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Un tribunal oral abrirá hoy el juicio por el atentado
Siete años después del ataque perpetrado en la Argentina, se avanza sobre la conexión local.
La expectativa generada en torno a lo que allí se revelará, los preparativos, las medidas de seguridad y la repercusión internacional del juicio es sólo comparable con lo ocurrido en 1985, cuando la Cámara Federal juzgó a las juntas de comandantes de la dictadura militar por violaciones a los derechos humanos.
El 18 de julio de 1994, la detonación de 300 kilogramos de explosivos causó 85 muertos y unos 300 heridos, además de reducir a escombros la sede de la AMIA.
A lo largo de diez meses, los jueces del Tribunal Oral 3 -Gerardo Larrambebere, Guillermo Gordo y Miguel Pons- escucharán lo que los acusados tengan que decir; los argumentos de la fiscalía para sustentar un pedido de reclusión perpetua para cinco de los procesados; las posturas de las querellas y los dichos de 1.470 testigos.
Las audiencias se llevarán a cabo en un viejo microcine de la Dirección Nacional de Vialidad -refaccionado para la ocasión- ubicado en el subsuelo del edificio de los Tribunales. Dicha sala albergará a los tres jueces del tribunal, los cuatro fiscales, quince abogados defensores, cinco querellantes, periodistas, familiares de víctimas y público.
Para reacondicionar y equipar tecnológicamente la sala, el Ministerio de Justicia invirtió cerca de 900 mil dólares, más otros 120 mil de una sala de prensa anexa para los más de 300 periodistas acreditados. Las estrictas medidas de seguridad que se anuncian será otros de los puntos relevantes del juicio. Cerca de 250 efectivos de la Policía Federal estarán involucrados, entre ellos numerosos de la Brigada de Explosivos, quienes diariamente revisarán todo el edificio .
Durante los primeros días del juicio se leerá la extensa acusación de la fiscalía y el auto de elevación a juicio del juez federal Juan José Galeano.
"El 18 de julio de 1994, a las 9.53, el coche bomba impulsado por el motor que Carlos Telleldín colocó en una camioneta Renault Traffic, explotó en la sede de la AMIA", serán las primeras palabras que se oirán hoy, a partir de las 14.30, al leerse el requerimiento de los fiscales que dará inicio a las sesiones.
Los fiscales llegan al juicio con dos certezas: la primera, el motor 2.831.467 de la camioneta usada para volar la sede de la mutual judía, que fue encontrado entre los escombros; la segunda, que el armador de autos Carlos Telleldín "lo tuvo en sus manos ocho días antes del atentado".
Dada la trascendencia del hecho, el juicio contará con la presencia de veedores u observadores que representan a distintos organismos internacionales y nacionales, que garantizarán que el atentado no quede impune y evaluarán cada uno de los pasos del debate. (Infosic, EFE)
Todos esperan que se rompa el pacto de silencio
Los fiscales del caso AMIA apuestan a que se rompa la cadena de silencio que existe entre los imputados en la llamada "conexión local" de ese ataque y se muestran "muy optimistas" ante el desafío de probar que cinco de los acusados fueron partícipes necesarios en el atentado .
Sin embargo, temen enfrentarse con un problema que podría traerles dolores de cabeza: que muchos de los testigos que fueron claves en la instrucción no repitan con la misma precisión su dichos frente al tribunal oral.
"En la instrucción hay pruebas suficientes para demostrar la participación de esta gente en el atentado y para que cinco de los imputados sean condenados a las penas de reclusión o prisión perpetua, pero de acuerdo al sistema penal vigente esas pruebas deben volver a ser recreadas en el juicio oral", explicó el fiscal Nisman.
El presidente de AMIA y familiares de víctimas también espera que se rompan los pactos de silencio. Hugo Ostrower (AMIA), se mostró confiado que en el proceso "surjan una serie de cuestiones que no estaban en el tapete". Si bien el directivo no quiso dar nombres, afirmó que "puede surgir cualquier cuestión en el juicio que resulte imprevista a los ojos de quienes no estén al tanto de la situación profundamente" y en todo momento advirtió que "esto es una hipótesis".
Los principales datos de una causa que se actualiza
Los siguientes son algunos datos del juicio oral por el atentado terrorista contra la AMIA, que comienza hoy: -
* El ataque fue el 18 de julio de 1994, causó 85 muertos y 300 heridos.
*El juez Juan José Galeano, a cargo del expediente, determinó que fueron utilizados 300 kilogramos de explosivos colocados en un coche bomba.
*El Tribunal Oral Federal Número 3, que llevarán adelante el juicio, son los jueces Miguel Pons, Gerardo Larrambebere y Guillermo Gordo.
*El juicio abarca solamente la denominada "conexión local" del atentado y el juez Galeano continúa la investigación para identificar a los autores intelectuales y materiales del hecho.
*En el proceso hay 20 personas acusadas, cinco de las cuales fueron consideradas "partícipes necesarios" del hecho por Galeano y los fiscales.
*Los principales acusados son el civil Carlos Alberto Telleldín, el ex comisario de la bonaerense Juan José Ribelli y sus antiguos subordinados en esa fuerza Raúl Ibarra, Anastasio Leal y Mario Barreiro, a quienes los investigadores vinculan con la preparación y entrega del coche bomba.
* Los otros 15 acusados, entre los que también hay ex miembros de la policía de la provincia de Buenos Aires, fueron responsabilizados de graves delitos conexos.
*Ante el tribunal desfilarán 1.500 testigos. Siete de ellos declararán bajo reserva de identidad. El expediente tiene 130.000 folios y fue elevado a juicio oral por Galeano en el año 2000.
* Los acusados estarán representados por 15 abogados, mientras que la parte querellante quedó divida en tres grupos: los letrados de la AMIA y la DAIA, por otro la asociación de familiares de víctimas y en un tercero otro grupo de familiares llamado "Memoria Activa".
La conexión local
El juez Galeano elevó a juicio oral sólo la parte relacionada con la conexión local, ya que él continuará la investigación de la denominada "pista iraní" o del seguimiento de fundamentalistas islámicos que pudieron haber intervenido en la toma de decisión y apoyo logístico para la realización del atentado.
La teoría de la existencia de la conexión local está fundamentada en que policías -comandados por el ex comisario Juan José Ribelli- y civiles integraban una organización delictiva dedicada a comercializar autos robados, uno de los cuales -la camioneta Traffic- se la entregaron a los terroristas que volaron la AMIA.
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