Jueves 9 de agosto de 2001

 

Un lugar para los niños en riesgo de Viedma

 

Pasaron a integrar un programa de contención. El equipo de trabajo atiende a 25 chicos.

  VIEDMA (AV)- Al menos un puñado de pibes, que llevan sobre sus espaldas el mote de "chicos de la calle", recuperaron sus miradas inocentes y puras, propias de su edad. Es que en los últimos dos meses pasaron a integrar el Programa Municipal de Contención de Niños en Riesgo en el que, fuera de toda rigidez institucional, reciben el afecto que no encuentran en el seno familiar.
La idea, ahora volcada a los hechos, no es producto de ningún iluminado. Surgió desde la propia comunidad, quizá fastidiada de tener que asistir con una moneda a un pequeño que le tiraba de los pantalones a la salida de los supermercados y en las puertas de la terminal de ómnibus.
Los que llevaron a cabo el proyecto se dieron cuenta de que la situación social económica de muchas familias viedmenses tocó fondo, pero todo no fue producto de la falta de trabajo.
Pareciera que en los tiempos modernos, la idiosincracia -para cierto sector de adultos nacidos en hogares de humilde condición- tiene como principal ingrediente el abandono, y no importa que esto ocurra a pocas cuadras del centro de la capital rionegrina.
El equipo de trabajo llegó a rescatar de la terminal, entre otros, a un niño de apenas tres años quien correteaba detrás de los hermanitos mayores porque "a la casa había que llevar monedas, sí o sí", según el mensaje que les comenzaron a inculcar apenas bajaron de la cuna.
La municipalidad posee en distintos barrios los Centros Educativos Complementarios Infantiles (CECI). Hoy, como si fuera una gota en un océano, la experiencia piloto fue centralizada en el CECI del barrio Zatti, equidistante con la terminal y un gran supermercado. Las primeras víctimas de la dejadez fueron encontradas precisamente allí, con la intención de cobijarlos dentro de una institución.
El programa funciona de 13 a 18, de lunes a viernes con unos 25 chicos que antes pasaron por las aulas de la escuela 200 y el comedor comunitario. Los encargados, Isabel, Javier, "Noni" y una pasante que estudia Educación Física, les brindan recreación, apoyo escolar, los enseñan a bañarse e inclusive el método para pelear contra los piojos.
Los dos primeros ya les tomaron el tiempo. "Vemos que estamos frente a "niños-adultos", que se ven obligados a asistir a sus padres llevando dinero a la casa, arreglárselas solos para poner algo en la mesa, y por otro lado vienen aquí en busca de cariño, se aferran mucho a nosotros, tomando a esto como si fuera una casa", afirmaron al unísono.
Isabel y Javier contaron a "Río Negro" que "acá respetan, porque existen otros parámetros. Siempre conocieron como límite una cachetada, el insulto o una patada. Notamos que al principio se desubicaban cuando imponíamos las reglas con el sólo hecho de hablarles" sobre qué hacer para convivir bajo el mismo techo o cómo comportarse.
Como complemento, algunos aprovechan para lavarse la ropa porque en el seno familiar nadie hace nada por ellos, y los mayorcitos ingresaron a las actividades de canotaje y boxeo que despliega la dirección municipal de Deportes. Cuando la camioneta oficial no está disponible, van hasta el complejo náutico en bicicleta, todos regenteados por quien tiene más edad: 12 años. El "líder", por así llamarlo, cuenta a las "seños" quién le hizo caso y quién no. Nadie lo toma ya por "buchón" (un código aprendido en la calle), dado que también se los aleccionó sobre el autocuidado.
La directora de Promoción Social, Zulma Romero, admitió que los avances son pocos hasta el momento, por cuanto algunos padres plantean "el problema de la moneda", pues no es lo mismo estar en la calle donde el chico es una garantía de ingresos, que permanecer en una institución.
"Hemos ofrecido a algunos padres que se incorporen a un Plan Trabajar. Algunos lo aceptan, otros no", concluyó, dejando un gran interrogante que sólo podrá responder la sociedad.
Aún resta sacar de ese entorno callejero a una niña que "manda" a los más chiquitos entre los "changuitos" de un supermercado y que, según su progenitor, es muy eficaz porque aparece diariamente con 10 pesos en la casa. Tampoco le importa si la prostitución está a la vuelta de la esquina.
   
    ® Copyright Río Negro Online - All rights reserved    
     
Tapa || Economía | Políticas | Regionales | Sociedad | Deportes | Cultura || Todos los títulos | Breves ||
Ediciones anteriores | Editorial | Artículos | Cartas de lectores || El tiempo | Clasificados | Turismo | Mapa del sitio
Escríbanos || Patagonia Jurásica | Cocina | Guía del ocio | Informática | El Económico | Educación