Miércoles 5 de setiembre de 2001

 

Cobró los tickets de otra persona y gastó la mitad

 

Un joven se hizo pasar por un empleado de la municipalidad de Roca y lo detuvieron en Allen comprando en un mercado

  ROCA (AR).- Un hecho ocurrido en la municipalidad de Roca confirma que cualquier sistema de control puede ser burlado mediante un sencillo e inesperado acto.
Un joven se presentó el pasado lunes por la mañana en la oficina de personal de la comuna y dijo: "Soy Miguel Torres y vengo a cobrar los tickets canasta". La cajera que lo atendió, sin vacilar le entregó exactamente 215 pesos en bonos como lo hace siempre con todos los empleados en los días de cobro.
Pero dos horas después se descubrió que esa persona no era quien decía ser cuando fue arrestada por la policía en un mercado de Allen donde había hecho una compra por 105 pesos.
La simplicidad con la que el delincuente se alzó con parte del sueldo del secretario de la concejal de la oposición Karina Sabbag, llamó la atención de todos y en mayor medida del gran perjudicado de toda la historia: Miguel Torres, el verdadero.
"No se como pudieron pagarle sin que haya presentado ningún documento que acredite su identidad. En ocasiones cuando la concejal no está y yo tengo que cobrarle el sueldo me lo han negado hasta que presento una autorización" señaló ayer a "Río Negro" el damnificado.
Torres recién se enteró cuando la policía de Allen se comunicó con él, el lunes al mediodía luego de detener a un joven que tenía en su poder tickets que no estaban extendidos a su nombre. "En ese momento, aunque me pareció imposible, empecé a pensar que en una de esas había cobrado los tickets míos". Efectivamente un joven de apellido Vilches Olmedo con sólo repetir un nombre y número de legajo al que cualquiera tiene acceso, cobró y escapó a Allen.
Según Torres el chico que desde hace algunas semanas buscaba que alguno de los concejales opositores "lo ayude a salir de la calle" contaba ya con "un lugar en una iglesia evangélica para dormir, almorzaba acá, desde hace unas semanas se había conseguido que reciba abonos para viajar en colectivo sin tener que pagar, y hasta se logró que reciba ropa".

Custodia privada

Para evitar situaciones como esta, el intendente Ricardo Sarandría ordenó hace un tiempo que el edificio de la comuna sea custodiado por seguridad privada, un servicio que por estos días presta la policía provincial.
Una de las razones que el jefe comunal esgrimió en ese momento para justificar una resolución que cuesta miles de dólares mensuales, es que por la municipalidad circulan diariamente muchas personas de las que se desconocen sus verdaderas inten- ciones.
Pero todos coinciden en que esta vez sólo fue un error de una cajera originado en que la cara del chico se había hecho muy familiar para la mayoría de los empleados municipales en este último tiempo, que llegaron a confundirlo con uno de los empleados
Pese a eso y a todas las explicaciones posibles, para Torres el asunto sigue siendo "medio raro".
   
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