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Sábado 22 de setiembre de 2001 | |
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Seis años para un campesino acusado de violación |
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El condenado es un campesino analfabeto de 34 años. Fue hallado culpable de violar a una mujer que vivía en un campo cercano. La víctima estaba con sus dos pequeños hijos, y el condenado preguntó antes de la agresión si se encontraba el marido de la mujer. La defensa intentó mejorar la situación del acusado esgrimiendo que tenía poco contacto social. Sin embargo, los jueces consideraron que tenía pleno conocimiento de sus actos. |
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| SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Por un hecho de violación que ocurrió el 17 de marzo último en el desolado paraje Lipetrén Grande, a unos 100 kilómetros al sur de Jacobacci, la Cámara Primera en lo Criminal le impuso seis años de prisión a Héctor Antimán, un campesino de 34 años, analfabeto e indocumentado, que para los jueces sometió sexualmente a una pobladora en presencia de sus hijos. Según lo denunció la víctima, el hecho fue reiteración de otro ocurrido tres años antes, que tramitó en el juzgado de Instrucción 6 y nunca fue resuelto. Lipetrén Grande es un paraje habitado por crianceros de pequeñas manadas de ovinos, separados entre sí por varios kilómetros, y precisamente entre las viviendas del violador y la víctima existe esa distancia, pese a que los campos que ocupan son linderos. El 17 de marzo Antimán se presentó en la vivienda de su vecina y le preguntó a sus hijos, de seis y diez años, si el padre estaba en la casa. Los niños le contestaron que no, y Antimán les pidió un vaso de agua. La mujer dejó que los chicos le dieran agua, pero les pidió que lo atiendan afuera de la casa, porque ya había sufrido un episodio de violencia sexual con anterioridad. Antimán ni siquiera tomó el vaso que le ofrecía el niño. Lo empujó, tirando el vaso, entró por la fuerza a la vivienda y arrastró a la mujer hasta el dormitorio, amenazando con matarla, mientras esta llamaba a sus hijos para que pidieran auxilio. El hijo mayor de la víctima corrió cinco kilómetros, hasta la casa de un tío, pero cuando regresaron a caballo el violador ya no estaba, y la mujer, llorando, les dijo "Antimán me vino a atropellar otra vez". La mujer guardó las prendas íntimas que le desgarró y manchó el violador, las entregó a la policía, y se sometió a una revisación médica para realizar la denuncia. Durante el debate, sostuvo sus dichos y reveló que el imputado la había violado tres años antes. Entendió que la falta de acción de la justicia pudo haber animado al violador a repetir el hecho, y esa reflexión avergonzó al fiscal y a los jueces, que no pudieron encontrar una justificación para esa omisión. La defensa de Antimán procuró exponerlo como una persona sin roce social, que sólo cuidaba ovejas y vivía con su padre, pero el fiscal Carlos López descartó que no haya comprendido el acto que ejecutaba y pidió que lo condenen a diez años de prisión. "Total conocimiento" Para el juez Alfonso Pavone la declaración del hijo de la víctima fue fundamental, y entendió que "el imputado al llegar a la vivienda se manejó con total conocimiento de lo que estaba haciendo, ya que le preguntó al niño si estaba solo y donde estaba su padre. Es decir sabía perfectamente que para lograr su cometido impunemente debían darse tales condiciones". Descartó la utilización del cuchillo que desenfundó como elemento agravante de su conducta, pero lo consideró responsable del acto y propuso condenarlo a seis años de prisión, que es el mínimo previsto para ese delito. Al voto de Pavone adhirieron los jueces Marcelo Barrutia y Edgardo Camperi. |
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