Gran desinterés por la elección, según los sondeos
A sólo tres semanas de las elecciones legislativas, ni los partidos ni la gente salen de la apatía general. Las encuestas reflejan con crudeza esta situación. Los políticos no exponerse -sólo recurren a los medios de comunicación- para no pasar vergüenza en actos y movilizaciones. Los atentados corrieron el eje.
"Todos los años pasa lo mismo con las encuestas. Auguran un alto ausentismo o muchos votos en blanco, pero a la hora de los comicios la concurrencia supera largamente las expectativas. A la gente en este país le gusta ir a votar", intenta minimizar Eduardo Duhalde, candidato a senador del PJ bonaerense. Sin embargo, en Gallup advierten que este tipo de sondeos se realizan todos los años. Y en ningún caso se percibieron niveles tan bajos de compromiso político de la ciudadanía.
"La crisis lleva demasiado tiempo, y se siente como una responsabilidad de todos los partidos. Empezó con Menem y sigue con De la Rúa. Los ciudadanos están desesperanzados y muchos creen que la suerte del país ya no depende siquiera de los dirigentes locales", analiza Jorge Giacobbe, director de la consultora Giacobbe & Germano.
Esa desesperanza se refleja en el desinterés. Según otra encuesta publicada el sábado último en el diario La Nación, el 80% de 1200 consultados no cuenta con información suficiente para definir su voto. Y ese desinterés público recae sobre los candidatos. Tal es así que, a pocos días de las elecciones, se siguen suspendiendo caravanas, actos, giras. Nadie quiere exponerse a la vergüenza de un auditorio vacío. "Estamos restringiendo nuestras apariciones a la televisión y a algunas caminatas donde la gente se acerque de manera espontánea", cuenta uno de los responsables de campaña de Gustavo Beliz, candidato a senador porteño.
Si la campaña ya era fría, el horroroso espectáculo masivo de los atentados en los Estados Unidos le quitó a la elección todo protagonismo. Hasta Mariano Grondona debió modificar la estructura de sus dos últimas emisiones de Hora Clave, suspendiendo los debates proselitistas entre los postulantes.
Los partidos, claro, debieron correr las fechas de actos y manifestaciones. "Esta situación le conviene a quienes están primeros en las encuestas, porque los demás van a tener muy poco tiempo para dar vuelta el voto", se preocupa Raúl Borrás, vocero de Raúl Alfonsín, candidato de la Alianza bonaerense a una banca del Senado.
En el gobierno nacional ya tienen una catarata de excusas preparada para el día después, temiendo una dura derrota electoral. Uno de los puntos centrales de ese listado será que el voto se decide de acuerdo a la situación de cada distrito. "Esta elección tendrá un fuerte tono distrital, como ya se comprobó en los comicios anticipados de Chaco y en la consulta de Córdoba. La gente aprobará o desaprobará los mandatos de los gobernadores", especifica un documento reservado elaborado por el equipo de comunicación presidencial.
Gonzalo Alvarez Guerrero
En el interior
La situación en el mapa del interior no es fácil de definir, a tres semanas de la fecha clave. Mientras se mantiene la paridad en la Capital entre los candidatos Rodolfo Terragno (Alianza), Leopoldo Bravo (ARI) y Gustavo Beliz (Frente Nuevo País), en la provincia de Buenos Aires todo parece definido a favor de Duhalde, que lleva más de 10 puntos de ventaja a sus adversarios. Alfonsín deberá pelear el segundo lugar.
Pero, según los analistas, el holgado triunfo de Duhalde apenas le daría algo de aire a la golpeada gestión de Carlos Ruckauf. Hay quienes aseguran que Duhalde, de obtener los resultados que auguran los sondeos, podría rediseñar su estrategia futura. Hasta aquí su intención es construir el camino para volver a la gobernación bonaerense en el 2003, pero si el electorado le da su apoyo, insistiría con la Presidencia. "Eduardo tiene un acuerdo con Ruckauf para apoyarlo en las próximas presidenciales, y no lo romperá. Ahora, si la candidatura de Ruckauf se cae, Duhalde le dará pelea a De la Sota", dice un dirigente duhaldista.
Por cierto, al contrario de lo que se supone fuera de su provincia, el cordobés De la Sota no la tendrá tan simple. Su lista de candidatos no tiene nombres de gran jerarquía, mientras el candidato aliancista Mario Negri posee muy buena imagen en el electorado mediterráneo. En las encuestas el PJ va adelante, pero hay espacio para las sorpresas.
El otro presidenciable justicialista, Carlos Reutemann, está en una situación similar. Los santafesinos apoyan su gestión, pero el candidato a senador Oscar Lamberto tendrá que confrontar con el radical Horacio Usandizaga, que siempre ha hecho buenas elecciones en la provincia, excepto cada vez que le tocó enfrentarse con el propio Reutemann.
"El 15 de octubre puede ser un día singular: el de De la Rúa podría ser el Gobierno más débil de la historia argentina", avisa el periodista Joaquín Morales Solá. Algunos pesimistas, incluso, ya comparan la eventual situación del actual Presidente con los meses finales de la gestión de Isabel Perón. (A.G.)
Cavallo querelló a Carrió
El ministro de Economía, Domingo Cavallo, querelló ayer a la diputada del ARI Elisa Carrió por el presunto delito de "falso testimonio agravado" y "utilización de documento falso", y le atribuyó una imagen "vulgar y desprolija" desde la que pretende, dijo, "ofender a la clase política a la que pertenece".
Cavallo demandó a la diputada rebelde del radicalismo a raíz de una presentación judicial que Carrió formuló sobre una supuesta cuenta bancaria en el exterior del ministro compartida con el ex titular del Tesoro de Estados Unidos David Mulford.
La denuncia recayó en el juzgado federal número siete, a cargo del magistrado Rodolfo Canicoba Corral.
En una veintena de carillas, Cavallo no ahorró calificativos de inusual dureza para con Carrió, a cuya denuncia sobre supuestas cuentas del ministro -que tramita en el juzgado federal de María Servini de Cubría- calificó de "parodia".
Cavallo desmintió -ahora ante el juez- que poseyera cuentas en el exterior cuya titularidad compartía con Mulford, así como otras en el Morgan Stanley en el First Union Bank.
El ministro deslizó en su denuncia que Carrió "detrás de un enorme crucifijo" y con una "imagen vulgar y desprolija" pretende "ofender a la clase política a la que pertenece presentando ante la justicia falsos papeles". La figura penal por la que Cavallo demandó a la diputada contempla una escala de penas que llega hasta 10 años de reclusión.
En los últimos días, Cavallo y Carrió habían profundizado sus diferencias y cruzado duras acusaciones, luego de que Carrió presentara a la Justicia pruebas sobre una supuesta cuenta de Cavallo en un banco del exterior. El ministro volvió a acusar, por lo tanto, a la diputada de ser la "principal responsable de la búsqueda del caos" en el país y entendió que ella "se cree el Ave Fénix y no mide las consecuencias de sus actos porque quiere ser la próxima presidenta".
Carrió insistió en que "Cavallo es el máximo delincuente de este país", adelantó que "se viene la batalla mayor" contra el funcionario y dijo tener "la certeza de que el ministro o sus familiares tienen más cuentas en el extranjero que las declaradas oficialmente". (DYN)
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