Los hombres se abusan del cupo femenino
La ley que obliga a los partidos políticos a destinar a las mujeres el 30 % de los cargos en disputa se cumple, pero con algunas condiciones. La portación de apellido suele servir para garantizarse alguna postulación, aunque con ello se desvirtúe el espíritu de la norma.
La respuesta es sencilla. Todas ellas son familiares de importantes dirigentes partidarios, todas ellas integran -con más o menos méritos propios- las listas electorales para los comicios de octubre y, finalmente, todas ellas representan el cupo femenino: uno de los logros más difíciles obtenidos por las mujeres de la política nacional, pero que hoy, a la vista de sus propias gestoras, no cumple con el papel para el cual fue creado.
Y, según explican las impulsoras originarias de la ley que garantizó un piso básico para las mujeres del 30% de los cargos a elegirse, los motivos de tal incumplimiento son puntuales y claros.
"El cupo femenino no cumple con sus metas originales porque los hombres se valieron de los espacios garantizados de las mujeres para concentrar su poder designando a sus esposas, hijas, secretarias, amigas o familiares en lugares que deberían ser ocupados por las verdaderas militantes partidarias, por aquellas personas que tienen una trayectoria y una historia política, y no alguien que de la noche a la mañana entró al partido, o que ganó su lugar por tener relación con tal o cual", denunció Florentina Gó-mez Miranda, actual secretaria de políticas para la mujer del Comité Nacional de la UCR y cabal impulsora de la ley de cupo sancionada en 1991.
Gómez Miranda diseñó codo a codo con la senadora Margarita Malaharro de Torres el pionero proyecto que garantizaba la participación femenina en los cargos legislativos.
Las palabras de la dirigente radical no son menores cuando se tiene en cuenta que en las listas para las elecciones de octubre abundan los casos de candidatas que son portadoras de importantes apellidos partidarios.
Sin ir más lejos, en Acción por la República, el partido del ministro de Economía, Domingo Cavallo, hay dos ejemplos.
El primero es el de Alejandra Sturzenegger, la hija del renombrado Adolfo Sturzenegger y hermana del economista Federico.
Alejandra Sturzenegger va como segunda senadora en las boletas de AR y el PJ en la provincia de Buenos Aires. Tiene 37 años, está por recibirse de Licenciada en Periodismo de la Universidad Nacional de la Plata . Aunque terminó la carrera en 1986 todavía no entregó la tesis- y hace un año y medio que se decidió a dedicarse de lleno a la política.
Fue cuando le ofrecieron postularse para concejala platense por AR y el PJ, en 1999, cargo al que accedió y que actualmente ocupa.
"Uno puede llegar por el apellido. Está bien. De hecho, en parte a mí me eligieron por eso, pero el resto es mérito propio. Nadie se puede sostener si no es por mérito propio. Decir lo contrario es mentir", se defendió Sturzenegger ante la consulta de "Río Negro".
Y reconoció: "Accedí a postularme como senadora porque (Domingo) Cavallo me lo pidió. Pero sino, no lo hacía. Yo estoy cómoda en mi gestión en La Plata, y no tengo intenciones de moverme de allí".
El otro caso es el de Graciela Fernández Valoni, la esposa del diputado cavallista y secretario general de AR, José Luis Fernández Valoni.
"No soy nueva en la política. Si bien nunca aspiré a un cargo público, ni luché por él, siempre milité por mi cuenta y acompañé a mi marido en su vida partidaria. Ahora estoy acá porque me lo pidieron, pero creo humildemente que me lo merezco", sostuvo Fernández Valoni, que va como cuarta candidata a diputada por la Capital Federal.
La esposa del dirigente cavallista es profesora de Filosofía, aunque no ejerce, ya que es ama de casa.
"Quizás mi vida partidaria más notoria nació cuando trabajé con Sonia Cavallo (esposa del ministro de Economía) en la agrupación Mujeres en Acción, donde apoyábamos la propuesta programática del partido entre las mujeres de todo el país", afirmó.
Y concluyó: "Lo mío no es portación de apellido. Aunque reconozco los méritos que el nombre de mi marido representa para el partido y estoy orgullosa de eso".
Vilma Ibarra es abogada y, como su nombre lo indica, es la hermana de Aníbal Ibarra, el jefe de Gobierno porteño y uno de los hombres del Frepaso que detenta un cargo importante de poder. Integra las listas de la Alianza como primera candidata a senadora por la Capital Federal, junto con Rodolfo Terragno.
"Estoy en la vida política desde la misma época que Aní-bal. No soy una persona a la que vinieron a buscar porque era la hermana de Ibarra: fui fundadora y apoderada desde el 94 del Frente Grande, estuve en la Convención Constituyente, en Diputados, en la Prosecretaría del Senado y hace un año que presido la comisión de Presupuesto de la Legislatura porteña", sostuvo al ser consultada por la influencia de su familia en su vida política.
"A veces las mujeres contamos con la desventaja de tener que explicar si somos esposas o hermanas de. Son las reglas del juego", remató.
Nancy Avelín actualmente va como primera senadora por el partido provincial Alianza por San Juan, y ya fue diputada en una oportunidad.
Es la hija de Alfredo Avelín, el gobernador sanjuanino, y está casada con uno de sus asesores más cercanos. En su entorno afirman que lo suyo no es improvisación: "Tiene 40 años y está en la política desde que nació. Ella ocupa ese lugar porque se lo ganó año tras año", dijeron.
Lucas Colonna
El clan Storani
Carmen está entre los del medio de los ocho hermanos que constituyen la numerosa y politizada familia Storani. Con Fredi, quizás el más conocido de sus hermanos, suelen verse al menos una vez por semana, cuando discuten de política y de la situación del país en los almuerzos familiares en casa de mamá María Julia.
Desde su cargo de presidenta del Consejo Nacional de la Mujer reivindica la participación femenina en todos los ámbitos de la sociedad -desde la problemática de la inserción laboral hasta su participación e injerencia en la toma de decisiones-. Sin embargo, en coincidencia con Gómez Miranda, ve al actual cupo femenino en las listas electorales como un espacio de poder que en muchas ocasiones es apenas una herramienta masculina de control.
"No siempre hay un problema de portación de apellido, sino debería decir que yo también caigo en la bolsa. Pero lo cierto es que en los últimos años el cupo es rapiñado por quienes quieren poner a sus mujeres, hermanas e hijas que no tienen ni la más mínima trayectoria política", consideró esta abogada que desde hace ya 30 años milita en la UCR. (ABA)
Irma Roy admite que mintió
BUENOS AIRES (DyN).- La legisladora porteña por el PJ Irma Roy se mostró furiosa hacia quienes la criticaron por haber mentido sobre que no cobrara una jubilación además de su dieta, y les advirtió que "ni sueñen" que va a renunciar a su candidatura a diputada por el Frente Nuevo País, que comparte con Gustavo Beliz. "¿Qué es eso de resignar la candidatura?", se preguntó, con visible fastidio, la legisladora, quien interpretó que "esta es la intencionalidad que hay detrás del ataque, pero no lo van a lograr. No voy a resignar a la candidatura, que ni lo sueñen".
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