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Jueves 27 de setiembre de 2001 | |
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Misterioso robo en Promoción Social de Bariloche |
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Desconectaron las alarmas y se llevaron 4.700 pesos de una caja fuerte que se encontraba en uno de los baños |
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| SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La presencia de un sereno y los dispositivos de alarma no impidieron el ingreso a las oficinas de Promoción Social de malvivientes que después de violentar una caja fuerte se llevaron 4.700 pesos que estaban asignados al programa social Pronono. Se trata del tercer robo ocurrido en menos de tres años en ese organismo, que ya había demostrado su fragilidad en horario nocturno, aunque en los hechos anteriores los asaltantes casi no debieron emplear violencia para apoderarse del dinero. La dependencia está ubicada en el edificio del ex Hogar Gutiérrez, junto al Velódromo Municipal, y la caja fuerte estaba oculta en el baño de una oficina, pero es evidente que los ladrones conocían el terreno que pisaban porque antes de ingresar desactivaron la alarma externa y -luego de violentar las rejas y aberturas- los detectores interiores de movimiento. A juicio de los investigadores, los delincuentes trabajaron con tiempo y tranquilidad para destruir con una barreta o elemento similar la caja que atesoraba los 4.700 pesos. Al igual que en los casos anteriores, la policía mantuvo un riguroso secreto sobre lo ocurrido y se conoció casi una semana después, porque empleados de Promoción Social que no quisieron identificarse, acudieron a la prensa para instar una investigación judicial. El primer robo en ese organismo se produjo el 11 de diciembre de 1998 cuando el responsable del área era Marcelo Cascón, quien denunció el hurto de más de 4.000 pesos que estaban depositados en una caja fuerte. En esa ocasión los funcionarios y las autoridades policiales presumieron que los autores habían contado por lo menos con la complicidad de algún empleado, que les facilitó copias de las llaves del edificio, la oficina y la caja fuerte, porque no se había registrado violencia de ningún tipo. El otro robo sucedió durante el fin de semana previo al 28 de febrero de 2000, ocasión en que los ladrones se llevaron casi 25 mil pesos, cantidad que a las autoridades les pareció inverosímil que estuviera depositada en una precaria caja empotrada y en un edificio sin custodia. Durante ese fin de semana una o más personas ingresaron al inmueble sacando un vidrio de la puerta, y violentaron una caja empotrada en la pared para llevarse todo el efectivo que contenía. Actuaron con tan poco apuro que al salir se tomaron el trabajo de volver a colocar el cristal con toda prolijidad. El dinero sustraído correspondía a becas estudiantiles, programas de emergencia social y pensiones que se pagaban desde el área de Promoción Familiar, pero al igual que el episodio anterior nadie aclaró por qué no trabajaban con una cuenta bancaria, en lugar de tener todo el dinero en la oficina durante el fin de semana. El comisario Alberto Riguero dijo que desde la delegación de Promoción Familiar jamás les pidieron una custodia especial y consideró un despropósito que manejaran sin prevención alguna un monto de dinero "que tal vez no hay en la caja de un banco". En todos los casos los hechos fueron ocultados a la opinión pública durante varios días porque "trataban de establecer responsabilidades internas". |
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