Lunes 3 de setiembre de 2001

 

Miedo, pánico y angustia en la pista belga
 

Un tremendo accidente hizo temer por la vida de Burti, cuyo auto se despistó a 250 km/h.
  En la media hora que se necesitó para extraer al brasileño Luciano Burti del habitáculo de su destrozado Prost y llevarlo en helicóptero al hospital de Lieja, un manto de angustioso silencio cayó sobre los boxes de Spa, donde los pilotos que esperaban la segunda largada del Gran Premio de Bélgica temían consecuencias irreparables para el corredor brasileño.
"Luciano está bien", alivió la Federación Internacional de Automovilismo en un comunicado que no dio más detalles, mientras que los organizadores de la prueba dijeron que todos los exámenes realizados al brasileño dieron resultado negativo, y que hoy se le realizará un nuevo electroencelagrama.
Burti, cuyo casco quedó destrozado en la parte anterior, habría sufrido sólo escoriaciones y una fuerte contusión, tras el espectacular accidente que sufrió en la cuarta vuelta. Las caras serias y compungidas desaparecieron tras la carrera y los pilotos -ya informados por sus equipos vía radio de que el examen que le habían practicado a Burti excluía lesiones graves- pudieron reconstruir la dinámica del accidente que también tuvo como protagonista a Eddie Irvine pudo haber tenido un desenlace mucho más grave.
"Yo era mucho más lento, pues largué con más combustible previendo un sólo pit-stop y al llegar a la curva Blanchimont no lo vi por los espejitos retrovisores a Burti, que me intentaba pasar por adentro, de manera que seguí la trayectoria lógica sin darme cuenta que entrábamos en colisión a unos 250 Kph", declaró Irvine, que bajó rapidamente de su máquina para colaborar con los auxilios.
En el impacto, el Jaguar le arrancó literalmente al Prost de Burti el alerón delantero y la suspensión anterior derecha, por lo que el auto salió despedido sin control hacia las barreras de protección y se incrustó frontalmente debajo de la séxtuple fila de neumáticos viejos allí alineados.
Como Burti no daba señales de vida debajo de la pila de gomas, se vivieron momentos de verdadero pánico, no aliviados cuando tras 15 minutos de lucha desesperada los auxiliares de pista lograron rescatar al piloto e introducirlo en una ambulancia. "Cuando llegué al lugar él estaba inconciente, pero respiraba. Le hice hacer los primeros movimientos. Tuvo una crisis nerviosa y le dije "ten tranquilidad, ten calma". Se calmó, ví que respiraba regularmente y eso fue una buena señal", contó el médico que le realizó los primeros auxilios.
Sólo las primeras noticias llegadas desde el hospital, que hablaban de fuertes contusiones, pero sin lesiones ni fracturas irreparables (sobre todo en la columna vertebral), devolvieron algo de serenidad a los boxes, en especial al equipo Prost, cuyos responsables dejaronel circuito para trasladarse a Lieja y estar junto al piloto accidentado.
El juicio más severo hacia Irvine, acusado de encerrar a Burti, fue de Flavio Briatore (propietario de Benetton): "Cosas como éstas no deben ocurrir. Es necesario que todos se calmen". Los comisarios, tras ver la filmación, consideraron que se trató de un accidente normal de carrera. (ANSA).

"Schumi" suma victorias y sigue destrozando récords

En la decimocuarta fecha de la temporada 2001 de la Fórmula Uno, "Schumi", estrenando su tetracampeonato, deshizo el récord que ostentaba Prost, con 51 triunfos, mientras que el escocés David Coulthard, que llegó segundo con el McLaren Mecedes-Benz, sacó ventaja en la lucha por el subcampeonato.
Schumacher no tuvo problemas salir primero en las dos largadas que tuvo el Gran Premio belga, y su victoria nunca corrió peligro, tanto en la pista, donde su Ferrari marcaba la diferencia, como en los boxes, donde los auxiliares de la escudería italiana trabajaron con mucha precisión para cambio de neumáticos y cargar combustible.
Coulthard dio un gran paso hacia el subcampeonato a cuatro vueltas del final, cuando superó a Fisichella en la curva de Les Combes. Y quedó la sensación de frustración para Ralf Schumacher, quien terminó séptimo ya que no pudo superar a Alesí, que rescató el último punto.
La celebración fue toda para Ferrari, un gesto repetido en las últimas dos temporadas. Michael Schumacher ya destrozó el récord de Prost. E inició la preparación para quebrar el más importante: convertirse en quíntuple campeón, como el argentino Juan Manuel Fangio.

   
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