Domingo 26 de agosto de 2001

 

El viejo oficio en el nuevo milenio

 

El prostíbulo más grande del Brasil ahora tiene su página en Internet.

  "Vila Mimoza", el prostíbulo más tradicional de Río de Janeiro, descubrió una nueva forma de vender el oficio más viejo del mundo: Internet. El enorme prostíbulo-cooperativa surgido en los años cincuenta en las inmediaciones del estadio de Maracaná está lanzando su página web (www.vilamimoza.com.br), dijo el publicista Fred Cummerow.
"Queremos mostrarle Vila Mimoza al mundo, convertirla en otra atracción de Río de Janeiro. Una vez que el sitio esté pronto vamos a promocionarlo por toda la Internet", explicó el creador de la página. Por el momento, apenas un uno por ciento de los clientes son extranjeros, pero eso pronto cambiará, asegura el empresario.
"Vamos a entrar en contacto con agencias de turismo para que incluyan Vila Mimoza en sus paquetes", añadió Cummerow. En el prostíbulo trabajan unas 2.800 "meninas" que cobran unos 10 dólares por 20 minutos. Algunas llegan a hacer hasta 38 "programas" por noche. La Vila Mimoza de la era digital nada tiene que ver con aquel prostíbulo de baja calaña donde las habitaciones estaban separadas por finos tabiques de madera o apenas por sábanas promiscuas. Hoy los 70 locales del complejo ofrecen restaurantes, cuartos con aire acondicionado, consultorio dental, salón de belleza y hasta cama solar.
La prostitución no es ilegal en Brasil, pero sí está prohibido el proxenetismo. Para burlar la ley, los prostíbulos suelen estar camuflados bajo fachadas de casas de masajes, saunas o bares. Según estudios independientes, la industria brasileña del sexo explota a 500.000 menores de edad. No existen cálculos confiables sobre la cantidad de personas que ejercen la prostitución.
La página de Internet, aún en construcción, quiere mantener viva la memoria de Vila Mimoza, un lugar con todas las de la ley, cuenta Cummerow. Junto a las fotos de "las mejores meninas" tumbadas boca abajo en camillas de masajista, el sitio web ofrece antiguas imágenes en blanco y negro sobre un fondo color de rosa.
Vila Mimoza es el vestigio de un viejo "distrito rojo" de Río de Janeiro, desplazado en 1978 por las obras del metro y en 1990 para levantar el edificio del ayuntamiento, conocido popularmente hasta el día de hoy como "o piranhao" (piraña es un sinónimo despectivo de prostituta).
"Las prostitutas negociaron con el alcalde y con el dinero de las indemnizaciones compraron el primer galpón de la actual Vila Mimoza", contó a la presidenta de la Red Nacional de Profesionales del Sexo, Gabriela Silva. (EFE)
   
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