Viernes 7 de setiembre de 2001 | ||
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La ruta del griego que soñó con ser director |
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La formación de Daniel Bozzani, director junto con Naldo Labrín de la Orquesta de Cámara del Neuquén, es también una rara aventura. El destacado artista conversó con "Río Negro". |
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En plena modernidad, Daniel Bozzani tuvo una formación griega. No es que carezca de los tradicionales pergaminos académicos, pero su manera de ver y hacer las cosas lo llevaron a recorrer Europa tras los pasos de un maestro y a volver por cuestiones que van de lo ético a lo romántico. Casi un ateniense que aprendió entre la acción y las charlas interminables, si no fuera porque a los atenienses no les gustaba salir de su ciudad. Les sobraban motivos. Otra historia, sepan disculpar. Sí, Bozzani es uno de esos raros casos de artista que bien podrían transcurrir sus días en otro lado. No aquí, con la recesión que no deja respiro, sino en París, por ejemplo, donde siempre hay fiesta.
Los motivos de su vuelta, justo cuando no le faltan oportunidades de componer, crear y dirigir donde nació buena parte de la música que ama, no caben en los formularios y mucho menos en las chequeras. Será que sabe que vivir es ser dueño de cada día, de cada minuto, porque -amigos- en la oscuridad de la nada no hay puestas de sol ni café humeante por las mañanas. Sepan disculpar de nuevo. De esto y de su trabajo se puede hablar largo y bonito con Bozzani. Nacido soñador, primero, y director de orquesta, después, Bozzani dirige, junto con Naldo Labrín, la Orquesta de Cámara de la Provincia del Neuquén. Y hoy y el domingo a las 21.30 será su turno de tomar la batuta en la Catedral de esa ciudad, en un espectáculo bautizado "Mozart en la Catedral", del que también formará parte el Coro de la provincia, dirigido por José Luis Bollea. -Cuesta imaginar cómo es que alguien se decide a ser director de orquesta. -No es fácil, tampoco barato. Es realmente complejo tener la oportunidad de juntar esa cantidad de gente. Se parece mucho a la aviación, una cosa es querer ser piloto y otra tener un avión. -Se necesitan horas de vuelo. -Exactamente, horas de vuelo es como decir horas con una orquesta. -Su formación es también una especie de aventura. Un largo recorrido por Europa detrás del conocimiento. -Es un poco griega en algún sentido. Estuve bastante tiempo viajando por distintas ciudades, junto con otros alumnos, con el maestro Antoni Ros Marbá. Con él obtuve mi diploma de dirección. -¿Cómo fue su ida a Europa? -Estudiaba composición en la Universidad Católica, en ese tiempo no había dirección. Y un día decidí estudiar específicamente dirección en Austria. -¿Qué edad tenía? -21 años. -Y de alemán, el saludo. -Sí, recuerdo cuando fui a mi primera clase, no entendí nada de nada. Pero con el tiempo fui aprendiendo. En realidad domino los dialectos que se hablan en esos lugares. -Después empieza su peregrinaje. -Fue una época muy rica, de mucho aprendizaje. -¿Cuándo decidió volver? -En el "93. De todas maneras, continúo desarrollando actividades allá, sobre todo en París, donde tengo el mayor número de contactos. Realizo composiciones para distintos grupos de cámara. Algunos de ellos, como Interface, son muy reconocidos en Europa. -En su vuelta hay bastante de nostalgia supongo, pero también otros motivos. Noto, si se quiere, hasta una cuestión de conquista y heroísmo en el medio. -Supongo que tiene que ver con una concepción de la vida. Creo que uno no debe quedarse sólo en la crítica o en la depresión, debemos intentar cosas siempre. -Acá, dicen, está todo por hacer. -Es cierto. Desde que llegué mi actividad ha sido intensa y he tenido la oportunidad de dirigir, eso de lo que hablábamos antes y que es tan difícil. Hace tres años estoy en la dirección de la Orquesta de la Universidad de Lanús, con excelentes resultados. Y ahora con este proyecto que es muy interesante. -¿Cómo fue planteada la idea básica de hacer una orquesta en la provincia del Neuquén? -La idea que ha desarrollado Naldo (Labrín) es acotada, realista. Gran parte de los músicos son de la región. No quisimos emprender algo enorme, como puede ser la orquesta de Salta, que son 100 músicos. Y esto tiene también que ver con una actitud, no queremos perdernos en el pesimismo. La Orquesta de Neuquén está funcionando cada día mejor, el proyecto es sólido y tiene muchas perspectivas. Personalmente me siento muy comprometido. -Todavía le queda un año con un calendario muy intenso. -Sí, con la Orquesta del Neuquén tenemos las presentaciones del fin de semana, entre otras, y unas jornadas en Villa La Angostura. Con la Orquesta de la Universidad de Lanús nos presentaremos a fines de setiembre en el Teatro Argentino y en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. Neuquén, Buenos Aires y París Daniel Bozzani nació en Buenos Aires en 1957. Luego de estudiar piano y composición en la Universidad Católica Argentina, prosiguió su formación musical en Europa, en los cursos de Dirección Coral y Orquestal en el Mozarteum de Salzburgo con los maestros César Bresgen y Nikolaus Harnoncourt. Como discípulo del maestro Antoni Ros Marbá obtuvo su diploma de Dirección de Orquesta en 1986. Durante ese período combinó el trabajo de formación con el de asistente del maestro Ros Marbá en diversos conciertos sinfónicos y producciones de óperas en los principales teatros europeos. Claudio Andrade Foto: Bozzani alterna su carrera de director con la composición de obras para destacados grupos de cámara de Europa. |
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