La ardua tarea de vigilar la seguridad en el cerro Catedral

Los jóvenes, sean peatones o deportistas, son difíciles de controlar porque burlan toda norma.

Los peatones, más expuestos

Porcentualmente, entre los accidentes más graves, los peatones se llevan la peor parte. En especial los estudiantes en viajes de egresados, que suelen sufrir terribles golpes por sus descontrolados juegos en la nieve.
Ante esto, esta temporada la secretaría de Turismo prohibió el uso de los deslizadores (un plástico con manija, conocido como "culipatín"). Graziosi reconoció que la medida puede ser tildada de antipática pero dijo que es lo único que se pudo hacer para evitar la seguidilla de graves fracturas.
Las personas que hacen culipatín son las que normalmente ven por primera vez la nieve. "Se entusiasman y se tiran sin ningún recaudo. Logran grandes velocidades y sufren terribles golpes", dijo el experto. En especial se lastiman cuando se tiran en trencitos. "Hubo casos de fracturas expuestas, fracturas de caderas y otras", dijo.
Bertoncelj explicó que en la parte alta de Robles es muy difícil controlar a los centenares de peatones si estos tienen elementos para deslizarse.
Catedral tiene dos pistas exclusivas para trineos. En la base y detrás de la estación superior del Cable Carril.
El peligro es más grave cuando los turistas se tiran en trineo o en áreas de esquiadores principiantes. "Uno puede chocar al otro y las consecuencias pueden ser graves", dijo Graziosi. Esto sucedía en la base. "No se puede echar a los peatones, como pretendían algunos", dijo Graziosi. Para ellos se creo una pista, que fue objetada por algunos instructores de esquí, pero que logró descomprimir el problema. (AB)

Hay escasas sanciones

En general hay pocas sanciones para los que no respetan las normas en el centro invernal. A nivel internacional son de aplicación las normas que dictó la Federación Internacional de Ski, reconocidas como Ley en los países de Europa.
En Catedral rara vez le retiran el pase para el ascenso en los medios de elevación a una persona que comete una infracción, ya que con ello estarían "espantando al cliente". No obstante, tampoco cuidan al visitante de buen comportamiento, que ve con malos ojos los desbordes.
Graziosi es partidario de "marcar los pases" y a la segunda o tercera infracción expulsar a su titular. "Esto lo deberían hacer los patrulleros que son autoridad y deberían ejercerla. No hay que tener temor en decirle a alguien que se mude de pista pues su nivel no es el adecuado. Es para su seguridad", dijo.
No hay seguridad y tampoco hay demasiadas estadísticas de accidentes. Ante cada evacuación los patrulleros llenan una planilla oficial, que es rubricada por Salud Pública de la provincia. Pero, los datos no son clasificados, duermen en las carpetas de Turismo. Parecería ser que incomoda difundir las estadísticas sobre la montaña. (AB)