Lunes 27 de agosto de 2001
 

Quieren bajar la mortalidad infantil en Neuquén

 

Cien recién nacidos, madres o embarazadas mueren cada año en la provincia. Es uno de los índices más bajos del país. Pero el gobierno pretende reducirlo todavía más. Ahora investigarán cada caso que se produzca. Es con el objetivo de mejorar la prevención y evitar que ocurra otro por los mismos motivos. Aunque reconocen que no hay causas fácilmente evitables.

  NEUQUEN (AN).- Más de cien madres y recién nacidos mueren cada año en Neuquén. A pesar de que la provincia tiene uno de los índices mas bajos de mortalidad del país, las autoridades sanitarias lanzan esta semana un plan para bajar aún más estos indicadores.
Cada vez que ocurra una muerte se pondrá en marcha una investigación para determinar si pudo ser evitada por medidas preventivas o asistenciales.
La investigación no tendrá un efecto punitivo sino, por el contrario, tratará de establecer las causas que motivaron la muerte para evitar la siguiente.
Este sistema se implementa en la provincia desde el uno de este mes, pero el lanzamiento oficial se realizará el jueves a las 12 en el salón Tosello del Copade, con la presencia de autoridades de Unicef y del ministerio de Salud de Nación.
La apuesta provincial es bajar el índice de mortalidad materna infantil, que se sitúa en 10.6 cada 1.000 recién nacidos (quiere decir que cada 1.000 niños que nacen, 10 mueren antes de cumplir un año de edad).
Las muertes maternas se relacionan a su vez con los procesos que anteceden y rodean a la mujer, el embarazo, el parto y el puerperio.
Los únicos distritos que están por debajo del neuquino son Capital Federal, que tiene un ingreso per cápita tres veces más alto que esta provincia, y Tierra del Fuego, provincia en la que hay sólo dos ciudades importantes.
"El único objetivo de la campaña es comprender las fallas en todo el proceso de atención para hacer las correcciones que hagan falta", explicó el subsecretario de Salud, Fernando Gore. Pero advirtió que reducir una mortalidad infantil baja es complicado, porque las causas fácilmente evitables prácticamente no existen.
Ante este desafío, fue organizada una estructura con eje en tres comisiones: zonal -una por cada área programática-, técnica y provincial. El engranaje se pondrá en funcionamiento cuando muera un niño o una embarazada en cualquier rincón de Neuquén.
Todos los datos son confidenciales y "el análisis del material se efectuará en forma anónima sobre el proceso de atención y no sobre las personas intervinientes", aclara expresamente la cartilla del programa.
Las actuaciones se inician con la evaluación de la historia clínica del menor fallecido, el carné perinatal, la ficha del control, incluye entrevistas a las familias para ponderar las condiciones de vida y su opinión sobre la oportunidad y calidad de atención recibida. Se complementa con información de otras instituciones que pudieran haber intervenido durante el proceso.
Gore agregó otras variables: se indagará si la embarazada es adolescente, jefa de familia o analfabeta, si fue instruida por el médico sobre posibles síntomas preocupantes -suyos o de su hijo-, si comprendió las indicaciones, si ante una urgencia no concurrió al centro asistencial por no darse cuenta o por vivir lejos, entre otros factores.
"Está probado que este tipo de seguimiento es efectivo y baja la mortalidad materna infantil", afirmó el funcionario. Por iniciativa propia, el área sanitaria de Chos Malal la implementa desde hace un tiempo con buenos resultados, además de ser exitosa en Cuba y en Costa Rica.
"De los errores se aprende desgraciadamente", señaló Gore, y agregó que lo contrario implica cerrar una muerte "con un certificado de defunción y un trámite administrativo" que no deja margen para salvar otras vidas.
El funcionario propone que en las comisiones intervengan distintos estamentos porque "la enfermedad y la muerte de madres y niños no es un problema médico, es de toda la sociedad". Las integran médicos generales, pediatras y obstetras del sistema de Salud, las filiales locales de las Sociedades Argentina de Pediatría y de Ginecología y Obstetricia, la cátedra de Etica Médica de la UNC, la defensoría del Pueblo de Neuquén y la subsecretaría de Salud.

Gore respaldó la protesta

NEUQUEN (AN).- El subsecretario de Salud, Fernando Gore, respaldó la toma de los quirófanos del hospital Castro Rendón y sostuvo que la decisión del director José Russo "es absolutamente comprensible, justificada y probablemente yo hubiera hecho lo mismo".
Los quirófanos permanecieron inactivos durante quince meses por refacciones a cargo de la empresa Zoppi, que retuvo la entrega de la obra en reclamo de una suma por "mayores costos" al gobierno de la provincia.
Al parecer, los trabajos no se concretaron de acuerdo con las exigencias de los pliegos y debieron rehacerse.
Gore afirmó que este tema se circunscribe a "la subsecretaría de Obras Públicas y la empresa, desconozco los detalles. Simplemente se pidió una reforma en los quirófanos y el director reclama la normalización del hospital más importante de la provincia".
Por su lado, apreció que superada esta instancia, hay que "buscar la forma de que empiecen a funcionar" cuanto antes.
El alquiler de quirófanos privados para practicar operaciones hospitalarias de urgencia representó un recorte aproximado de 1.500.000 pesos al presupuesto sanitario.
"Esperar un año y medio para inaugurar cuatro quirófanos es tiempo suficiente y tengo que aceptar que la actitud de Russo de hacerse cargo de ellos es absolutamente comprensible, justificada", afirmó el funcionario.
Gore fue por más y apreció que si él hubiese estado en la misma situación del director del hospital "probablemente hubiera hecho lo mismo".

   
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