Martes 28 de agosto de 2001

 

La Federación Médica analiza el polémico convenio

 

Hubo críticas de los profesionales en voz baja por temor a represalias. Se reúnen en Roca y se espera un áspero debate.

  La Federación Médica analizará hoy a mediodía en Roca las críticas y reparos que ha generado entre los médicos de la provincia la exigencia de firmar antes del viernes el "convenio de adhesión" que implica adherir a pautas que pueda negociar la entidad en el futuro con obras sociales y que los médicos admitan ser excluidos de la lista de prestadores sin sumario previo ni derecho a defensa. A la reunión convocada para hoy llegarán médicos de otros puntos de la provincia que, aun sin voz ni voto, harán conocer su rechazo a la exigencia.
El presidente del Colegio Médico de Roca, Alberto Sosa dijo anoche, antes de una reunión ampliada de médicos roquenses, que "el convenio de adhesión que propone la Federación Médica está siendo resistido por la mayoría de la comunidad médica de la ciudad". Además, agregó que el término "abusivo" para indicar que significa dejar todas las decisiones en manos de la Federación "es exactamente así".
Según lo indicado por Sosa ya hay 93 médicos en Roca que firmaron el acta en disidencia al convenio por dos cláusulas que consideran "inconstitucionales".
Al cierre de esta edición, el Colegio recién comenzaba a tratar el tema para plantearlo hoy ante una asamblea en la Federación Médica. En tanto, muchos de los médicos se mostraron temerosos y esquivaron hablar con "Río Negro" sobre la cuestión ya que -según sus quejas recibidas por este medio- "no hay garantías de seguir trabajando". "Quien te habla no firmó la disidencia pero esto no es abusivo, sino abusivísimo", dijo un médico antes de entrar a la asamblea.

"El convenio es leonino"

En tanto, ayer reiteró su postura el secretario del Colegio Médico de Catriel, Pedro Moschetti, autor de una carta de lectores a este medio que generó adhesiones y la enérgica contestación por la misma vía del presidente de la Federación Medica de Río Negro, Alejandro Scafidi.
Moschetti expresó ayer a "Río Negro" que "este convenio es muy leonino, buscan tener a los médicos agarrados en un puño. Con la firma del texto uno tiene que trabajar sí o sí con las obras sociales que la Federación determine, actualmente y en el futuro, a los valores que la Federación determine, y si no te gusta te expulsan".
"Otra de las cosas indignantes y que quieren cortar es la discusión sobre las auditorías, a veces te las rechazan y vos te sentás con el médico auditor y examinás junto con él cada caso, con esto se corta. Así, vos aceptás las auditorías como vengan, un auditor que está para decir siempre que no, claro es lógico si los de ACI (Administradora Convenio Ipross) ganan entre 5.000 y 10.000 pesos".
Recalcó en todo momento que su intención es firmar el acuerdo con el Ipross, porque de hecho el plus le parece ilegal, pero rechaza todo lo que viene explícito dentro de ese convenio y se pregunta "¿qué objetivo tiene que me hagan firmar esto para decirle al Ipross que acepto sus condiciones y no voy a cobrar plus, algo que ya he firmado? ¿Qué tiene que ver en el mismo convenio que voy a trabajar con todas las obras sociales que a ellos se les ocurra, o que me echen cuando quieran...?"
Recalcó que sólo pueden sancionar los Colegios Médicos, pero no la Federación. Sobre ésta opinó que "es una entidad gremial, y un dirigente cuando les pide a sus afiliados que firme un convenio de adhesión tan denigrante no merece seguir siendo dirigente gremial, tiene que tener un poco de ética e irse, me da vergüenza ajena".
"El fin último de toda esta acción es tener el control total de las prestaciones médicas, saltando por sobre los colegios médicos, que así dentro de ese esquema van a servir para hablar de bueyes perdidos sin decidir nada".
"Yo no lo firmo, o lo modifican o yo no lo firmo, si me sacan de la lista de prestadores, iniciaré acciones legales; nos están usando políticamente y nos toman el pelo. Yo lo único que quiero es trabajar y cobrar, nada más", concluyó Moschetti.

Cada vez más cipoleños se atienden en el hospital

CIPOLLETTI (AN) - A medida que crece el desfinanciamiento del sistema sanitario público de Cipolletti, mayor es la demanda de la población. La crisis de las obras sociales, la precarización del empleo o la desocupación son factores que llevaron a miles de cipoleños que antes acudían a médicos o sanatorios privados a utilizar los servicios del hospital. La demanda creció en la primera mitad del año un 18%.
El hospital de Cipolletti arrastra una deuda de casi 300.000 pesos, hay proveedores que ya no quieren tenerlo de cliente y, como se quedó sin especialistas en muchas áreas, debe derivar pacientes al sistema privado y pagarlo de su propio bolsillo.
Según informes internos que obtuvo este diario, el hospital que es cabecera del oeste del Alto Valle rionegrino precisa unos 130.000 pesos mensuales para funcionar, pero se le asignaron 100.000 y apenas le envían 80.000 cada 30 días.
Uno de los dos gremios estatales, UPCN, le envió la semana pasada una nota al secretario de Salud de la provincia, Claudio Di Tella, para plantearle lo grave de la actual situación. Pero para el otro sindicato, ATE, el deterioro no es nuevo y forma parte de un proceso de años.
Por los laberínticos y oscuros pasillos del hospital, y por los centros periféricos de salud de los barrios pasaron el año pasado cerca de 140.000 personas. Además, poco menos de 5.000 estuvieron un día o más internados en sus habitaciones.
La demanda durante enero, febrero, marzo y abril de 2000 fue de 44.930 consultas e internaciones. Un año después el parcial del cuatrimestre arrojó un incremento del 18%. Ello se refleja en los 53.276 cipoleños que en los mismos meses de este año acudió al hospital.
El incremento en las consultas y las internacionales (8.346) del sistema público es signo de varias causas: el corte de servicios de los sanatorios a las obras sociales en crisis, la pérdida del empleo por parte de la población y la precarización que lleva a los trabajadores a transformarse en cuentapropistas sin seguridad social.
Con las 86 camas que tiene, el hospital cipoleño atiende su población, recibe derivaciones del sistema público de Fernández Oro, Cinco Saltos y Catriel, y la Fundación Cardiológica -una institución privada- utiliza sus habitaciones para cubrir los aspectos de hotelería de sus propios pacientes provenientes de otras ciudades. En un ex colegio secundario ubicado enfrente comenzaron a funcionar hace poco tiempo los consultorios externos. Con los 80.000 pesos mensuales, debe financiar sus insumos (medicamentos, materiales descartables, alimentos y pago de servicios), reparar el equipamiento y financiar algunas prótesis.

   
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