Miércoles 5 de setiembre de 2001

 

Nada por aquí, nada por allá
 

Lugares comunes en "El buscador", el primer programa de Jorge Bucay.
 
Buenos Aires.- El terapeuta Jorge Bucay debutó el lunes con ciclo propio en la tevé abierta con el envío de media hora "El buscador" (Canal 13 y en la región también Aire Valle), donde ofició de una suerte de gurú mediático para dar respuestas, a la vez vagas y didácticas, sobre el tema del día, que resultó ser la comunicación.
Parado en el centro de un estudio rodeado de pequeñas gradas con media docena de personas en cada una de ellas, el también autor de libros de autoayuda definió a "El buscador" (programa producido por Promofilm, la misma empresa de "Sorpresa y media" y "Expedición Robinson") como "un espacio para ayudarnos a pensar juntos".
Secundado por la locutora Gabriela Radice, quien desarrolló una labor de mera acompañante pero arriesgó que el ciclo servirá "para aprender muchas cosas y tratar de ser un poco más felices", Bucay intentó utilizar una postura amable para entregar definiciones que sugirieron "verdades reveladas" para la "señora" que a esa hora sintonice la emisora.
Al explayarse sobre la comunicación y sus problemas, y recibiendo la mirada cómplice y extasiada de su público, el analista también recurrió a un pizarrón para trazar "el camino a recorrer" por todas las relaciones y descubrir la acechante presencia de un "monstruo de tres cabezas", conformado por "la competencia, la imagen idealizada y las fallas de la comunicación".
"Se trata -profetizó Bucay- de un monstruo misterioso que con cualquiera de esas cabezas puede comerse el vínculo".
De regreso de una de las pausas, Radice informó sobre los teléfonos y la dirección electrónica para acercar preguntas al conductor, pero inmediatamente y gracias a la magia de la televisión, entregó la primera consulta, que le permitió a Bucay desplegar un nuevo cuadro en su pizarra blanca.
El terapeuta también demostró su pericia para responder pomposamente las sucintas inquietudes de los panelistas y, como para exaltar la necesidad de un buen diálogo en las parejas, utilizó la primera persona y señaló: "No me protejas a mí de aquellas cosas que no sé. No me gustan las mentiras piadosas como esquema".
Para el final de treinta minutos que parecieron eternos, Bucay hizo gala de su experiencia editorial y se despidió con un cuento con moraleja para redondear su visión en torno del problema de la comunicación.
Planteado como un lugar que no quiere ser ni un "talk-show" ni un espacio de autoayuda, "El buscador" irrumpió en su primera emisión como un híbrido que, detrás de su aparente estado de "reflexión permanente", escondió una apuesta por el lugar común y la sabiduría de bolsillo a cargo de un personaje conocido por haber sido el analista de Marcelo Tinelli. (Télam).
   
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