Jueves 27 de setiembre de 2001

 

Paralización e incidentes en Entre Ríos

 

Aprobaron la creación de un bono provincial para descomprimir la situación

  PARANA.- En medio de un clima convulsionado por protestas en distintas ciudades, se cumplió ayer la primera de las tres jornadas de paralización de la actividad estatal dispuesta por el gobierno de Entre Ríos para ahorrar fondos.
En un intento por descomprimir la situación, la Cámara de Diputados aprobó en general el proyecto de creación de un bono provincial.
Las escuelas de la provincia no abrieron sus puertas, la mayoría de los hospitales cumplieron sólo guardias mínimas y la administración estuvo paralizada, debido al decreto que ayer rubricó el gobernador, Sergio Montiel al alegar falta de fondos.
El gobernador es proclive a las acciones audaces y muestra un temperamento fuerte. "Hay que salvar a De la Rúa de las garras de Cavallo", dijo días atrás en un acto político.
A mediados de julio, y en medio de las discusiones con las provincias por la aplicación del "déficit cero", dio la espalda a todos los gobernadores y renunció al acuerdo con Nación.
Los trabajadores de distintos gremios públicos salieron a la calle en varios ciudades para reclamar el pago de los salarios atrasados y en rechazo del pago de haberes con bonos.
La manifestación más importante se llevó a cabo frente al edificio donde funciona la Casa de Gobierno y la Legislatura provinciales, en Paraná, en medio de un poco usual operativo de seguridad.
El principal motivo de la protesta se basa en que los estatales aún no cobraron sus salarios de agosto, a excepción de la policía, en tanto que los jubilados ni siquiera percibieron los haberes de julio.
Además, los trabajadores de la provincia se oponen a que la Cámara de Diputados apruebe la ley que autorizará al gobierno a emitir 180 millones de pesos en bonos "Federales", hecho que se concretó anoche.
El gobierno de Montiel considera la creación de esos papeles como la "única salida" que tendría la provincia, encerrada entre un brutal endeudamiento, la imposibilidad total de acceso al crédito y retrasos importantes por parte de la administración central en el envío de la cuota de coparticipación.
Desde el gobierno nacional, el secretario general de la Presidencia, Nicolás Gallo, defendió la drástica medida adoptada por el mandatario entrerriano y señaló que "el gobierno de Entre Ríos, como otras provincias, está sufriendo lo que sufre todo el país que es la realidad y la necesidad de vivir con recursos más limitados y eso implica reajustes dentro de cada una de las administraciones provinciales".
Gallo elogió al gobernador entrerriano "que ha encontrado este camino, esta herramienta para reducir los gastos" y sin cuestionar el asueto dispuesto, reclamó que "hay que respetar las autonomías provinciales".
La provincia necesita 300 millones de pesos para subsistir hasta fin de año pero la pésima relación entre el gobernador Montiel y el ministro de Economía, Domingo Cavallo, hace peligrar aún más la situación financiera, admitieron fuentes de la Gobernación.
     
     
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