Viernes 24 de agosto de 2001

 

Una vida corta pero intensamente dedicada a la religión
 
  CHIMPAY (AVM) - ¿Quién fue Ceferino? ¿Por qué llega tanta gente a homenajearlo? Son algunas de las preguntas que se pueden escuchar en algunos lugares de la provincia. Ceferino carga en sus espaldas ser parte de una unión que no fue fácil: la del indígena con la religión cristiana.
Aun a pesar de ello, para sus fieles Ceferino ha superado este hecho para convertirse en un mito. Serán permanentes, durante estos días, como sucede año tras año, los testimonios que mencionarán los cambios o milagros que ha hecho "el santito" en la vida de sus seguidores.
El lirio de la Patagonia, como lo nombran los fieles, tuvo una vida al servicio de Cristo.
Muchos de los visitantes llegarán por primera vez a Chimpay este fin de semana y aunque conozcan los rasgos generales de la vida de Ceferino, pocos sabrán de su historia y de cómo se convirtió en el nexo entre dos culturas.
Aunque existen dudas sobre el sitio exacto del nacimiento del joven Namuncurá, los historiadores en general sostienen que nació en un paraje cercano a Chimpay el 26 de agosto de 1886, hijo de Rosario Burgos y del célebre cacique araucano Manuel Namuncurá. Y en el año 1888, el misionero salesiano Domingo Milanesio lo bautizó cristianamente. En 1897 ingresó al colegio de San Fernando. Tiempo después, por gestiones realizadas por el ex presidente de la Nación, Luis Sáenz Peña, fue aceptado en el colegio salesiano Pío IX de Buenos Aires. Los escritos que hablan de su vida mencionan "que un fervoroso deseo de ayudar a su raza y la instrucción en la doctrina cristiana que recibiera fueron afirmando su vocación religiosa". Así, acompañado por monseñor Cagliero, en 1904 parte rumbo a Italia, donde es recibido por Don Rúa sucesor de Don Bosco, y el 27 de setiembre de ese año, en audiencia pontificia, por el Papa Pío X.
Ceferino continuó sus estudios religiosos en la ciudad de Turín, al norte de Italia, pero su precaria salud se vio seriamente afectada durante el crudo invierno. A fines de abril fue llevado a Roma en grave estado, donde falleció el 11 de mayo de 1905. Sus restos fueron repatriados en 1924 y hasta ahora descansan en la capilla de Fortín Mercedes, provincia de Buenos Aires. En 1945 se inició la causa de beatificación para Ceferino Namuncurá, la que fue juzgada favorablemente por autoridades eclesiásticas.
Año tras año, los fieles rezan por su beatificación y porque Ceferino sea consagrado finalmente santo.
Uno de los requisitos para ello es que se presenten pruebas de sus milagros.
Sobre este particular, Mario Pérez, de la comisión ceferiniana, sostuvo que se han presentado varios casos. El último de ellos fue el de una mujer que tenía esclerosis múltiple y que luego de invocar a Ceferino, quedó completamente curada. Los médicos –refirió– aún no pueden explicar clínicamente lo que sucedió.
   
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