Lunes 27 de agosto de 2001
 

Antes, durante y después de la ceremonia

 
  • Algún lugar para comer. Cualquier lugar servía ayer al mediodía para almorzar. Se vio que los hombres, jefes de familia, se las rebuscaban para hacer asados en lugares bastante insólitos. También a la orilla de las calles cerca de los cordones. Mientras que los espacios verdes eran poblados por cientos de personas.
Un pequeño anfiteatro, ubicado en una plaza, se vistió por algunos minutos de comedor para cerca de veinte personas.
En tanto que el boulevard principal de la localidad estuvo lleno de fieles que descansaban.
Las globas de comida fueron las que más trabajaron y cerca de las 13, a varias se les habían acabado los choripanes, es que la mayoría de los visitantes optó por el menú más barato.

• Mensajes del alma. Sobre una pequeña mesa ubicada cerca de la imagen de Ceferino se pusieron varios cuadernos donde la gente escribía sus pedidos.
En algún momento, los cuadernos se hicieron pocos y hubo que reponerlos en varias oportunidades.
Los que más sorprendieron fueron los niños que dejaban escritos sus solicitudes al indiecito milagroso. Algunos de esos mensajes emocionaron a más de uno.
Uno de ellos sostenía textualmente: "Hola seferino. hojala que mi papa cumpla sus deseos y que en mi casa no se peleen más y que mi papa se pueda comprar un camión y un auto vueno. Por favor aselo". El mensaje lo firmaba Gastón de siete años.
• Pungas en la misa. Después de la misa central de la fiesta de Ceferino varias personas se quejaron porque le faltaban la billetera o la cartera.
La causa: los pungas aprovecharon uno de los pocos momentos en que la seguridad, que fue mucha durante el fin de semana, se descuidó.
Uno de los perjudicados por el accionar de los rateros fue Miguel Angel Jara, uno de los hombres que llevó la imagen de Ceferino en andas desde el monumento hasta el gimnasio municipal.
Miguel Angel se quejó amargamente, no sólo por el hecho de haber perdido el dinero que tenía para volver hasta Cipolletti sino porque los ladrones también le había robado los papeles del auto que tenía dentro de la billetera.
Mientras, un par de mujeres también fueron víctimas de arrebato de carteras.
Desde la policía se mencionó que hubo algunas denuncias y sostuvieron que los ladrones aprovecharon la aglomeración de gente.
Por este motivo también dos personas se desmayaron y las sirenas de las ambulancias que acudieron a asistirlas, alarmaron a los feligreses que se encontraban en la misa.

• Por ahora menos. Hasta el sábado algunas de las mujeres que estaban en los carros donde se juntaban las donaciones se quejaban que no se había juntado casi nada comparado con el año pasado.
Aunque esperaban que durante el domingo, la recaudación mejorara.
El año pasado se juntaron 10074 prendas, 778 kilos de mercaderías, 664 pares de calzado, 67 carteras y 1500 de velas.
Los donativos conseguidos fueron repartidos entre 20 localidades de Río Negro y Neuquén.
"Veremos cuando termine la fiesta haber si podemos superar esa cantidad, pero es difícil porque la gente tiene poco", dijo una de las mujeres.
   
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