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Domingo 12 de agosto de 2001 | |
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María no se dio por vencida e insistió en la olimpíada para probarse |
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| CATRIEL (ACA) - María Arabales tiene una voluntad de hierro, desde sus 18 años y la sonrisa fácil, sabe que el esfuerzo es el único bien que tiene para alcanzar muchas de sus metas. Habla rápido y bajo como si quisiera terminar pronto con la entrevista que la llena de asombro y timidez, mientras pregunta varias veces "¿por qué a mí?". No ve nada de extraño tardar más de 45 minutos caminando desde la sección chacras donde vive hasta el CEM 78, porque "la bicicleta que tenía me la robaron el año pasado", nos dice. Es la séptima hija de un hogar humilde y ha visto el sacrificio cotidiano en su familia. Ella sabe que no es una alumna brillante ni destacada, sin embargo se animó a inscribirse en los Juegos Olímpicos Universitarios del año pasado. "Se lo comenté a mi mamá, que había visto un papelito en la biblioteca, y ella me dijo que me inscribiera, a mí me gustaba, pero estaba insegura, al final me anoté en literatura, fui la única representante de la escuela". La experiencia del 2000 fue buena "pude conocer mucha gente, pero en el segundo día me eliminaron,me sentí mal, pero después me dije: el año que viene vuelvo sí o sí". Y agregó: "quería una revancha por lo que me pasó, era un desafío para demostrarme a mí misma que podía". Se preparó como nunca, siguió conservando la cábala –cuando los días lo permitían– de ir a leer al río que está a 150 m de su casa. "No tuve vacaciones, porque aproveché mucho esos días, leía entre 6 y 8 horas diarias y le ayudaba a mi hermana que también se anotó este año". Y volvió, no lo hizo sola, "me sentí mucho más acompañada, porque éramos más de treinta, yo era la única con experiencia; eso me ayudó, estuve menos nerviosa, y sabía qué cosas no tenía que hacer". Y esta vez la historia terminó bien, María llegó a la final "la verdad no me interesaba salir primera, era llegar para saber que yo puedo, aunque me cueste a veces mucho más que a los otros chicos". "¿Qué cambió lograr esto? Mucho, me dio confianza, me hace decir ¿cómo no voy a poder enfrentar una carrera universitaria? Quiero el año que viene estudiar medicina y me he propuesto luchar para poder tener una beca, ése es mi sueño, poder estudiar y seguir bailando folclore en la academia. ¿Será mucho?" –nos interroga, mientras se vuelve a reír. |
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