos ha dado pasos para formar una coalición con miras a poner fin a los grupos extremistas e interceptar los recursos financieros de los sospechosos. Pero la estrategia estadounidense que muchos esperan, un ataque militar, no se ha materializado todavía, pese a la fuerte presión de un pueblo norteamericano que quiere tomar represalias
El secretario de Defensa Donald Rumsfeld dice que la lucha contra el terrorismo involucra "una serie de problemas mucho más sutiles, esfumados, difíciles y oscuros".
Todo permite pensar que no habría un ataque sobre Kabul, como ocurrió en la Guerra del Golfo, en la noche del 17 de enero de 1991 cuando, al vencer el ultimátum,se bombardeó Bagdad.
En cambio es más probable que la iniciación de las "hostilidades sea confiada a incursiones de comandos, que pudieron haber comenzado en secreto, especialmente siguiendo la ofensiva de la guerrilla en el norte de Afganistán, o el envío de aviones de reconocimiento al territorio.
Se cree que los principales objetivos de un ataque militar son Osama ben Laden, su organización Al Kaidah (La Base) y el gobernante movimiento Talibán, que alberga a Ben Laden.
Los analistas dicen que la primera ronda de ataques formales podría ser dentro de unas dos semanas para evitar el debilitamiento de la coalición mundial , y también razones más prácticas -las nevadas de octubre en Afganistán.
"¿Cuánto tiempo se podría mantener una coalición para nuestra guerra contra el terrorismo? ¿Cuánto tiempo se podría mantener el consenso estadounidense en torno a la guerra contra el terrorismo mientras no haya más que diálogo?", dijo Bill Taylor, un experimentado consejero en asuntos de seguridad internacional.
Dos datos importantes a considerar son: en primer lugar, los grupos navales están aún en movimiento y el desplazamiento al teatro de las operaciones de las fuerzas de aire y tierra no ha concluido; en segundo término, el llamado a los reservistas (35.000) comenzó, pero hasta el martes fue de 14.000 personas.
Los analistas esperan que la primera ronda incluya ataques aéreos contra Afganistán, tal vez para cubrir las operaciones especiales hacia el territorio montañoso, lleno de cuevas.
" También atacaremos los objetivos de gran significado militar y simbólico", dijo Taylor, entre los que incluyó los cuarteles del Talibán en Kabul, que ya fueron evacuados.
Estados Unido continúa desplazando sus fuerzas en la región cercana a Afganistán, un país más pequeño que Texas, y fronterizo con Pakistán, Tayikistán, Uzbekistán, Turkmenistán, Irán y China.
"Este es un lugar difícil de alcanzar, de modo que hay que acortar la distancia", dijo Korb, un ex asistente de Defensa.
EE.UU. ya cuenta con bases alrededor de Afganistán para lanzar acciones militares e identificar objetivos que pueden ser impactados exitosamente, dijo.
"Porque lo peor que puede ocurrir sería incursionar, bombardear el lugar, matar a civiles y que después ben Laden se presente en la televisión al día siguiente", dijo Korb.
De todos modos "si su reserva (de ben Laden) de seguidores es disminuida sustancialmente, él será menos efectivo ", agregó Korb. "Ese tipo de acción militar puede ser valiosa". (Reuters/ANSA)

La mística de los comandos

Las fuerzas especiales de Estados Unidos han luchado en todas partes del mundo, desde las selvas de Vietnam hasta el desierto de Irak, y son conocidas por su valor, su capacidad de lucha y su forma independiente de operar.
Los rostros pintados de negro, las misiones secretas y las armas de alta tecnología están rodeadas de una mística que fascina al público ya los aficionados a los asuntos militares.
Esa reputación podría verse a prueba, ya que las fuerzas especiales -Boinas Verdes, "Rangers" y "SEALS" de la marina- deberán jugar un papel vital en la operación contra el terrorismo que planea Bush.
Están entrenados para operar detrás de las líneas enemigas, usualmente en pequeños grupos. Aprenden a combatir mano a mano y cómo sobrevivir de la tierra, pero también se especializan en idiomas, en el trabajo con la gente local y en tácticas psicológicas. Las fuerzas especiales de hoy día evolucionaron durante la presidencia de John F.Kennedy "Se adjudicaron una imagen mística en la Guerra de Vietnam", dijo Clifford Egan, profesor de historia. El Ejército, la Marina, la Fuerza Aérea y los Marines de Estados Unidos cuentan con unidades organizadas de este tipo. Los Boinas Verdes, lo únicos con el nombre de Fuerzas Especiales, pueden operar en cualquier ambiente y bajo condiciones muy duras. Deben tomar decisiones propias y resolver problemas con rapidez.

     
     
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