Hasta dónde llegarían las mayores crecidas en las principales zonas del Alto Valle

Mapas orientativos sobre los riesgos de las mayores crecidas que podrían repetirse sobre los ríos Limay, Neuquén y Negro en la zona del Alto Valle fueron elaborados por la AIC para que las comunas puedan realizar algunas tareas preventivas. Pero su principal utilidad, que es la de brindar un soporte técnico para la determinación legal de la "línea de ribera", no ha sido aprovechada. Las legislaturas y el poder político mantienen su deuda.

El nudo de la cuestión. La línea de ribera, su demarcación y consecuente separación entre lo privado y lo público, es la herramienta jurídica principal que falta para prevenir de forma efectiva el avance de asentamientos poblacionales y productivos sobre áreas potencialmente inundables en los ríos Limay, Neuquén y Negro, represas abajo.
Curiosamente, todo el soporte técnico necesario para definir la "línea de ribera" está listo y a disposición de la comunidad, en la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas, organismo encargado de supervisar y controlar el manejo de los embalses.
¿Y qué falta entonces?
Pues que las legislaturas de Río Negro y Neuquén se pongan a trabajar en la sanción de las leyes respectivas para que toda esa labor de los cuerpos técnicos tenga un sentido y una aplicación.
En Neuquén, el 25 de junio ingresó nuevamente un proyecto del diputado Aldo Duzdevich que ya había sido presentado en el "95, pero que nunca avanzó en su trámite parlamentario.
Los mapas de riesgo reproducidos en estas páginas son el resultado de un formidable trabajo que comprendió estudios hidrológicos, topográficos, morfológicos, aerofotogramétricos, satelitales y de simulación matemá- tica de crecidas en laboratorio.
Sin embargo, por el momento, su valor no es otro que dar a conocer "con el grado de certeza que da la modelación matemática y la información topográfica, qué área es afectada con diferentes caudales", según se preocupó en enfatizar el ingeniero Ricardo Cazeneuve, de la AIC.
Indivisiblemente unidos al concepto de "línea de ribera" deben considerarse los de "línea de evacuación de crecientes" y "línea de la zona con riesgo de inundaciones". "No se puede tomar como válida sólo una y no considerar las otras dos", insistió el funcionario.
Para interpretar los mapas se precisan los siguientes conceptos:
Línea de ribera: es la línea definible en el terreno por el nivel (cota) a que llegan las aguas durante las crecidas máximas anuales medias. Para estos trabajos, se ha aplicado el concepto considerando la presencia de las obras (embalses, etc.) y los contratos de concesión.
La vía de evacuación de crecidas está formada por aquellas partes del cauce y de las planicies de inundación (espacio necesario a lo largo de los ríos para el paso de las crecidas) donde puedan escurrir crecidas que tengan una recurrencia pronosticable (5, 10, 25 años, etc). Los usos dentro de esta área deben limitarse a la agricultura, recreación y usos de espacios abiertos, no residenciales.
La zona de riesgo de inundaciones o franja de inundación está conformada por aquellas partes de la planicie de inundación fuera del área de evacuación de crecidas sujeta a riesgos de inundación producidas por crecidas extraordinarias de recurrencia pronosticable.
El caudal máximo de los ríos en estos tres meses de crecida fue, el 24 de julio pasado: de 1.748 m3/seg en el Limay; 629 m3 el Neuquén y 2.377 m3 el Negro.

Mapas satelitales

Las infografías que ilustran esta página son reproducciones simplificadas de las cartas elaboradas por la AIC.
Si bien representan con la mayor exactitud posible las líneas de inundación y las proporciones, su tamaño es un tercio de los originales. Muestran preferencialmente los cascos urbanos obviando detalles topográficos y catastrales.
Cabe consignar que los mapas originales elaborados por la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas son fotografías satelitales, tratadas digitalmente, que muestran el cauce habitual de todo el recorrido de los ríos Limay, Neuquén y Negro y los cauces que excepcionalmente tendrían en caso de crecidas.

Foto: Este año, las lluvias excepcionalmente abundantes han generado múltiples trastornos, que parecían haber quedado atrás cuando se realizaron las represas.