Tenía uniforme y estrellas de general, pero truchos

Lo detuvieron en un operativo realizado en la zona céntrica. Al parecer su verdadera actividad es regentear un cabaret y un motel.

NEUQUEN (AN).- Vestía un uniforme camuflado con tres lustrosas estrellas doradas sobre fondo rojo en los hombros, y con una credencial llena de sellos que lo identificaba como integrante de Inteligencia del Ejército se abría paso en cualquier lado. Sin embargo no era general, no dominaba el seco lenguaje del soldado prusiano y no conocía otras batallas que no fueran las sexuales, porque en realidad su uniforme y su credencial son truchas y él se ocupa de regentear un cabaret. Ayer lo detuvieron en un espectacular operativo realizado en pleno centro.
Se trata de Enrique Romero, a quien la Policía le venía siguiendo los pasos por lo menos desde hace seis meses, cuando el Ejército advirtió que un falso general estaba circulando por la ciudad. Al parecer el impostor utilizaba su supuesto cargo para obtener donaciones, hacerse de relaciones y otros beneficios.
Según pudo averiguar este diario, Romero tendría varias mujeres trabajando para él. Fueron ellas las que, tiempo atrás, se encargaron de averiguar en los medios periodísticos quién es el ministro de Defensa y quién es el jefe del Ejército.
Además, en julio del año pasado el hombre publicó un aviso en este diario para comprar ropa militar camuflada "en buen estado".
De un día para el otro, Romero irrumpió en escena vestido totalmente de militar, con las tres estrellas que indicaban su supuesta condición de general de división (incluso por encima de la jerarquía del jefe de la Sexta Brigada de Montaña).
En el parabrisas de su Fiat Palio rojo pegó un cartel que dice en grandes letras: "Libre Tránsito. Vehículo en emergencias. Informaciones Confidenciales del Gobierno. Centro de Reuniones Inteligencia Militar. Apoyo absoluto de todas las unidades y guarniciones militares de todo el país". Debajo, sellos y firmas del ministerio de Defensa y del Estado Mayor General del Ejército. Adosado al cartel, una cinta celeste y blanca con la leyenda "teniente general Ricardo Brinzoni", nombre del jefe del Ejército.
Demasiado ostentoso para alguien supuestamente encargado de discretas tareas de inteligencia.
En su billetera, el hombre llevaba varias tarjetas con el escudo en relieve y una credencial con una jerarquía distinta, la de "capitán" y sus funciones de "jefe de unidades. Comandos especiales. Supervisor general". La exhibía cada vez que lo necesitaba para obtener algo, aunque sea evitar la cola para un trámite.
Ayer al mediodía circulaba por el centro de la ciudad en el Palio rojo cuando personal del departamento Delitos y Leyes Especiales le cortó el paso en Talero y Santa Fe y lo obligó a descender.
De inmediato lo esposaron, al requisar su vehículo encontraron un arma de fuego calibre 32, una réplica de pistola 9 milímetros, un sable del Ejército y el ostentoso cartel de libre tránsito, entre otros elementos.
Según trascendió Romero regentea el motel Roadside, ubicado en la zona del aeropuerto, y también tendría vínculos con un cabaret llamado Champagne. Allí ejercerían la prostitución varias mujeres que, previo acuerdo con el cliente, pasan al motel para mantener relaciones sexuales.
Por ahora, el falso general pasó a retiro obligatorio. La justicia federal le inició una causa por usurpación de títulos y honores, un delito excarcelable. Pero también investigan si obligaba a ejercer la prostitución a las mujeres, en cuyo caso su situación se complicaría.

Foto: El falso militar utilizaba su uniforme y credenciales para obtener beneficios. Decía pertenecer a Inteligencia y tener el grado de general.