Martes 4 de setiembre de 2001

 

Los golpearon durante dos horas por sólo 17 pesos

 

Un matrimonio que cuida una chacra recibió una brutal paliza. Fue ayer en una chacra de Godoy. Una de las víctimas está internada. Ingresaron seis encapuchados que no escatimaron violencia.

  GODOY (AR).- Los robos violentos son cada vez más frecuentes en la zona. Sin embargo, el ocurrido ayer a la madrugada en Godoy impresionó por la forma de actuar de los delincuentes.
La víctima fue un matrimonio que cuida una chacra, quienes vivieron un verdadero calvario al recibir una paliza durante dos horas, mientras le exigían una suma de dinero que nunca tuvieron en su poder.
Los delincuentes, luego de descargar todo tipo de golpes, escaparon del lugar con un botín que deja perplejo a cualquiera: 17 pesos y una vieja escopeta.
La pesadilla comenzó ayer a las 4 y el escenario fue la chacra 151 de Godoy. Allí se encontraba durmiendo el matrimonio compuesto por Anselmo Arriagada, de 48 años, y su mujer Ricarda Juárez, de 47.
Imprevistamente, la cerradura de una puerta de chapa fue destruida, e irrumpieron seis encapuchados armados. La misma violencia con que abrieron la puerta, se prolongó con el matrimonio hasta que escaparon del lugar a las 6 de la mañana.
Ambos cuidadores fueron blanco de los golpes, mientras los delincuentes exigían que digan dónde estaba el dinero. Sin embargo, los investigadores están casi convencidos que los delincuentes se equivocaron de chacra o estaban mal "dateados", ya que en esa propiedad no había más que los 17 pesos que se llevaron.
En ningún momento los delincuentes dejaron al descubierto sus rostros, aunque por el momento que padeció el matrimonio, difícilmente hubieran podido aportar datos. "Quedan muy shockeados. Y cuando reciben golpes, muchas veces se muestran reticentes por temor a represalias", dijo uno de los policías consultados.
Quien llevó la peor parte fue Anselmo Arriagada. Recibió la mayoría de los golpes, y de nada sirvió decirle a los violentos delincuentes que no había dinero en la vivienda.
Y tal fue la paliza que se encuentra internado en el hospital de Regina. Además de los golpes recibidos en todo el cuerpo, sufrió la fractura de uno de los brazos. Su mujer también fue golpeada, y posteriormente atada a la cama para que no diera aviso a la Policía.
Durante las dos horas que duró el calvario, los delincuentes revolvieron toda la casa. La negativa de decir dónde estaba la plata que exigían, y que por otra parte no existía, los ponía más violentos. Y mientras unos golpeaban a sus víctimas, otros revolvían cuanto cajón encontraron a su paso.
A las seis los delincuentes abandonaron el lugar. Ricarda Juárez no podía zafar de las ataduras y Arriagada estaba demasiado golpeado como para ayudarla. Pero cerca de las 9 llegó Horacio Riccono, propietario de la chacra, quien se encontró con el impensado cuadro. Inmediatamente se dio aviso a la Policía, mientras las víctimas eran trasladadas al hospital.
Al cierre de esta edición no había detenidos. La lluvia jugó en contra de los investigadores, quienes apostaban a alguna huella en el exterior para tratar de orientar la búsqueda. En tanto, los seis encapuchados contaron con el suficiente tiempo como para poner distancia con la Policía.
Al repartir el botín les quedará menos de tres pesos a cada uno de los encapuchados. Y para lograr llevar adelante el robo, golpearon hasta el hartazgo a dos chacareros. Sin razón, sin necesidad y sin sentido.
   
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