Domingo 9 de setiembre de 2001 | ||
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Dura condena a la esclavitud en el cierre de la cumbre |
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Un acuerdo sobre el final salvó la conferencia.Europa admite su responsabilidad y promete ayudas. |
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DURBAN (ANSA) - La Conferencia sobre el Racismo de la ONU concluyó ayer en Durban con un día de atraso, tras acordar una unánime condena a la esclavitud y un pronunciamiento de la mayoría sobre Medio Oriente, que reconoce el sufrimiento de los palestinos y su derecho a la autodeterminación, pero recuerda la tragedia del Holocausto. Este último punto, que generó las mayores polémicas, fue aprobado con "reserva" de algunos países. Las delegaciones de 160 países, reunidas en sesión plenaria, aprobaron la declaración final y el plan de acción contra el racismo y discriminación, cerrando una atormentada Conferencia que comenzó el 31 de agosto y muchas veces orilló el fracaso, en especial tras el retiro de las representaciones de Estados Unidos e Israel. El acuerdo alcanzó un verdadero y real compromiso sobre la esclavitud, con concesiones de ambas partes. La Unión Europea (UE) se mantuvo en su negativa de ofrecer excusas a las víctimas de la explotación de personas. En el texto aprobado no figura la palabra "disculpas" (apology), sino la más neutra "arrepentimiento" (regret). La UE temía que las disculpas abriesen las puertas a una avalancha de pedidos de indemnizaciones. Europa aceptó, en cambio, la definición de esclavitud como crimen contra la humanidad, el otro reclamo de los países africanos. "Reconocemos que la esclavitud y la trata de esclavos son un crimen contra la humanidad y siempre debieron serlo -afirma el texto final aprobado- y que los africanos y descendientes de los africanos, los asiáticos y los pueblos indígenas fueron víctimas de estos actos y siguen siendo víctimas de sus consecuencias". Sobre la espinosa cuestión de los resarcimientos también se llegó a un acuerdo: a cambio de la disponibilidad africana a abandonar el reclamo de indemnizaciones monetarias para las víctimas de la esclavitud, los países ricos se comprometieron a suministrar "nuevas y mayores recursos financieros" para sostener el desarrollo económico y social de Africa. En el texto aprobado se reconoce también "la necesidad de desarrollar programas" para, entre otras cosas, reducir la deuda, favorecer el acceso de productos africanos a los mercados desarrollados, promover las inversiones directas y favorecer el regreso al país de origen de las obras de arte robadas. Todas estas cuestiones complejas sobre las cuales la UE era reacia a tomar compromisos y de hecho la nueva formulación del texto no prevé obligaciones sino en "desarrollar programas" en un futuro no especificado y con un "espíritu de solidaridad y respeto recíproco". La fatigosa obra de mediación de Sudáfrica logró reunir a mitad de camino a los países africanos y a la Unión Europea, pero sobre el tema de Medio Oriente, que causó el retiro de la Conferencia de las delegaciones de Estados Unidos e Israel, los países árabes se mostraron menos dispuestos al compromiso. Asi, continuaron hasta el final rechazando el texto corregido propuesto por Sudáfrica, que ya había sido aceptado por la UE y los países islámicos. Hasta el último de los países árabes, Siria a la cabeza, insistieron con insertar una frase que, definiendo de racistas "los asentamientos de colonos y la ocupación extranjera" acusaba indirectamente a Israel sin nombrarlo. Los principales acuerdos Estos son los principales puntos de la declaración final de la Conferencia Mundial Contra el Racismo: |
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