Martes 7 de agosto de 2001 | ||
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Más de 10.000 fieles en la región pidieron pan y trabajo a San Cayetano |
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Las concentraciones más fuertes se dieron en Cinco Saltos y Neuquén.Muchos de los que se acercaron a los santuarios agradecieron por su salud. |
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CINCO SALTOS (ACS).- La advocación del santo del Pan y del Trabajo se profundizó. San Cayetano es el patrono de la dignidad de la persona, de la realidad de muchos oprimidos por unos pocos que están siendo destruidos como personas por la pobreza. Este fue el mensaje que dio la Iglesia a través del delegado Episcopal para la Pastoral Social, Claudio Faivré Duboz, en la misa celebrada en la gruta a San Cayetano, en el mirador al lago Pellegrini, y que este año convocó a más de 4.000 personas. También fue multitudinaria la convocatoria en Neuquén, donde no hubo peregrinación, y en Roca, donde los feligreses reunidos alcanzaron las 2.000 personas. (Ver aparte) En Cinco Saltos, los fieles se acercaron a la gruta desde muy temprano y hasta entrada la noche de ayer. Había gente de Ingeniero Huergo, Catriel, Cipolletti, Neuquén y Cordero, entre otras localidades. El grueso de los peregrinos salieron de la iglesia San Juan Bosco pasado el mediodía y cubrieron unos seis kilómetros hasta la gruta. Este medio pudo recoger varios testimonios donde se resalta el agradecimiento al santo. La fe de Ariel Vázquez (25), de Cipolletti, dice que lo llevó primero hasta la gruta "durante un año, todos los domingos, para pedir por la salud de mi hija que tenía los días contados y ahí está, corriendo llena de vida". Desde entonces llega a la gruta todos los 7 de agosto "para dar gracias". Roberto Soto, de Plaza Huincul, cuenta que "ya no podía caminar, pero con la pata a la rastra me vine y me volví caminando un día y me curé", señaló. Tempranito estaba Ceferino Ibarra. Había llegado caminando desde Cipolletti. El recorrido lo hace tres o cuatro veces al año porque está "agradecido de la salud, la vida, el trabajo y los hijos". Otro testimonio fue el de Uberlinda, de Cinco Saltos. Caminó hasta la gruta, por el asfalto caliente de la ruta provincial, descalza. "La primera vez, hace once años, lo hice con mi hija enferma, de un año, en mis brazos". La nena "se curó" y desde entonces camina "el 7 de cada mes hasta la gruta". Duboz abrió la homilia invitando a los peregrinos a pensar en "nuestra dignidad como personas". Con esa premisa analizó una realidad que tiene adelantos técnicos, en la que las riquezas mundiales se multiplicaron pero en la que "hay millones de pobres" y miles "que sobran" para un sistema que excluye. Las consecuencias de "la falta de trabajo y la pobreza" es la "destrucción de la persona" que siente que "no vale nada frente al dinero y la ganancia". Las familias "se deshacen" por "necesidad de emigrar o trabajando cada vez más horas para ganar menos". La esperanza de la Iglesia Católica y los católicos, dijo Duboz, es completar la realidad "revelando" otra parte "escondida pero fuerte" que "es el Dios de los pobres en quien creemos" y que siempre "manda gente para que nos acompañe", dijo en referencia "a Jesús, los santos" y más cercanos en el tiempo "al obispo riojano Angelelli, dos sacerdotes y un laico" que fueron asesinados "por defender a sus hermanos aplastados por una organización injusta de la sociedad". En una jornada donde el país se manifestaba de a miles en cada santuario a San Cayetano, pero también en la calle con el reclamo de los piqueteros, este medio le pidió al delegado Episcopal una reflexión sobre la extendida modalidad de demandar en la sociedad. "Son un reflejo, una reacción al atropello a la dignidad de la persona" y por ahora "parece que en contra de eso no hay otro camino", justificó el religioso. Deseó que los reclamos "puedan abrir puertas" y comparó a los reclamantes con personas que ven que se están "ahogando y buscan poder liberarse". Los excesos en ese tipo de reclamos "pueden darse" pero "eso no quita que hay una dignidad atropellada", señaló. Unos 2.000 fieles en Roca ROCA (AR).- Más de 2.000 fieles dejaron en claro ayer en Roca que la esperanza puede más que la resignación y caminaron junto a la imagen de San Cayetano por las calles del barrio que lleva el nombre del patrono del pan y el trabajo. Una multitud en Neuquén NEUQUEN (AN).- Más de 4.000 fieles neuquinos cargaron de plegarias los sacrificados hombros de San Cayetano. Las cuatro misas que dio el padre Juan San Sebastián en la parroquia del barrio Ciudad Industrial fueron seguidas por un promedio de mil personas que colmaron el recinto. El cura, en cada una de las cuatro misas, reclamó que haya más solidaridad en la sociedad y para que haya mucha gente que imite al santo. Por amor al lago Pellegrini La Gruta a San Cayetano surgió por amor al lago Pellegrini. La viuda de Alberto Quijano, quien fue vecino de esta ciudad, pensó "donde hay una cruz la gente para". Y la instaló dominando la tierra para hacer el mirador. Ahora la cruz está iluminada por las noches. |
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