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Domingo 30 de setiembre de 2001 | |
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Marabunta cerró la temporada a lo grande |
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Los cipoleños le ganaron a Roca RC y se adjudicaron el torneo Clausura. |
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| Después de mucho tiempo, Marabunta volvió a dar una vuelta olímpica. Y fue ayer y en su cancha y nada menos que frente a Roca RC, a quien le ganó por 20 a 13 y se adjudicó el campeonato Clausura de la Unión Alto Valle. El partido se jugó bajo una torrencial lluvia y en un campo completamente anegado, pero a pesar de esas dificultades ambos equipos brindaron un buen espectáculo. El "albiverde" festejó a lo grande. Se lo merecía por todo el esfuerzo del año y porque nunca bajó los brazos a pesar de que pasó por momentos muy bravos. Y ayer demostró que la garra que siempre lo carecterizó le sirvió para dar vuelta un partido que en el primer tiempo le fue esquivo. A pesar del mal tiempo, de lo pesado del campo de juego, se dio cuenta que debía apelar a toda su ganas para salir adelante. Y lo hizo, con trabajo, con una gran disciplina y actitud para sacarse de encima a un rival que lo complicó siempre y estuvo muy cerca de conseguir el triunfo. En los minutos iniciales del primer tiempo todo fue muy parejo. El mal estado del campo de juego conspiró con lo que ambos tenían previsto. Pero dentro de esta situación, fue Roca el que sacó mejor ventaja. Con forwards más livianos y mejor dinámica se las ingenió para irse al descanso ganando por 10 a 8, pero dejando en claro que en el complemento debía mejorar mucho para seguir arriba en el marcador. Al principio de la reanudación, le costó a Marabunta encontrar el ritmo del partido y aprovechar las flaquezas de los visitantes para torcer la historia. Y recién lo encontró después de los 15 minutos, cuando sus delanteros se adueñaron de la situación y emparejaron la situación. Faltaban 7 minutos y el partido estaba empatado en 13. Parecía que el título iba ser compartido. No fue así. Un try penal en favor del local cambió la historia y Marabunta se quedó con el partido y el campeonato. Por eso cuando el árbitro pitó el final, se desató la alegría. No era para menos, después de tantos años -algunos dicen más de 10- un nuevo título se quedaba en casa. ¡Qué alegría! La fiesta en la cancha de Marabunta se prolongó por varios minutos. Luego prosiguió en el vestuario y terminó en el tercer tiempo. La alegría era incontenible. No era para menos. Otra vez se dio una vuelta olímpica. |
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