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Jueves 27 de setiembre de 2001 | |
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"Mejores condiciones de detención" |
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Casi la mitad de los reclusos de la alcaidía de Bariloche afirmó que desde que separaron del cargo al ex jefe de la unidad, Gabriel Capsi, las condiciones de vida mejoraron en el penal. Incluso la calidad de la comida. El nuevo titular de la cárcel dijo que ahora hay más diálogo y predisposición con los internos. |
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| SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- En comunicación telefónica con este diario y por nota que suscripta por aproximadamente la mitad de la población penal, los internos de la alcaidía destacaron los cambios favorables en la alcaidía luego de la separación del cargo del subcomisario Gabriel Capsi. Entre otras mejoras reconocidas, los internos manifestaron su satisfacción porque "en una semana la comida ha mejorado un cien por ciento y habilitaron una celda para las visitas íntimas, que cuenta con baño y todo lo necesario. Ponemos en su conocimiento que hasta la semana pasada estas visitas se realizaban en la sala de abogados, sin baño y en el piso, y también se ha destacado el ingreso de materiales que son donados por instituciones o comercios de la ciudad, para realizar las tareas de mejoramiento de celdas y pabellones". El interno a cargo de la biblioteca de la alcaidía mencionó que les habían restituido el aula, que hasta hace poco se utilizaba como celda, y que les facilitaron pizarrones para dictar clases. El jefe interino de la unidad, Carmelo Rapimán, atribuyó la satisfacción de los internos a que "existe otra sensación, otro clima, de diálogo y compromiso por parte de los los detenidos y con sus familiares en las visitas". Exaltó la colaboración de la Pastoral Carcelaria para lograr la provisión de ropas, colchones y calzado para los internos, y confirmó que se había habilitado una celda especial para los encuentros íntimos entre detenidos y parejas. En la historia penológica argentina las visitas íntimas a las cárceles han tenido tantos defensores como detractores. Algunos juristas opinan que la privación de la libertad no debiera implicar una forzada abstinencia sexual del condenado, y consideran que menos aún puede condenarse a la castidad a la pareja del detenido, inocente del delito que le imputan a éste. Otros, como el penólogo Elías Neuman, son contrarios al ingreso a los penales de mujeres que llegan con el fin específico de mantener relaciones sexuales, porque entienden que se exponen a situaciones degradantes. |
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