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Jueves 30 de agosto de 2001 | |
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Con poco se puede ahorrar mucha agua |
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Recomendaciones para los hogares que gastan en exceso. |
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| A partir de que el "déficit cero" también en el hogar pasó a ser la nueva obsesión de todo un país, echar mano al gasto en agua, el más irracional y desmedido de todos, parece ser una de las alternativas más serias si la intención es gastar lo que realmente se tiene. Es que no son pocos los que aseguran que la mayor parte de lo que la gente gasta mes a mes en agua se podría ahorrar y así reducir –y mucho– el consumo. "Río Negro es una provincia que no escapa a las generales de la ley. La gente desperdicia agua en todas partes; lo que diferencia a los consumidores de acá es que hay ciudades en las que el gasto se eleva porque la empresa, en algunas localidades, no posee medidores que controlen el verdadero consumo de los clientes" indicó Gustavo López, director comercial de Aguas Rionegrinas. Hay ciudades como Allen, Viedma, Cinco Saltos y Fernández Oro "que registran un índice muy bajo de viviendas con medidores" lo que sumado al "mal uso que hace la gente de un recurso tan escaso como el agua potable" dispara el gasto a sumas que se reducirían a niveles sorprendentes si se pusieran en práctica otros hábitos. Es que, por ejemplo, si se lavaran los platos prescindiendo de la canilla abierta todo el tiempo se ahorrarían más de 240 litros de agua por día y por vivienda. Si lo mismo se hiciera a la hora del cepillado de dientes, dejarían de malgastarse más de 60 litros diarios. Y, siguiendo en la misma línea, si el afeitado que en algunos casos es diario se realizara de la misma forma, se ahorrarían 75 litros de agua cada vez, lo que supone 532 litros en una semana, o también casi 28 mil litros de agua al año por persona. "En Río Negro la gente vive con casi 250 litros de agua por día. Ese gasto es excesivo y en algunos casos tiene que ver con actitudes de las personas que casi no se entienden o de situaciones que por el desconocimiento llevan a que la gente siempre pague más de lo debido". (AR) La mitad de los ríos contaminados El consumo racional del agua es visto por estos días no sólo como una forma de ahorrar dinero sino también de mejorar la calidad de vida. A eso apunta la iniciativa de algunas asociaciones ambientalistas que por estos días han pedido un impuesto sobre el agua que sirva para encarecerla, tomar conciencia de su auténtico valor y que ese impuesto sea usado en depurar aguas residuales de las que se vierten a ríos y mares. |
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