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EE. UU. cree que el plan de los suicidas era más amplio

Ahora deben negociar Sharon-Arafat

Tras la fuerte presión de los EE. UU., Israel suspendió todas sus "operaciones ofensivas" contra palestinos luego del anuncio de Yasser Arafat de un cese del fuego y de su decisión de formar parte de una coalición internacional contra el terrorismo. Palestinos del ala dura acusaron a Arafat de querer congraciarse con EE. UU.

JERUSALEN (EFE).- El primer ministro israelí, Ariel Sharon, y el presidente palestino, Yaser Arafat, ordenaron a sus respectivas fuerzas de seguridad un alto al fuego que, en caso de respetarse, puede restablecer el proceso de paz entre ambos pueblos.
La orden de Sharon, confirmada por fuentes castrenses, se produjo unas horas después de la impartida por Arafat, presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), y anunciada en Gaza tras un encuentro con cuarenta diplomáticos, entre ellos varios de países árabes.
Sharon prometió poner fin a las devastadoras operaciones de represalia del Ejército israelí en respuesta a ataques palestinos, sobre todo contra jefaturas de los organismos de seguridad de la ANP en Gaza y Cisjordania, si Arafat proclamaba un cese de las hostilidades y se registraban al menos "48 horas de calma total".
Esa también era la condición para que el primer ministro autorizara al titular de Asuntos Exteriores, Simon Peres, a reunirse con Arafat para negociar el alto el fuego.
El propio Peres afirmó que "ha llegado el momento de celebrar una reunión", pero no dijo en qué momento se celebrará ni en qué lugar, lo que puede ser objeto de negociación.
El hijo del primer ministro israelí, Omri Sharon, y el director general del Ministerio de Exteriores, Avi Guil, se reunieron el domingo pasado en secreto con Arafat para analizar la propuesta, informaron fuentes políticas.
Otras fuentes apuntaron a que Arafat ordenó el alto al fuego bajo presión de Estados Unidos y debido a las intensas gestiones del enviado de la Unión Europea (UE) a la región, el español Miguel Angel Moratinos.
También Sharon habría recibido las presiones de EEUU, que, interesado en la participación del mundo árabe en la coalición internacional contra el terrorismo tras los ataques contra Nueva York y Washington, necesitaría antes el fin de la crisis sangrienta palestino-israelí, que este mes cumplirá un año. La gran incógnita era la reacción al anuncio de Arafat por parte de sus opositores del Movimiento para la Resistencia Islámica y la Yihad Islámica, así como otras organizaciones del "frente del rechazo", que se oponen a las negociaciones de paz con Israel.
Los anuncios de ayer en Gaza y Jerusalén abren la posibilidad concreta de un reunión entre Arafat y Peres, a fin de negociar un acuerdo "gradual" o por zonas del alto el fuego y el levantamiento del bloqueo y las ruinosas restricciones impuestas por Israel a los palestinos alzados por su independencia en Cisjordania y Gaza. Sharon y la clase política, excepto el sector pacifista israelí, califican a la "intifada", que el próximo día 28 cumplirá un año, de alzamiento "terrorista", sin distinguir entre los radicales opuestos al proceso de paz y los palestinos que aspiran a establecer un Estado soberano "junto al de Israel", según los observadores.

Análisis: Un "ensayo" que es funcional a los EE. UU.

Israelíes y palestinos acordaron un "ensayo de distensión" funcional a la pretensión de Estados Unidos de concentrar todos sus esfuerzos en la creación de una Gran Coalición contra el terrorismo en respuesta a los ataques en su territorio el martes pasado.
La tregua -fragilísima- permite a EE.UU. afrontar con una posición reforzada el obstáculo mayor en el camino del nacimiento de la Gran Alianza, la hostilidad y los temores del mundo árabe.
El secretario de estado norteamericano, Colin Powell, el gran constructor diplomático de la naciente coalición, definió como "prometedores" y "alentadores" los últimos desarrollos en la región. Además Powell expresó la esperanza de que israelíes y palestinos exploten "ventajosamente" la situación.
EE.UU. sabe que una situación de profunda tensión en Medio Oriente tendría la consecuencia fatal de endurecer la disponibilidad de los países árabes a cooperar con la naciente coalición anti-terrorista.
Hasta Egipto, entre los mejores amigos de EE.UU. en el mundo árabe, manifestó su renuencia a adherir a la coalición expresando la preferencia por una conferencia internacional contra el terrorismo. Crear una coalición significa dividir el mundo en grupos opuestos -explicó ex presidente egipcio, Hosni Mubarak, en una entrevista a un canal de tv norteamericano-. Grupos que arriesgan entrar en contraste sin ninguna razón".
Washington considera estéril y poco productiva una conferencia del tipo que ya probó Bill Clinton durante su presidencia y tuvo resultados pobres, casi nulos.
Los esfuerzos de George Bush de crear una máquina de guerra planetaria contra el terrorismo no se vieron facilitados con su decisión de usar el término "Cruzada".
La palabra, en efecto, suscita reflejos negativos en el mundo árabe evocando la imagen de las armas cristianas en guerra contra los musulmanes del medievo por el control del Santo Sepulcro de Jerusalén.
Entre los países que Washington está cortejando activamente está Rusia (el canciller, Igor Ivanov, es esperado en EE.UU.). Aun si Moscú no podría jamás participar directamente en acciones militares conducidas por el Pentágono, los norteamericanos esperan convencer al Kremlin a que suministre a as fuerzas de la coalición el patrimonio de informaciones de inteligencia ruso y un eventual soporte logístico.
Si la Casa Blanca decide lanzar una acción militar en el territorio de Afganistán para capturar al terrorista Osama Bin Laden y sus seguidores, la desafortunada experiencia de Rusia contra los guerrilleros afganos podría abastecer de preciosa información al Pentágono, en especial en cuanto a que debiera evitar.
Pero el apoyo logístico más importante para EE.UU. es el de Pakistán, un país que tiene 2.000 kilómetros de frontera con Afganistán. EE.UU. realizó presiones muy fuertes sobre el régimen de Islamabad para que realice un precisa elección del campo en el que estará.
A los países que no están dispuestos a participar abiertamente en la coalición la diplomacia estadounidense pidió el suministro de información útil para el combate al terrorismo, sostener otras iniciativas internacionales en la materia y boicotear los países que siguen patrocinando a los terroristas. (ANSA)

Foto: En el distrito de Hebrón los familiares de un taxista palestino lloraron su muerte, provocada por soldados de Israel. Minutos después los líderes palestinos y judíos oficializaban una tregua. "Así habrá una maldición menos en el mundo", dijo el canciller Shimon Peres, de Israel.