Lunes 27 de agosto de 2001

 

Madre con el esperma de su hermano

 

Algunos especialistas calificaron la iniciativa como "incesto social".

  Gran Bretaña autorizó a una mujer estéril a convertirse en madre usando el esperma de su hermano y el óvulo de una donante anónima, un caso que ha provocado un nuevo debate en torno de los límites de la inseminación artificial.
El caso, el primero en Europa en cuanto a la concepción, ha creado "perplejidad" en el mundo científico, según el periódico británico "The Sunday Times", porque algunos especialistas condenaron la aprobación de la iniciativa y lo calificaron de "incesto social".
La intervención será realizada en el Bridge Centre, una de las mejores clínicas del país, que aceptó el pedido de la mujer sólo después de la luz verde otorgada por las autoridades nacionales en materia de inseminación artificial.
Prácticas de similar naturaleza no fueron autorizadas en ningún otro país europeo.
La paciente -según las fuentes, sería una médica francesa- había elevado el pedido hace un año a todas las estructuras de salud británicas.
"No considero este caso distinto de los que la mujer recibe un óvulo de la hermana. No es incesto", dijo el director de la clínica, Gedis Grudzinskas.
El facultativo explicó que "el esperma del hermano será preparado y usado para fertilizar un óvulo proveniente de una donante anónima", debido a que la paciente está en la etapa menopáusica y por lo tanto es estéril.
Las autoridades británicas, que se tomaron un año para decidir sobre el espinoso caso, consideraron que no existen problemas ni impedimentos, incluso después de haber examinado la posición. "No hay necesidad de que el bebé se entere de que su tío es en realidad su padre y de que su madre es una mujer desconocida", dijo una fuente del área de salud citada por el Times.
El profesor Bob Edwards, "padre" de la primera bebé de probeta hace 22 años, comentó que "en Europa parecen encontrarse con problemas filosóficos y éticos, mientras en Gran Bretaña somos muy pragmáticos".
La decisión tomada por Londres puede ser vista como un método para tener hijos preservando la genética familiar.
Uno de los mayores escándalos con la inseminación artificial ocurrió en Francia, donde causó conmoción el caso de Jeanine S., una maestra de 62 años jubilada que, debido a que en Francia estaba prohibido, obtuvo en el Centro de Fertilidad del Pacífico de Los Angeles, Estados Unidos, la fecundación artificial de su hermano Robert, de 52. (ANSA)
   
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