Jueves 27 de setiembre de 2001

 

"Nos falta aprender muchísimo todavía"

 

Dolida e inquieta por las consecuencias que puedan traer los atentados de Nueva York y Washington, Soledad prepara su Gran Rex y ya piensa en el momento en que pueda "frenar" un poco el trabajo.

 
Soledad ya tiene Gran Rex, en principio, del 19 al 21 de octubre, pero por problemas de vuelo debió suspender su actuación en Neuquén. Está grabando los temas de su nuevo compacto "Libre" que va a salir hacia el 15 de octubre, con producción de Alejandro Lerner y Fernando Isella. Pero antes hará dieciocho presentaciones por distintos lugares de Argentina.
En estos días soleados, Sole no corre, vuela de un sitio a otro y hallarla para entrevistas se torna laberíntico. "A pesar de andar lejos de casa -el fin de semana pasado nos tocó una gira muy difícil, estábamos tan jugados con los tiempos que llegamos una hora tarde al último concierto, armando combinaciones de aviones con combis, por tierra y aire, complicadísimo- siempre vuelvo a Arequito o a Buenos Aires, donde mi mamá está prácticamente siempre porque Natalia estudia abogacía. O sea que de lunes a viernes Naty está acá y mami nos cuida a las dos, porque yo también trabajo en Buenos Aires haciendo prensa o grabando el disco. Y mi viejo viaja continuamente armando cosas para mi carrera, consiguiendo sponsors o reuniéndose con gente importante que nos puede ayudar. Ese tipo de cosas. De manera que hay un día, entre semana, como punto de encuentro en familia."
"El problema es con los demás, el resto de mis familiares. El lunes pasado pasé todo el día en casa de mi abuela, hacía un mes que no la veía.
- Con tus cuestiones interiores pasa lo mismo, con tus dudas o las decisiones personales por tomar?
- Mirá, siempre tengo a mis padres cerca, mi novio viaja prácticamente conmigo y mi hermana. Pero también asumo que mi laburo es así. Todo el mundo tiene que trabajar en condiciones más menos similares. Mi tío lo hace en el campo y por ahí se va durante meses y deja de ver a su familia. Vuelve para las fiestas o momentos muy especiales y se la tiene que bancar porque viven de eso. Irse lejos, laburar para darle comodidades a sus familiares, es también una demostración de amor. Tengo veinte años y más adelante mi profesión misma se va a encargar de serenarme. Habrá momentos en los que no tenga tanto que hacer. Por ejemplo, para las fiestas jamás trabajo y me dejo días o meses para estar en casa, con mi gente, mis amigos. Como sigo viviendo en Arequito aunque sea dos veces al mes, mi vuelta siempre es ahí. Cada vez que estoy en mi pueblo me olvido de quién soy y del laburo. Es inútil que me llamen porque no me encuentran.
- Hasta hace un par de semanas estuviste en Nueva York viendo la producción del nuevo CD con Lerner y con Fernandito
- Sí (se anticipa) y estuve en las Torres Gemelas. Tenía conocimiento de la cantidad de gente que las visitaba diariamente...
- ¿Qué sensación te produjo verlas caer, después de atentados tan horrendos?
- Me (arrastra con dolor la e) da mucha lástima que el mundo retroceda tanto. Para serte sincera, estoy a favor de la vida en todo momento, aunque alguien piense muy diferente a mí en los aspectos religioso, racial, a todo nivel. Estoy por el respeto a la vida, al otro. Pero también sé que hay gente no muy querida. Me refiero a los Estados Unidos, cuyos gobiernos se han ganado mucho odio en el mundo, lo cual no me hace pensar en modo alguno que justifico lo sucedido. Como dice mi papá no hay que comprar tantos números de una rifa... Hay hombres y mujeres que dieron su vida por la paz, por difundir un montón de pensamientos pacíficos y no han sido escuchados, hoy no se les da bolilla. Me horroriza lo que ocurrió, me apena muchísimo porque por una pelea de poderes murió una cantidad enorme de personas inocentes, que no tienen nada que ver, que sin comer ni beberla sufrieron eso. Pero también me da horror lo que pueda pasar de ahora en más.

"Hay exceso y a la vez falta de libertad"

- ¿ Y cómo ves a la gente?
- A veces siento que hay gente que se toma demasiadas libertades. Hay exceso y, a la vez, falta de libertad. Por ejemplo, me indigna oir en nuestra televisión las barrabasadas que se dicen, me preocupa la falta de ética y de moral, de sentido común. Estoy totalmente a favor de la libertad de expresión, que cada quien opine lo que quiera, que cada uno elija su religión, se pinte el pelo del color que sea, me parece bárbaro, pero siempre y cuando no moleste, no dañe a otro. Vivimos en una sociedad y hay que convivir en ella. Me parece que al ser humano le falta aprender muchísimo, todavía no sabe captar bien cuándo tiene mucha libertad ni cuándo se la quitan.
- O todavía no tiene claro el valor de la vida.
- Totalmente. El otro día me dijeron un dicho que no recuerdo exactamente: el humano no pide nacer, no sabe vivir y no quiere morir. Contradicciones en las que vive, es cierto. Yo estoy de acuerdo con vivir el hoy, el momento, pero eso no significa olvidarse del futuro. Me hiciste daño y me las voy a cobrar porque no me interesa lo que ocurra más adelante. Falta ética, sentido común, amor a la vida, al prójimo, de una manera terrible en todas partes. Y lo que pasó el martes 11 de setiembre es una demostración más de esto. Ojalá que todo quede acá nomás, que no pase algo más grave, que nadie intente hacer justicia por propia mano. No es así la cosa. Roguemos por la paz y porque no se venga nada espantoso.

Eduardo Rouillet

   
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