Miércoles 26 de setiembre de 2001

 

Bianchi y Macri acordaron la reconciliación
 

El DT dejó en claro su postura de no renovar el contrato con Boca.
  BUENOS AIRES (DyN) - Mauricio Macri pidió disculpas por su exabrupto del domingo y Carlos Bianchi las aceptó en un cálido tono de conciliación. Eso sí: dejando bien en claro que su postura de no renovar contrato a fin de año es absolutamente irreversible.
Esta es una apretadísima síntesis de la mal anunciada conferencia de prensa que de improviso brindaron esta noche en la Bombonera el presidente de Boca y su director técnico, a una hora y media del inicio del partido frente a Palmeiras por la Copa Mercosur.
Abrió la conferencia Macri diciendo que se había reunido antenoche tarde con Bianchi para aclarar el episodio del domingo y que venían a aclararlo públicamente y en conjunto.
Enseguida tomó la palabra Bianchi.
"Tanto la familia boquense como el mundo del fútbol necesita una aclaración o algo más profundo de nuestra parte. Si durante 3 años y 3 meses estuvimos juntos con mauricio en la misma calle tratando de hacer lo mejor para Boca y siempre de acuerdo, no puede ser que una salida de ruta como el domingo haga que nuestros pensamientos no sigan siendo iguales. Somos dos personas grandes, con sentido común y lo pondremos al servicio de Boca. De parte mía no hace falta que diga mas nada. Seguiré trabajando para Boca con la misma voluntad y aprovecho a agradecerle al pueblo boquense por todo su apoyo. Haremos todo lo posible para pelear el torneo Apertura hasta la última fecha y por ganar la Copa Intercontinental".
Ahí paro Bianchi, pero de súbito retomó el micrófono para ratificar que "el contrato lo termino el 31 de diciembre".
"Por suerte pudimos hacer esta aclaración, porque para mí el domingo fue triste y raro. Goleábamos a Lanús y yo sentía que nos goleaban a nosotros y mucha gente que estaba en la cancha debe haber sentido como yo. Se escuchaban gritos, insultos y toda esa armonía de la familia boquense parecía evaporarse en una sensación de angustia dolor y bronca. Esa calentura fue la que me movió a hacer lo del domingo, para convencerá Bianchi que se quedara. Fue intempestiva mi entrada y sorpresiva para los que me tildan de frío, distante y soberbio. Pero fue impulsada por la pasión de un día domingo tenso, por la pasión de Boca. El lunes volvió la razón. Boca está muy por arriba de los nombres y de los hombres y no se pueden tirar tantos éxitos deportivos por la borda. Nos comprometimos a seguir con la misma firmeza y profesionalismo hasta fin de año. En lo personal yo nunca paro de aprender. Aunque el fondo de la cuestión sea correcto, pido disculpas disculpas por la forma del domingo", soltó Macri.
Antes de irse a dar la charla técnica con sus dirigidos, Bianchi cerró lo que en rigor no fue conferencia de prensa, sino dos monólogos conciliatorios.
"Quiero aclarar que la decisión de no renovar contrato es lo mejor para Boca y para todos. Hemos vivido tres años hermosos", finalizó el técnico, por último sin poder disimular su emoción. Mientras que Macri se retiraba sin hacer declaraciones , pero también con una leve sonrisa por llegar a la conciliación con el entrenador.

Los chicos le dieron una lección al Vasco

El "muletto" de Boca casi le da una alegría a la escasa hinchada que acompañó anoche al equipo en el encuentro ante el Vasco Da Gama, por el grupo "A" de la Copa Mercosur.
Ya sin chances de clasificar, el juvenil equipo que dispuso Carlos Bianchi para enfrentar el penúltimo partido de los "xeneizes" en el certamen sudamericano, empató en dos tantos con los brasileños, quienes tampoco podrán avanzar en el torneo.
Las emociones llegaron recién en el segundo tiempo con los goles y las jugadas más claras . Primero "pegó" al visita, con un gol de Odvan de cabeza. Pero el local salió decidido a buscar el empate y no sólo lo consiguió -Barbosa aprovechó un rebote del arquero Helton en la puerta del área chica y no perdonó- sino también pasó al frente en el marcador -Carreño marcó la diferencia con un remate cruzado desde la derecha- en apenas un minuto.
Así comenzaron a abrirse los caminos para los dos y cuando restaban cinco minutos para que finalice el tiempo reglamentario apareció Euller y selló la igualdad.
Comenzó como un partido "tibio" y terminó con muchas emociones frente a los arcos.
Los chicos de Boca se entregaron completamente en busca de los tres puntos, pero no alcanzaron el objetivo. Igualmente, fue un buen regalo para la gente y el cuerpo técnico, después de la "tormenta" del domingo.
   
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